Hace una semana fui invitada a la formalización de uno de los proyectos regionales más esperados en los últimos años. Me refiero a la firma del mandato entre la Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE) y el Ministerio de Obras Públicas (MOP), el cual permitirá iniciar la fase de análisis de la futura construcción del tren de carga y pasajeros que unirá Santiago y Valparaíso.
Ello, sólo un par de días después de haber escuchado al Presidente Sebastián Piñera durante su Cuenta Pública, en el Congreso Nacional, que este anhelado proyecto sería objeto de una licitación internacional, tras declarar de interés público los dos propuestas presentadas al respecto.
Así, tenemos que el mandato firmado el lunes 3 de junio, estipula la creación de un comité integrado por representantes del MOP, del Ministerio de Transportes y de la Empresa de Ferrocarriles del Estado que, con el apoyo de una asesoría internacional, evaluará las dos propuestas existentes y ya declaradas de interés público, y determinará el proyecto que concretará a través del correspondiente proceso de licitación.
Esta es una gran noticia para nuestra región dada la necesidad de alternativas tanto para el transporte de pasajeros que descongestione la Ruta 68, así como para el transporte de carga, debido a la condición portuaria de nuestra zona.
Claramente, es un excelente anuncio para Viña del Mar, comuna en la que ambos proyectos contemplan la construcción de al menos una estación de pasajeros. Ello, dada la necesidad de contar con nueva infraestructura de transporte que responda a la creciente demanda de los viñamarinos que por motivos de trabajo y estudio deben viajar diariamente a Santiago. Así, junto con ofrecer una alternativa eficiente de traslado, permitirá un importante ahorro de tiempo, minimizando los lapsos de recorrido y contribuyendo notablemente a mejorar la calidad de vida de sus usuarios.
Por otro lado, vemos a este proyecto como un aporte al desarrollo urbano y social de la comuna, en términos de conectividad y de integración social para la comunidad, configurando una inmejorable oportunidad, en el sentido de trazar un nuevo foco de progreso para la ciudad. Igualmente, el proyecto de tren rápido configura un tremendo desafío para nuestra ciudad, pues esta iniciativa implicará que debamos abordar nuestro actual estándar de movilidad y vialidad interna, debido a que hoy Viña del Mar es centro de una urbe de casi un millón de habitantes del Gran Valparaíso. Y ante ese escenario, estoy segura que este nuevo medio de transporte impulsará, con la ayuda del Gobierno, un mejoramiento integral en materia de vialidad comunal.
Como señaló el intendente regional, Jorge Martínez, estamos frente el proyecto de inversión más relevante de los últimos 100 años en la Región de Valparaíso y como ciudad protagonista de esta histórica obra, en Viña del Mar estaremos siempre con la mejor disposición y la mayor voluntad para colaborar en todo el proceso que se avecina hasta contar con esta esperada y tan necesaria infraestructura ferroviaria.