No pocos se sorprendieron a fines de febrero de 2018 cuando el Presidente Sebastián Piñera no incluyó en su diseño original al abogado Raúl Celis Montt, intendente regional durante los cuatro años de su primer gobierno, renunciado a Renovación Nacional por discrepancias internas, guardián del legado del piñerismo regional en los años de ostracismo y puntal de Avanza Chile, la facción que siguió trabajando por el retorno a La Moneda durante los cuatro años de la segunda administración de Bachelet.
La opción, consensuada más con Andrés Chadwick que con el Mandatario, forzó al flamante intendente Jorge Martínez a improvisar una sorpresiva militancia en RN -a instancias del chahuanismo- para sortear las críticas cruzadas que levantó su nombramiento como jefe del gobierno regional.
Celis, entonces, abocado a su estudio y sus quehaceres personales, sólo volvió a escena meses después como el nuevo presidente de la EPV, ente en el cual debió lidiar no sólo con la mala relación de arrastre de la portuaria con la ciudad, sino que también con la extensa huelga de los estibadores eventuales, ocasión en la cual -con irrestricto apego a la ley, pero quizás con poco o nulo sentido político- se alineó con la posición de TPS y los Von Appen, lo que finalmente terminó costándole su relación con La Moneda y, por ende, el cargo. Cuando muchos pensaban en un nuevo repliegue, Celis sorprendió retornando a RN y diciéndose disponible para ser candidato.
El consenso alcanzado esta semana por Chile Vamos en torno a una primaria para definir la carta oficialista para la gobernación regional en octubre de 2020, podría tener un atractivo prólogo en una eventual interna de RN que debiera enfrentar a Martínez y Celis.
Al final del día, tampoco son tan distintos. Ambos muestran un irreprochable recorrido público y profesional en la zona -sin escándalos de ningún tipo, lo que es harto en los aciagos días que corren-, ambos no son precisamente carismáticos ni encantadores de serpientes, ninguno de los dos obedece a ciegas las instrucciones de un partido. Quizás sus diferencias estriben en detalles como el manifiesto talento de Celis para crear lealtades (algo que Martínez no ha conseguido) o la ductibilidad transversal del actual intendente para sentarse de igual a igual con cualquiera, tenga éste la relevancia que tenga. Ya veremos qué ocurre.