Huelga contra reforma de pensiones y recortes a educación paraliza Brasil
PARO GENERAL. Gobierno de Bolsonaro busca elevar la edad de jubilación.
El Gobierno de Jair Bolsonaro enfrentó ayer la primera huelga general contra su gestión, convocada por las centrales sindicales en rechazo a la reforma de pensiones que se discute en el Congreso y a los recortes en el presupuesto para la educación.
Sao Paulo y algunas ciudades del país amanecieron con bloqueos en las principales vías y el transporte público parcialmente afectado. Manifestantes quemaron neumáticos en una de las principales autopistas paulistas y la ocuparon gritando "paro general". En el sector oeste de la ciudad, otros incendiaron un automóvil.
En el centro de Río de Janeiro, la policía arrojó gases lacrimógenos a los manifestantes que intentaban bloquear la Avenida Brasil, una de las principales vías de circulación, en las proximidades de la terminal de autobuses. Las fuerzas de seguridad liberaron el área y no hubo reporte de heridos.
Este es el primer paro general en dos años contra una reforma considerada clave por el equipo económico del Gobierno para reactivar una economía alicaída.
"es un éxito"
"El paro es un éxito", evaluó la Central Única de Trabajadores, la principal central sindical de Brasil, que convocó la protesta. Según estimaciones de esa organización, 45 millones de personas adhirieron a la jornada.
"Mientras el Gobierno permanezca con su propuesta de reforma previsional que fragiliza a los trabajadores y aumenta el número de miserables, continuaremos al frente del movimiento de protesta", dijo Adriana da Silva, presidenta del sindicato bancario de Rio.
La administración de Bolsonaro pretende elevar las edades jubilatorias a 65 años para los hombres y 62 para las mujeres e incrementar las contribuciones de los trabajadores activos. "Es una reforma que va a acabar con la jubilación, va a hacer a los trabajadores trabajar hasta su muerte", dijo la profesora Carolina Cacau.