Rechazo unánime a sacar Historia como ramo obligatorio y surgen propuestas de contenidos
EDUCACIÓN. Académicos valoran el aporte del ramo a la formación de la ciudadanía con pensamiento crítico, e incluso, se considera que se podría generar una "historia del presente" o ahondar en el pasado republicano del país.
Ante el anuncio del Consejo Nacional de Educación (CNED) de reformular la malla curricular que deben cursar los alumnos de 3° y 4° medio, se generó un intenso debate en la opinión pública. La discusión se centró especialmente en el hecho que la asignatura de Historia y Geografía sería optativa, dejándola fuera del listado de seis cursos obligatorios que se impartirán en todos los colegios del país en 2020 y 2021, entre el que se encuentra el ramo de Educación Ciudadana.
Ésta contará con contenidos relacionados a la educación cívica y sistemas políticos, su reflexión e influencia social. Algo que, sin embargo, sigue sin ser del gusto de todos, por lo que distintas personalidades del mundo universitario y de la cultura manifestaron su disconformidad con la resolución del CNED y mostraron su preocupación por la formación de los jóvenes.
Desde la academia
Ricardo Iglesias, director del Instituto de Historia de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), calificó como un "profundo error" la resolución, puesto que "la enseñanza de la historia no es sólo un tema de erudición, es ver cómo se enfrenta la realidad, con sujetos que tengan más conocimientos y habilidades".
En ese sentido, el catedrático recordó que antiguamente se daba mayor énfasis a la asignatura en la enseñanza secundaria, puesto que se la veía como una herramienta para formar mejores ciudadanos. "Cada vez tenemos ciudadanos menos comprometidos con los temas electorales, con la participación y el desarrollo social, porque el aporte de la Historia y las Ciencias Sociales es el cómo enfrentar la realidad", aseveró Iglesias.
Por su parte, el académico del Departamento de Historia y director del Magister en Gestión Cultural de la Universidad de Playa Ancha (UPLA), Hugo Castro, calificó la medida como un retroceso en la valoración del pensamiento crítico, que es clave en la formación de una conciencia ciudadana.
"Omitir el conocimiento obligatorio de nuestro pasado, es indiscutiblemente una equivocación que traerá profundas consecuencias en el sentir nacional, sobre todo en cuanto a la reflexión de los procesos de participación política", aseveró Castro. El profesor opinó que con esta medida "lo que se espera generar es una masa acrítica, despolitizada y sin conciencia de su pasado, que permita al gobierno gobernar sin la oposición de los jóvenes, sin ellos ni ellas en la calle".
Y si bien ambos catedráticos valoran la creación del ramo de Educación Ciudadana, miran con cautela el foco que tendrá y el rol del docente de Historia que la podría impartir. Para Castro, por ejemplo, "sacrificar el conocimiento del pasado histórico hará que dicha asignatura carezca de contenidos críticos y se convierta en una educación tecnificada para la aceptación y el conformismo"; mientras que Iglesias sostiene que "estamos a favor de formar una buena ciudadanía, moderna, progresista, participativa y responsable, pero no podemos sacrificar la Historia en virtud de eso".
Otras propuestas
El Premio Nacional de Historia 2008 y académico de la PUCV, Eduardo Cavieres, se manifestó en contra del cambio curricular. Hasta consideró paradójico que el anuncio se hiciera tres días después de los actos conmemorativos del Combate Naval de Iquique, "donde estábamos escuchando discursos oficiales en favor de la historia y de la necesidad de tener conocimiento de ella".
A su juicio, uno de los problemas que se viven en la actualidad es el poco conocimiento de los antecedentes históricos del país y el mundo. "La historia sirve, no para seguir situados en el pasado, sino para conocer de qué manera se ha contextualizado este presente", expresó el académico, centrándose en la necesidad de entender los procesos.
En ese sentido, planteó que en vez de hacer una asignatura optativa de Historia, se incorpore en el temario una "historia del presente". "Por supuesto tiene que estar lo que tiene que ver con la economía y la ciudadanía del presente, con la democracia y con todos los valores que se intentan rescatar, en términos aislados, de lo que son los grandes problemas intrínsecos de la sociedad", sostuvo.
En tanto, el Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales 2009, Agustín Squella, consideró que en la educación chilena se sigue dando más importancia al contenido y al método en que se enseña, que al objetivo que se propone.
"Si hasta hace poco profesores y establecimientos criticaban a los jóvenes que sólo estudiaban para las notas, ahora ellos están haciendo lo mismo: parecen trabajar para los puntos, las calificaciones, las pruebas nacionales e internacionales a que se someterán sus alumnos y los rankings que se hacen después de rendir la PSU", afirmó el abogado y académico de la UV.
Respecto de la supresión de la obligatoriedad del ramo de Historia, Squella también lo calificó como un error, ya que esta asignatura ayuda a pensar cuando no se ve "como el relato de una simple seguidilla de acontecimientos", esperando incluso un cambio para que "alguna vez privilegiamos en Chile nuestra historia institucional, como república, y no nuestra historia militar".
Desde la Cultura
El escritor Jorge Baradit -autor, entre otros, de trilogía "Historia secreta de Chile" y "La dictadura" que han vendido más de 300 mil ejemplares sólo en Chile-, también se refirió al cambio curricular.
"Eliminar horas de Historia es otro paso más en este error de considerar la educación como adiestramiento específico para la producción de 'expertos' inconscientes", opinó el autor porteño. A su juicio, la educación "es para ser mejores personas, integralmente"; y la historia "es importante porque construye la identidad de las personas y desde esa identidad se construye además la opinión política".
Hasta la propia Ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Consuelo Valdés, ha rechazado la propuesta, pues dijo a Cooperativa que "ojalá tuviera un carácter de mayor obligatoriedad", pues "si queremos tener una ciudadanía bien formada, empoderada, van a ser los futuros líderes, futuros concejales, parlamentarios, ministros, Presidentes. Creo que una formación integral, sobre todo, en el campo de las ciencias sociales, de la historia, es fundamental", finalizó.
"La historia sirve, no para seguir situados en el pasado, sino para conocer de que manera se ha contextualizado este presente"
Eduardo Cavieres, Premio Nacional de Historia
"La enseñanza de la historia no es sólo un tema de erudición, es ver cómo se enfrenta la realidad"
Ricardo Iglesias, Director, Instituto de Historia PUCV
"Lo que se espera generar es una masa acrítica, despolitizada y sin conciencia de su pasado"
Hugo Castro, Académico Historia UPLA
"A ver si alguna vez privilegiamos en Chile nuestra historia institucional, como república, y no nuestra historia militar"
Agustín Squella, Premio Nacional de, Humanidades y Cs. Sociales