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Más del 20% de las mujeres en situación de calle enfrentó violencia intrafamiliar

REALIDAD ENCUBIERTA. Al menos 12 mil personas en Chile viven en esta condición, a la que llegan sobre todo debido a los problemas que sufren con la familia o pareja, y luego el consumo de drogas y alcohol.
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De acuerdo a las cifras del Ministerio de Desarrollo Social, más de 12 mil personas en Chile viven en situación de calle.

Si bien sólo el 15% son mujeres, según Felipe Estay, director ejecutivo de la Corporación Moviliza, se trata de una realidad encubierta: "Sabemos que el grueso de las personas en situación de calle son hombres, pero dadas las particularidades que se dan por género y la falta de consenso respecto de qué entendemos por este problema, hay una cifra que no se ha detectado".

Esta realidad fue uno de los temas abordados en el Encuentro Nacional sobre Situación de Calle que la corporación organizó hace unos días y que se hizo en Inacap. Loreto Ramírez, jefa técnica de la línea Personas en Situación de Calle del Hogar de Cristo, dijo que factores como las historias personales, la edad o el género explican las realidades presentes de los individuos. "La situación de calle tiene también esos matices, por lo que los modelos de trabajo deben recogerlos".

El cómo llega una persona a este tipo de vida tiene diversas causas. De acuerdo al último diagnóstico hecho en Chile, el principal motivo que detona llegar a la calle son problemas con la familia o pareja y le siguen problemas de consumo de drogas y alcohol.

También se sabe que más de la mitad de las personas registradas a la fecha han pasado en su vida, a lo menos, tres meses por recintos penitenciarios, centros de tratamiento y/o rehabilitación, hospitales y hogares o centros del Sename.

En el caso específico de las mujeres, Loreto Ramírez relata que "hoy, más del 20% de las mujeres ha dejado su vivienda por la violencia ejercida por algún conocido", lo que se complejiza por la necesidad de que los modelos de intervención incluyan una mirada que contemple esta historia de daño.

Según el documento Política Nacional de Calle, realizado por el mismo Ministerio y que recoge un catastro de esta realidad, la falta de un enfoque de género lleva a que haya diferencias respecto del lugar donde pernoctan hombres y mujeres, siendo la calle el lugar más usado por estas últimas. "Esto se explicaría por la escasa oferta específica disponible para ellas. Los albergues masivos buscan proteger a las personas de la intemperie, pero en este caso, pueden convertirse más en un factor estresor que protector, dado que, con los recursos actuales, es difícil asegurar que las mujeres que pasen allí la noche no sean agredidas física, psicológica o sexualmente.

"Estos lugares tampoco cuentan con espacios adecuados para madres con hijos, mujeres mayores o con trastornos psiquiátricos evidentes", agrega el director de Moviliza.

Aunque más de la mitad de las personas en situación de calle se concentran en comunas del norte y centro del país, es una realidad presente en todo Chile y que por las características de cada zona, tiene expresiones particulares y, por lo mismo, necesita formas específicas de enfrentarse. Es así que, por ejemplo, en ciudades de la zona sur y austral, las personas en esta posición, además de enfrentar las inclemencias del tiempo por un mayor periodo, poseen mayores dificultades en términos de capacidades físicas, lo que empeora aún más el problema.

Por estos motivos, "se debe apuntar a tener una política de largo plazo, intersectorial y que se preocupe no sólo de solucionar la situación de calle de quienes hoy la viven, sino también de prevenir que otras personas estén en esta situación en el futuro. En ello, junto al Estado, el rol de la sociedad civil y de las universidades es muy importante", concluye Felipe Estay.

"Quizá hay consenso en determinar que la situación de calle significa usar la vía pública u otro espacio común para vivir, pero se puede encontrar cierto disenso frente a casos como los de las viviendas de emergencia y las hospederías, ya que se trata de personas que no están en la calle, sino en una situación transitoria, como albergados o refugiados", explica Ignacio Eismann, investigador de la Corporación Moviliza.

Por esto, añade Eismann, "lo primero es decir que la situación de calle es un problema de acceso a la vivienda, independiente de que tenga muchos otros factores asociados, y que, de acuerdo con las experiencias internacionales y adhiriendo a la definición que hace Naciones Unidas, es el derecho a una vivienda adecuada".

"Lo primero es que la situación de calle es un problema de acceso a la vivienda, independiente de otros factores asociados"

Ignacio Eismann, Investigador de Moviliza

Solución: viviendas estables

Una solución interesante es la de Finlandia, que tiene un sistema de protección social a la vivienda para un grupo excluido y un nuevo modelo de servicios "transformando todos los albergues y hospederías en departamentos dependientes con servicios dentro", explica Ignacio Eismann, de Moviliza. El Gobierno trabaja en una línea similar con el Programa Vivienda Primero, del Ministerio de Desarrollo Social y que busca entregar una vivienda estable por tres años con posibilidad de renovar el beneficio.

de las cerca de 12 mil personas que viven en situación de calle son mujeres. 15%

años de vivienda estable, con opción de renovar el beneficio, busca entregar un programa del Gobierno. 3