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Juzgado Civil acoge apelación contra el Fisco por las dunas

CONCÓN. Reconsa insiste en que hubo daño al declarar área como santuario.
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El 22° Juzgado Civil de Santiago determinó acoger el recurso de apelación que presentó la Sociedad Urbanizadora Reñaca Concón (Reconsa) y la Inmobiliaria Montemar S.A., ambas empresas representadas por Juan Ignacio Soza, quienes apelaron en la demanda indemnizatoria contra el Fisco que fue rechazada, en primera instancia, por el tribunal.

Tras esto, ahora la acción judicial será resuelta en la Corte de Apelaciones de Santiago, entidad que tendrá que ver si se acoge o no la postura del privado que solicita al Fisco una indemnización de $ 79 mil millones por la supuesta desafectación de las 30,1 hectáreas que fueron declaradas, el 4 de enero del 2013, Santuario de la Naturaleza.

Lo que postulan las firmas en las 66 páginas del recurso de apelación, que es representado por los abogados Carlos Figueroa y Benjamín Pupkin, es que los propietarios tienen derecho a recibir una indemnización por el perjuicio que significó la declaratoria de Santuario de la Naturaleza que limita urbanizaciones, loteos y construcciones en el lugar, por lo cual, se produce una desafectación económica a las empresas.

Para los representantes de Reconsa y la Inmobiliaria Montemar S.A., la determinación de primera instancia del 22° Juzgado Civil de Santiago, que rechazó en su totalidad el recurso, fue una determinación parcial. Según el privado no se desconoció la propiedad, ni se desvalido los peritajes que se hicieron en torno al terreno, por lo que entiende que sí ni hubo un daño a las firmas que actualmente se ven limitadas para construir en aquel lugar.

En el escrito de apelación explican que "los tres informes periciales emitidos en el proceso, por orden del tribunal, y por peritos designados (...) demostraron categóricamente que las demandantes eran dueñas de los inmuebles afectados por la declaración de Santuario -acreditando con ello la titularidad de la acción- y el efecto e impacto absoluto que provocó en cuanto al uso del terreno la referida declaración, acreditando con ello el daño patrimonial causado a las actoras, por la pérdida de valor que conlleva la misma".

Utilización del terreno

En el fallo del Juzgado Civil quedo establecido que las firmas no tenían limitación de edificación porque "la normativa vigente sólo establecía requisitos previos para el desarrollo de proyectos que pudieran tener impacto en el delicado ecosistema que el derecho buscaba proteger, en concreto, el sometimiento al denominado Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental".

Esta situación no es considerada por el demandante que postula que hay un ordenamiento de un Plan Regulador Comunal que se da por la declaratoria de Santuario y una "Propuesta de Plan De Manejo para el Santuario de la Naturaleza "Campo Dunar Punta de Concón", documento que fue elaborado el año 2017 por la Seremi de Medio Ambiente que limita futuras edificaciones en el lugar.

Abogado ratifica la demanda

El abogado Carlos Figueroa explicó que lo que se busca es que el Fisco pague la "expropiación indebida" que generó la declaración de Santuario de la Naturaleza en las 30,1 hectáreas. Esto, dijo, porque "si bien el fallo rechaza la demanda, es un fallo que contiene presupuestos bien importantes porque le da valor a los peritajes para determinar cuánto valía el terreno antes y después de la declaración del Santuario (...). La demanda no pretende dejar sin efecto la declaración de Santuario, sino que dice que si se declaró como tal que se paguen los daños que eso significa a un particular".

PDI detiene a la única prófuga de la llamada Secta de Colliguay

POLICIAL. Natalia Guerra, condenada por parricidio, fue aprehendida en una parcela de Isla de Maipo, desde la cual también quiso huir al ser ubicada por la policía.
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Javier Ossandón

En una parcela de la comuna de Isla de Maipo, en la Región Metropolitana, fue detenida la mañana de ayer Natalia Guerra Jequier, única condenada de la llamada Secta de Colliguay que aún se mantenía prófuga de la Justicia tras ser sentenciada el 6 de marzo de 2017 a una pena de cinco años de presidio menor en su grado máximo, como autora del delito de parricidio de su hijo recién nacido, Jesús Guerra Guerra, hecho cometido el 23 de noviembre de 2012 en el Fundo Los Culenes de Colliguay, en Quilpué.

Fue en ese lugar donde junto a Pablo Undurraga Atria, quien cumple similar condena por homicidio calificado, y Ramón Castillo Gaete, autodenominado Antares de la Luz y quien se erigía como líder de la secta, dieron muerte al bebé de sólo dos días de vida, lanzándolo este último a una hoguera preparada para este efecto.

Por este crimen fueron también condenados a tres años de presidio menor en su grado medio como encubridores David Pastén Rojas, María del Pilar Álvarez Fuenzalida, Carolina Vargas San Martín, Josefina López Núñez y Karla Franchy Arana, quienes se encuentran cumpliendo la pena en libertad vigilada intensa.

Antares de la Luz, en tanto, de quien se supo era el padre del lactante asesinado, huyó a Perú, específicamente al Cusco, una vez que el caso quedó al descubierto. Y fue ahí donde acechado por un estrecho cerco policial decidió suicidarse en una casona abandonada.

Hallazgo clave

De acuerdo al relato del jefe de la Brigada de Investigaciones Policiales Especiales (BIPE) Metropolitana de la Policía de Investigaciones (PDI), comisario Juan Pablo Pardo, lo que posibilitó seguir más de cerca el rastro de Natalia Guerra fue el hallazgo de documentación clave en una casa que arrendó en Calera de Tango, información que permitió a los efectivos policiales determinar la identidad de la pareja de la mujer.

"La persona que después llegó a arrendar este domicilio los encontró y nos comunica a nosotros (este hallazgo). Es ahí donde nosotros establecimos la identidad de la pareja de Natalia y procedemos a hacer el trabajo investigativo con respecto a esta persona. En virtud a ese procedimiento y a los seguimientos que realizamos a esta persona logramos dar con el domicilio donde se encontraba Natalia", comentó el oficial de la policía civil.

Pero para llegar a ella se debía contar con una orden de entrada y registro, la cual fue solicitada ante el Tribunal de Garantía de Quilpué el pasado viernes por el fiscal Juan Emilio Gatica, persecutor que lideró la investigación del caso y que se mantuvo en coordinación con la BIPE para dar con el paradero de la prófuga.

"En relación (a la ubicación de Natalia Guerra) en este último domicilio, porque se chequearon varios domicilios antes donde se tuvo antecedentes y pistas de que podía estar alojada en alguno de estos, hace alrededor de un mes, un mes y medio se comienza a tener un cierto grado de certeza, pero eso hay que chequearlo y rechequearlo (...) Y para llegar a eso no es de la noche a la mañana", explicó el fiscal.

Pero los datos obtenidos en esta ardua indagación tuvieron sus frutos, siendo detenida Natalia en el lugar, aunque no de forma inmediata, ya que intentó huir, según confirmó el jefe de la Brigada de Investigaciones Policiales Especiales (BIPE).

Seguía ligada a culto

"Se cambiaba de domicilio constantemente y ella también se mantenía oculta en su domicilio, no salía ni siquiera a comprar, para lo cual ella le hacía los encargos a su pareja", complementó el comisario Juan Pablo Pardo, quien reveló, a su vez, que la mujer aún permanecía ligada "con su culto, con su secta", aunque no especificó en su comparecencia ante los medios de prensa si se trataba de la misma secta que lideró Antares de la Luz, pero que sí "se hacían reuniones en la parcela (de Isla de Maipo) de su culto".

En estos poco más de dos años prófuga, el fiscal Juan Emilio Gatica consignó que "los antecedentes que tenemos hasta el momento es que ocupaba domicilios distintos, todos en la zona central. Eran, sí, domicilios retirados de zonas urbanas, pero por lo menos ocupó tres domicilios distintos" y "siempre eran parcelas".

Tras su aprehensión, una investigación clave será determinar las causas que permitieron a Natalia Guerra eludir a la Justicia y, en este caso, si recibió apoyo de terceros. En ese sentido, el persecutor adelantó que se podría configurar eventualmente el delito de encubrimiento, aunque ello deberá ser analizado de acuerdo a los antecedentes que le provea la BIPE de la PDI.

"En principio, como yo llevo la causa, me van a llegar a mí (los antecedentes). Una vez que los analice los tengo que derivar a la Fiscalía que corresponde, pero primariamente me van a llegar a mí porque yo era el fiscal que tenía la causa y coordinamos las últimas diligencias para lograr la ubicación de Natalia Guerra", puntualizó Juan Emilio Gatica.

De corroborarse que recibió ayuda, explicó que quienes sean responsables de ello se exponen "a la misma pena que tuvieron los otros condenados en el caso Antares, (es decir) presidio menor en su grado medio, de 541 días a tres años".

En cuanto al cumplimiento de la pena de Natalia Guerra, el jefe la BIPE Metropolitana confirmó que la mujer ya fue puesta a disposición de Gendarmería, institución que la trasladó al penal femenino más cercano.

"Los antecedentes que tenemos hasta el momento es que ocupaba domicilios distintos, todos en la zona central. Eran, sí, domicilios retirados de zonas urbanas, pero por lo menos ocupó tres domicilios distintos"

Juan Emlio Gatica, Fiscal que encabezó la investigación de la Secta de Colliguay

5 años de presidio en su grado máximo, como autora del delito de parricidio, deberá cumplir Natalia Guerra.