Ataque a dos buques eleva la tensión en el Golfo de Omán y EE.UU. apunta a Irán
INCIDENTE. Petroleros ardieron cerca del estrecho de Ormuz. Tripulaciones fueron rescatadas. El crudo subió sobre 3%.
El ataque a dos buques petroleros en el Golfo de Omán un mes después del supuesto sabotaje de cuatro barcos en la misma zona, volvió a aumentar la temperatura en una región que vive en tensión desde hace semanas, mientras los precios del petróleo tuvieron fuertes alzas.
Dos barcos, uno propiedad de un armador noruego y otro japonés, sufrieron ayer impactos y explosiones mientras salían del estrecho de Ormuz hacia el Golfo de Omán, a unas 30 millas de la costa iraní.
A primera hora del día, el comando de la V Flota de Estados Unidos, con base en Bahrein, confirmó que estaba dando "asistencia" a dos naves "atacadas", tras recibir dos llamadas de socorro. El Pentágono informó después que envió a la zona al "USS Bainbridge", un destructor con misiles guiados. Según EFE, un buque iraní salvó a los 23 tripulantes de una nave y a los 21 de la otra, y los condujo al puerto de Jask, en la provincia iraní meridional de Hormozgan. Sin embargo, la V Flota de EE.UU. dijo más tarde que fue ella la que rescató a estos 21.
Detonaciones
El director general de los puertos de esa región, Alahmorad Afifipur, explicó que el primer carguero, de nombre Front Altair, se incendió a 25 millas del puerto de Jask.
De acuerdo con la información facilitada por la autoridad marítima de Noruega, se registraron tres detonaciones en el Front Altair, un buque que pertenece al armador noruego Frontline.
El capitán del barco, que había partido de Qatar con destino a Taiwán, ordenó a la tripulación que abandonara el barco debido al fuego, según Afifipur, citado por la agencia oficial IRNA. Tras ser rescatadas y llevadas a un barco mayor, este las dirigió al puerto de Jask.
El segundo carguero, el Kokuka Courageous, un buque cisterna que navegaba con rumbo a Tailandia y posteriormente a Singapur bajo bandera panameña, y que pertenece a la empresa japonesa Kokuka Sangyo, sufrió el incidente a unas 30 millas de Jask.
Directivos de la firma nipona dijeron en Japón que la embarcación, que transportaba 25.000 toneladas de metanol, recibió dos impactos a babor, tras lo cual el capitán dio orden de abandonar el buque y sus 21 tripulantes, todos filipinos, fueron rescatados.
Las autoridades de Japón no precisaron quién puede estar detrás del ataque.
Estados Unidos sí se atrevió a decir de quién es la responsabilidad. Su secretario de Estado, Mike Pompeo, dijo: "La valoración del Gobierno de Estados Unidos es que la República Islámica de Irán es responsable de los ataques ocurridos en el golfo de Omán".
El ministro iraní de Exteriores, Mohamad Yavad Zarif, estimó "sospechosos" ambos incidentes. "Los ataques denunciados contra los petroleros relacionados con Japón ocurrieron mientras el Primer Ministro japonés, Shinzo Abe, se reunía con el ayatolá Ali Jameneí", líder supremo iraní, "para mantener conversaciones extensas y amistosas", escribió Zarif en Twitter.
Por ello, y considerando que algunos países acusaron a Irán de un incidente similar ocurrido en mayo, Zarif agregó que el término "sospechoso" se queda corto para describir lo ocurrido en el mar de Omán.
Abe llegó el miércoles a Teherán para buscar distensión en la zona. Se reunió con el Piraní, Hasan Rohaní, y ayer lo hizo con Jameneí.
Rohaní aseguró que su país no va a iniciar una guerra con Estados Unidos, pero Abe le pidió además que tenga "un papel constructivo" e instó a evitar "un choque accidental" en Oriente Medio.
Hace un mes, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita denunciaron el sabotaje de cuatro buques en el Golfo Pérsico -que se conecta con el de Omán a través de Ormuz-, señalando de manera más o menos explícita que Irán podía estar detrás de los incidentes. El asunto llevó a una escalada de tensión en la zona con la decisión del Gobierno estadounidense de desplazar hasta allí un buque de asalto anfibio y el portaaviones USS Abraham Lincoln.
Finalmente, tras varias semanas y una cumbre regional organizada por Arabia Saudita para denunciar supuestas maniobras de Irán en la región, Washington dio por cancelado el riesgo de nuevos ataques. Sin embargo, los incidentes de ayer amenazan con volver a calentar los ánimos y generar turbulencias en los mercados.
El petróleo se disparó a primera hora ayer. El barril de Brent subió 3,22% frente al precio de apertura, situándose en 60,62 dólares, y el barril de Texas escalaba 3,03% (1,55 dólares), cotizando 52,69 dólares.
20% del petróleo mundial se transporta por Ormuz, cercano a Irán, Emiratos Árabes y Omán.
25.000 toneladas de metanol transportaba el buque carguero japonés "Kokuka Courageous".