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ENTREVISTA. Javier Macaya, jefe de la bancada de la UDI:

"Votación de la presidencia mostró la fragilidad de la oposición unida apenas por retener el poder"

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Paola Passig

"Ha quedado claro que a la oposición sólo la une el poder", advierte el jefe de la bancada de la UDI, Javier Macaya, al analizar la inédita y dramática votación por la presidencia de la Cámara de Diputados, donde en primera vuelta ganó el candidato de Chile Vamos, Jaime Bellolio, para después imponerse en segunda vuelta la carta de la oposición, el DC Iván Flores, con el apoyo del Frente Amplio (FA).

El parlamentario gremialista valora el trabajo del ministro Gonzalo Blumel en el manejo de la agenda del Ejecutivo en el Congreso, pero también valora un eventual aterrizaje de Andrés Chadwick para acelerar el avance de la agenda.

- ¿Qué le pareció la votación por la presidencia?

- Para nadie es un misterio que durante el 2018 y lo que va de este año, la oposición no ha dado el ancho. Más allá de unirse por una coyuntura circunstancial, en un pacto administrativo, no ha tenido la capacidad de mostrar una coherencia política como una fuerza que pueda ser una alternativa de gobierno en Chile. Y lo que ocurrió hoy (ayer martes) viene a demostrar que se trata de una unión muy feble y que no son una alternativa de gobernabilidad.

- ¿Cómo explica que Bellolio haya ganado en primera vuelta con 72 votos, aunque sin lograr mayoría absoluta, y en segunda vuelta obtuviera 68? ¿Qué pasó con esos votos? ¿Se fueron votos oficialistas para Flores o en primera vuelta hubo ex NM que votaron por Bellolio?

-Las interpretaciones son tan variadas como las personas que las realizan. El voto es secreto. Yo no tengo la información de cómo se comportaron los votos. Yo estoy tranquilo con el comportamiento de mi bancada. Las variaciones en las votaciones entre la primera y la segunda vuelta es una demostración que hay un pacto de oposición que, teniendo mayoría para no enfrentar ninguna dificultad en este proceso, estuvieron a punto de perder la presidencia. Vimos cómo influye el factor de la izquierda extrema y vimos a una DC desorientada respecto al rol que le corresponde jugar y depender de un pacto administrativo en una coalición que no tiene coherencia política y no tiene oferta de gobernabilidad.

- ¿Pero no es una muestra de gobernabilidad que finalmente el FA haya cumplido el pacto al terminar votando por un candidato DC que inicialmente había sido rechazado?

- Lo que hubo ahí es una decisión de interés por lo que significan los cargos, pero no hay una muestra de gobernabilidad porque no hay una unidad de principios en los que pueda pensar alguien como Flores y lo que pueda pensar el FA. Esta es una unidad con fecha de vencimiento que sustenta sólo en una posición de poder transitoria y temporal.

- ¿Iván Flores le da garantías a Chile Vamos?

- Es un diputado que ha votado muchas veces con Chile Vamos y por eso su desafío es cómo es capaz de ofrecer gobernabilidad a la Cámara sin depender de la izquierda más extrema. Creo que ese es el gran desafío que él tiene. Nosotros estamos dispuestos a colaborarle en todo lo que podamos para asumir este desafío en la medida que se alinee con parte del programa presidencial del Presidente Piñera.

- ¿Y el episodio Silber qué le pareció?

- Demuestra la fragilidad que hay en la oposición y la posibilidad de que Chile Vamos se proyecte más allá de este gobierno. Chile Vamos va a realizar todos los esfuerzos para sacar adelante la agenda de reformas del gobierno - la tributaria, la previsional, la laboral y los temas de seguridad pública y de clase media- y en eso el presidente Flores va a contar con toda nuestra colaboración.

- El FA, salvo unos pocos, al final terminó votando por un candidato que no les gustaba. Cedieron. ¿Está finalmente adscribiendo al modus operandi tradicional de la política?

- El FA sigue en la contradicción vital entre venir desde fuera del establishment a ser parte incumbente de decisiones de una coalición que está actuando bajo lógicas políticas. Lamentablemente lo están haciendo pensando en intereses súper ideologizados que están marcados en su agenda y que no han sido capaces de entender -salvo excepciones como Boric, en la comisión de la infancia o Sharp, en la comisión de seguridad- de que estar en el Parlamento exige cierta madurez política. Y lo que he visto es un zigzagueo permanente del FA en su comportamiento en el Congreso. Su gran desafío es entender que pasaron de la política de la calle, a estar sentados en el Parlamento. Y eso supone responsabilidades.

- Este año es muy significativo legislativamente hablando. Es el último en que el Gobierno debe aprobar sus propuestas emblemáticas antes de las campañas y elecciones próximas. Dejar algo así como su legado. ¿Cómo ve este escenario tomando en cuenta que no tienen mayoría en ninguna de las cámaras?

- Yo parto de la premisa de que el éxito del Gobierno y la trascendencia no se sustenta en el éxito parlamentario necesariamente. Es importante hacer todos los esfuerzos para que los proyectos emblemáticos se aprueben, pero creo que el relato político va más allá del trabajo que se haga en el Parlamento. Tiene que ver con que somos minoría.

- El acuerdo de la oposición implica mínimos programáticos.

- El gran desafío que tiene la oposición es si se dejan o no capturar por el FA. El gran desafío de Flores es si deja capturar por el FA porque sus votaciones han sido antagónicas a lo que ha votado el FA.

- La duda es si estos mínimos pueden complicar aún más la aprobación de la agenda del Gobierno.

- El Gobierno no puede renunciar a la agenda por la cual fue electo. Es posible que pierda proyectos significativos, pero va a ser la ciudadanía la que le va le va a cobrar a la oposición su intransigencia y su incapacidad de avanzar en temas que le importan a la ciudadanía. Si Flores y la DC caen en esa estrategia la que va a pagar la cuenta es la oposición. Se puede ganar perdiendo votaciones en el Parlamento.

"Este año el Gobierno tiene que enfocarse en una agenda de seguridad pública, crecimiento económico y, tercero, preocuparse de la clase media y una agenda de inclusión social como la que impulsa Lavín" "Lo que hubo ahí es una decisión de interés por lo que significan los cargos, pero no hay una muestra de gobernabilidad porque no hay una unidad de principios entre Flores y el FA""