Ni el más pesimista de los hinchas de Santiago Wanderers tenía previsto un inicio tan dispar como el del encuentro que la escuadra porteña disputó ante Cobreloa en el estadio Zorros del Desierto, un encuentro clave para sus pretensiones de conservar el primer puesto del torneo.
Una verdadera película de terror que comenzó a los 4' de juego, cuando la rapidez loína encontró la flaqueza en la zona defensiva de Wanderers luego de un pivoteo de Sebastián Romero. Más despierto que todos, el atacante loíno Ignacio Jara, aprovechó la desorganización entre el portero Mauricio Viana y Ezequiel Luna, para convertir el primer gol para el local.
Si bien el Decano pudo contestar a través de un remate de Francisco Alarcón que el portero Claudio González contuvo presto, la balanza volvió a desequilibrarse a favor de Cobreloa.
Otro error defensivo, particularmente de Mario López tras un zapatazo desde el costado izquierdo, encontró a un Jara que optó por cederle el esférico a Gonzalo Abán, quien simplemente tuvo que correr un par de metros y definir ante un arco prácticamente batido.
El golpe lo resintió la escuadra porteña, al punto de buscar con desesperación un gol que pudo haber llegado a los 12', cuando Luna impulsó en el área chica un balón al arco naranja, pero el defensor caturro fue detectado en posición de adelanto.
A los 16' los verdes se aproximaron con un centro peligroso de Willian Gama desde la derecha, pero el portero González salvó el arco local, tras el disparo de Gustavo Lanaro.
A los 22' continuó el desastroso show de la zaga visitante. Un tiro de esquina terminó con otro enredo entre la ofensiva y Abán terminó poniendo un tercer tanto que, a esas alturas, era mucho castigo para la escuadra porteña, pero un fruto merecido de una desastrosa actuación de la defensa.
Los errores en la zaga fueron el detonante de la desesperación verde, ya que el elenco de Valparaíso incurrió en fallas que por poco no terminaron en el cuarto gol nortino antes de la media hora.
Y, como si se tratara de una comedia, Sebastián Romero esperó a los 31' para ejecutar una contra impecable a espaldas de la golpeada defensa caturra y sentenció el 4-0.
Wanderers, a esas alturas, hacía agua por todos lados. Incluso Cobreloa estuvo a las puertas del quinto gol con un cabezazo de Lucas Simón, a minutos del término de la primera etapa.
Honor y desesperación
Con modificaciones, incluyendo a Lionel Altamirano y a Luis García, el conjunto porteño buscó el descuento que rescatara el honor. Algo que estuvieron a punto de obtener al minuto, con un cabezazo de Gutiérrez que se fue por alto.
Con más garra que fútbol y con dos líneas de cuatro hombres muy marcadas en defensa y medioterreno, Wanderers intentó contrarrestar un avance loíno que estuvo menos intenso que en el inicio.
A pesar de eso, a los 56' nuevamente los errores caturros casi les terminan pasando la cuenta. Lucas Simón se las arregló para dejar atrás a la zaga porteña y un cabezazo providencial de López alejó el peligro.
A esas alturas, poco podían hacer los dirigidos por Miguel Ramírez para, al menos, dañar una bien parada defensa del elenco dueño de casa. Las pocas ideas fueron la tónica y un intermitente Enzo Gutiérrez daba signos de ello a los 61' con un tiro desde fuera del área que fue a dar a la tribuna.
La ventaja, a la larga, terminó relajando a Cobreloa que bajó en algo los brazos y le dejó la iniciativa a un elenco caturro que no podía llegar con profundidad y parecía más empeñado en evitar otra conquista del local que en obtener alguna. De todas formas, a los 72' Simón se las arregló para llegar en solitario ante Viana y no pudo definir.
A esas alturas, sólo Gutiérrez y Altamirano en el Decano parecían mostrarse para conseguir el descuento. A los 85', el chaqueño tuvo una chance con un centro de Bernardo Cerezo, pero el atacante desvió aparatosamente.
La insistencia, al final, tuvo un pequeño premio un minuto después ya que tras una falla tras un despeje local, el exEstudiantes de Caseros fue el que con un ligero toque, venció al portero González y puso el toque decoroso en lo que fue, sin dudas, la peor presentación de Wanderers en el presente torneo de Primera B.