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Los dos años de Natalia como prófuga y el tiempo que podría pasar detenida

SECTA DE COLLIGUAY. Con un nombre falso y sin salir de la casa que arrendaba junto a su pareja estuvo durante este tiempo la madre del lactante incinerado en 2012. Detalles de cómo la PDI dio con ella.
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Cristián Rodríguez F.

Sin ni siquiera asomarse por las ventanas de su parcela arrendada en Isla de Maipo, vestida con ropa ligera y con su cabello largo y de color castaño. Así permaneció por más de dos años Natalia Guerra Jequier -o Constanza Etcheberry, como se hacía llamar-, la madre del lactante de sólo dos días de vida que en diciembre de 2012 fue incinerado como parte de un ritual cometido por la recordada Secta de Colliguay, liderada en ese entonces por Ramón Castillo Gaete -autodenominado Antares de la Luz-, quien se terminaría suicidando en Perú una vez que se destapara el macabro caso en Quilpué.

Cuatro años después, y tras una larga investigación que se extendió más de lo normal, la mujer fue declarada culpable del delito de parricidio, recibiendo una pena efectiva de cárcel de cinco años. No obstante, jamás se presentó a cumplir su condena, decretándose en mayo de 2017 una orden de detención en su contra que la convertiría en una de las personas más buscadas del país.

De ese momento que su vida -nuevamente- volvió a tomar otro rumbo, siendo su actual pareja, de nombre Esteban, uno de los apoyos claves que tuvo para mantenerse prófuga de la justicia hasta el martes de esta semana, cuando fue detenida por la Brigada de Investigaciones Policiales Especiales (BIPE) Metropolitana de la Policía de Investigaciones.

Documentos perdidos

De acuerdo a lo que explicó ayer a este Diario el jefe (s) de dicha brigada, comisario Juan Pardo, el conviviente de Natalia "fue el apoyo fundamental" que tuvo ella para no ser detectada por más de dos años. De hecho, y en base a diferentes registros de prensa que mantiene la PDI, ambos se conocieron durante la investigación del caso, puesto que se le vio acompañándola en distintas audiencias en Quilpué.

Por lo mismo, el arriendo de las dos parcelas de Santiago en que vivieron durante este tiempo, las cuentas que mantenían juntos, las compras de mercadería y prácticamente todo lo que hacían quedaba a nombre de Esteban. "Él tomaba hartas precauciones. A veces manejando a velocidades sobre los 200 km/h, pero nunca se percató de la presencia de nosotros", aseguró el comisario, dando cuenta de lo consciente que estaba el hombre de la situación de su pareja.

Sin embargo, un inesperado descuido hizo caer la planificación que ambos tenían. Hace tres meses, según explicó el jefe (s) de la BIPE, la familia que llegó a vivir a la primera parcela que arrendaban encontró la licencia de conducir y una tarjeta de crédito de Natalia. "Con el fin de ubicarla, ellos 'googlearon' su nombre y se dieron cuenta de que estaba relacionada con la Secta de Colliguay, así que se comunicaron con nosotros", detalló Pardo.

Si bien la PDI ya la tenía situada en el sector sur de Santiago, aunque sin conocer su paradero exacto, el hallazgo permitió conectar por primera vez a la mujer con Esteban, dado que él aparecía como arrendatario de la propiedad donde estaban los documentos. "Sabíamos que al lugar que él llegara iba a estar Natalia", indicó el comisario.

Investigación científica

Con los antecedentes sobre la mesa, la PDI demoró cerca de dos meses en determinar el nuevo lugar donde vivía Esteban y, por consiguiente, Natalia. "Él practica artes marciales y fue a unos campeonatos internacionales (en Brasil). Y en uno de sus regresos al aeropuerto de Santiago realizó una videollamada con Natalia que fue detectada por nuestros funcionarios que estaban en el lugar", explicó Pardo, quien agregó que "lo seguimos hasta su domicilio y así pudimos establecer dónde vivía".

Sin la confirmación aún de que ella también residía en la parcela de Isla de Maipo, de manera formal los detectives entrevistaron a diferentes vecinos que les confirmaron que allí vivía una mujer de nombre Constanza, pero que como nunca salía no podían reconocerle a través de fotografías.

Por lo mismo, la BIPE Metropolitana decidió trabajar en base a los residuos domiciliarios de la propiedad, donde encontraron diferentes notas manuscritas que, al ser sometidas a un peritaje caligráfico, coincidieron con los documentos judiciales que Natalia había firmado antes de escapar.

"Sabíamos que debía estar ahí, pero antes necesitábamos establecerlo científicamente para así informarle al Ministerio Público y que solicitara una orden de ingreso y registro", agregó el comisario, quien también aclaró que el hombre no fue detenido por no existir una orden en su contra, sin perjuicio de que pusieron todos los antecedentes a disposición de la Fiscalía.

En cuanto a las reuniones de culto que sostuvo durante este tiempo la condenada, el jefe (s) de la BIPE precisó a este Diario que "eran siempre alrededor de cinco o seis personas que asistían a la propiedad a reuniones grupales por temas relacionados con lo espiritual", agregando que "Natalia nos dijo ayer (martes) que también habían sido un par de reuniones" y que "hasta el momento no hemos establecido ningún delito relacionado a ello".

Condena pendiente

Tras ser detenida, la mamá del bebé incinerado en Colliguay ingresó la noche del martes al Centro Penitenciario Femenino (CPF) de Santiago, ubicado en la comuna de San Joaquín, donde permanece "en un régimen de custodia más estricto", según comentó ayer el defensor regional de Valparaíso, Claudio Pérez, quien estuvo a cargo de su defensa.

En esa línea, el abogado precisó que la primera acción que realizarán será pedir que le abonen a la condena de cinco años todos los días que Natalia estuvo privada de libertad, tanto en prisión preventiva como con arresto domiciliario, así como también cuando estuvo internada en los hospitales psiquiátricos José Horwitz y Philippe Pinel (Putaendo).

"A ella la condenaron a 60 meses (cinco años) y, según nuestros cálculos, estuvo 29 meses privada de libertad durante la investigación, por tanto, le quedarían 31 por cumplir (dos años y siete meses)", explicó a este Diario el defensor.

Sin embargo, Pérez también señaló que su representada podría solicitar una libertad vigilada al cumplir dos tercios de la condena, es decir, 40 meses, de modo que sólo podría estar en prisión hasta junio de 2020 (once meses más).

"Ese es el mejor de los escenarios y que es un beneficio que puede ser solicitado", indicó el abogado, quien de todos modos aclaró que para otorgar una libertad vigilada se realiza un informe psicosocial "para determinar cuál es su personalidad y ver si efectivamente esa intervención es más efectiva para su reinserción", agregando que el haber estado prófuga "no debería ser considerado", pero que "eventualmente igual podría perjudicarla".

Pablo Undurraga saldría a fines de 2020

En mayo de 2017, luego que la Corte Suprema rechazara el último recurso para revertir la sentencia por el caso "Antares", Pablo Undurraga -condenado a cinco años como autor de homicidio calificado- ingresó a cumplir su pena al Anexo Penitenciario Capitán Yáber. Consultado ayer por este Diario, su abogado, Javier Arévalo, precisó que actualmente Undurraga se encuentra en la Cárcel de Alta Seguridad (CAS) de Santiago sin beneficios intrapenitenciarios. En su caso, se le abonaron 515 días a la sentencia (poco más de 17 meses), estimándose que saldría en libertad en noviembre del próximo año.

"Los arrendatarios 'googlearon' su nombre y se dieron cuenta de que estaba relacionada con la Secta de Colliguay"

Comisario Juan Pardo Jefe (s) de la BIPE Metropolitana

Los 7 condenados

Natalia Guerra Condenada a cinco años de presidio efectivo como autora del delito de parricidio.

Pablo Undurraga Condenado a cinco años por homicidio calificado. Detenido en Cárcel Alta Seguridad.

David Pastén Condenado a tres años como encubridor. Se sustituyó por libertad vigilada intensiva en el Centro de Reinserción Social de Santiago Oriente.

María del Pilar Álvarez Tres años como encubridora. Reinserción Social en Valpo.

Carolina Vargas Tres años como encubridora. Reinserción Social Quillota.

Josefina López Tres años como encubridora.

Karla Franchy Tres años como encubridora.