Ibáñez salda la deuda de Wanderers y cambia modelo de administración del club
FÚTBOL. Controlador de la S.A. caturra concurrió al aumento de capital a través de una nueva sociedad llamada Sport Entertainment International Chile, con lo cual desaparece la Fundación Futuro de Valparaíso y terminan fines filantrópicos.
La noticia los sorprendió a todos en Valparaíso. Minutos antes de que se iniciara el partido entre Santiago Wanderers y Copiapó en Playa Ancha, el presidente de la sociedad anónima caturra, Rafael González, anunció que Nicolás Ibáñez había concurrido al aumento de capital aprobado hace un mes por la junta de accionistas.
Sin embargo, la fórmula utilizada por el empresario resultó inesperada: cedió la opción preferente de compra que tenía la Fundación Futuro de Valparaíso (FFV) a una nueva sociedad -que también le pertenece-llamada Sport Entertainment International Chile.
Según explicó el mandamás wanderino, "hubo una sola entidad que hizo uso de la suscripción de las acciones, que es una empresa nueva que adquirió la opción que tenía la Fundación Futuro de Valparaíso, que es una filial de las empresas Drake de España y que actualmente tiene un giro destinado al desarrollo de deporte profesional. A partir de esta suscripción de acciones, ellos son el accionista mayoritario de la institución".
Con esta operación, según palabras del presidente caturro, "los dineros ingresan a la caja social de Santiago Wanderers, y están destinados para dos efectos, uno es pagar el pasivo de la institución y en segundo lugar tener capital de trabajo para este año conseguir el objetivo de ascender a la Primera División. En otras palabras, lo que estoy diciendo es que Wanderers, a contar de ahora, tiene un pasivo reducido a cero, porque se ha extinguido la deuda a través de esta suscripción de acciones".
El gran cambio en la administración del club, que de todos modos mantiene su actual directorio, es que este nuevo ente controlador no tiene fines filantrópicos como la FFV.
"Ahora vamos a estar cien por ciento preocupados del resultado deportivo, de la excelencia en materia de fútbol profesional, buscamos resultados deportivos concretos", explica González.
Esta sociedad por acciones (SpA) creada para tener la propiedad de Santiago Wanderers posee un directorio que integran tres personas de absoluta confianza del controlador.
Se trata del ingeniero comercial Jorge Méndez, actual vicepresidente del club y quien está casado con una hija de la actual esposa de Nicolás Ibáñez; Edmundo González, ingeniero comercial, tesorero del grupo Drake e hijo del excomandante en jefe de la Armada del mismo nombre; y José Miguel Sanhueza, abogado del estudio donde es socio Alberto Eguiguren, exvicepresidente del Decano y asesor legal del máximo accionista del club porteño.
Visión de futuro
Rafael González evitó referirse a las intenciones del controlador de la sociedad tras esta operación financiera, pero reconoce que la beneficencia ya no está en la línea de ruta.
Sobre la opción de que el fin sea valorizar al club para una futura trasacción, el dirigente caturro expresó que "puede ser una visión totalmente válida lo que usted señala, que un club en Primera y sin pasivo tiene un valor de venta mayor que uno en Primera B y con pasivo, pero primero hay que tener presente si hay algún interesado en esas condiciones, si no hay interesados, aunque tengamos un club sin pasivo llegamos al mismo punto".
"La estructura corporativa de Santiago Wanderers sigue siendo la misma, por tanto yo sigo siendo el presidente".
Rafael González Camus, Timonel del Decano
Los montos que
se involucran
La empresa Sport Entertainment International Chile (SEIC) debió desembolsar $4.110 millones para finalmente concurrir al aumento de capital de Santiago Wanderers, con lo cual la participación del empresario Nicolás Ibáñez en la propiedad de la sociedad anónima pasará de un 79% a cerca de un 90%, si es que los minoritarios no se hacen parte del proceso. Un total de 77.036.700 acciones fueron las que suscribió SEIC, y queda un saldo sin suscribir de 20.426.535 papeles de la S.A. porteña.
79% era la participación accionaria que tenía en el club la Fundación Futuro de Valparaíso.