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Clubes porteños de montaña resurgen en medio del boom de las actividades outdoor

DEPORTES. Instituciones tradicionales y recientes mantienen viva la pasión por las cumbres y el cuidado del medioambiente.
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Tomás Moggia C.

Después de más de una década, los clubes de montañismo y excursionismo de la zona están volviendo a organizarse bajo una misma bandera.

En cierta medida, aprovechando el aumento del interés en la población nacional por practicar actividades al aire libre, instituciones que han sabido mantenerse vigentes por decenas de años y otras más recientes están comenzando un proceso para tramitar una nueva entidad que los agrupe: la Asociación de Andinismo y Escalada de Valparaíso, dejando atrás la antigua y desafiliada Asociación de Andinismo de Valparaíso (ASAVA).

Entre los clubes que se están organizando con este fin están algunos tradicionales como el Club de Montaña de Valparaíso (Monval), el Club Alemán de Excursionismo de Valparaíso (DAV), el Club Católico de Montaña (CCM) y otros más nuevos como el Piedra Andina de Olmué y el Cordillera Oeste de Viña del Mar.

Entre los objetivos detrás de esta idea está obtener un carnet federado con seguro a través de la Federación de Andinismo de Chile (Feach), que luego de diversos problemas está intentando resurgir, además de una serie de beneficios, como descuentos en casas comerciales y en cursos impartidos por la propia Feach, y rebajas para ingresar a áreas protegidas del Estado.

"Me parece bien la iniciativa. Hay temas de interés común y una asociación le da mayor potencia a un grupo determinado", explica Cristián Fernández, presidente del CCM desde hace tres años.

"El tema de la escalada deportiva, y de la naturaleza en general, ha atraído a más gente a salir al aire libre. El acceso al equipo también se ha vuelto más accesible que antes, ahora en Viña del Mar hay tres tiendas con equipo de montaña, antes eso no existía. Eso ha significado que la cordillera de la Costa y distintos sectores tengan más interesados. Eso a los clubes les sirve, la gente se acerca a ellos para formarse o iniciar su formación y salir más seguros a la montaña, aprender lo básico", complementa Rodrigo Morales, encargado de refugios y director del DAV.

110 años de historia

El club más antiguo de Sudamérica y el segundo más longevo de todo el continente, el DAV cumplió hace algunos meses 110 años de historia que fueron celebrados con una actividad conmemorativa durante mayo.

A través de un programa continuo, establecido para el primer y segundo semestre, este club constantemente organiza diaporamas en su sede ubicada en el tercer piso del club Alemán ubicado en calle Salvador Donoso. Además, todos los meses hay actividades y salidas programadas en la cordillera de Los Andes y de la Costa, en la región de Valparaíso o fuera de ella. "La idea es mantener el club con vida de manera regular", explica Morales.

La institución recientemente remodeló su sede emplazada en el tercer piso del Club Alemán de calle Salvador Donoso, y está en proceso de reinstalación de su museo de montaña, uno de los más antiguos de Chile, y que entre sus reliquias se encuentra un piolet del primer ascenso a la cumbre sur del Aconcagua, una colección de banderines históricos de la década de 1930, y testimonios de primeros ascensos históricos de la región. "Hay mucho material histórico, es un museo muy bonito", añade el director del DAV.

El Monval

Clubes como el Monval planifican salidas en forma regular en alguna de sus cuatro ramas: montaña, escalada, senderismo y esquí.

De hecho, del viernes 16 al domingo 18 de agosto realizarán la travesía El Grat en el Caquicito, en la cordillera del Melón. En septiembre, tienen programada una salida de nueve días para ascender el cerro Parinacota, y el punto más alto será en febrero del próximo año en el volcán Ojos del Salado, en una expedición de 12 días.

El año pasado, en tanto, hicieron un ascenso que estuvo cerca de coronar el cerro Castillo en la Patagonia, y también completaron la "travesía sanmartiniana", cruzando la cordillera de Los Andes para llegar desde Argentina al Paso de los Patos en Chile, una de las rutas del Ejército Libertador, y que transcurre entre gigantes como el Mercedario y el Aconcagua.

"Estoy en el club desde el 2010, y estaba medio de capa caída, pero resurgió. Hay más interés en la gente también por salir al aire libre. Nosotros tenemos muchas personas nuevas, incluso extranjeros", cuenta Sandro Biso, presidente del Monval, club con 40 socios al día, y en cuyas salidas de senderismo participan regularmente entre 20 y 30 personas.

Aporte comunitario

Pero más alla de pisar cumbres y estar en íntimo contacto con la naturaleza, hay clubes como el Católico que junto con eso también desarrollan actividades comunitarias.

"El montañismo es en algunos casos elitista, con grupos bien cerrados, pero a nosotros nos distingue que retribuimos a las comunidades lo aprendido", señala Cristián Fernández, del CCM.

Este club tiene un programa llamado "Aprende Asciende", dirigido a niños, jóvenes, la familia y diversas organizaciones sociales y establecimientos educacionales, donde el objetivo es provomer mediante talleres y otras actividades temas como el cuidado del medioambiente, el desarrollo de habilidades sociales, liderazgo y senderismo.

Es así como en el marco del Mes de la Montaña, que tradicionalmente se celebra en agosto, el sábado 31 a partir de las 9 horas realizarán una actividad dirigida a la familia en su refugio ubicado en Granizo, Olmué. Además, festejarán este mes con una salida de excursión el 16,17 y 18 de agosto al cerro Mocoen en Los Andes.

Es parte del trabajo que hacen clubes que por años han estado manteniendo viva la pasión por la montaña y los entornos naturales, en un marco de respeto y cuidado del medioambiente que también debe ser inculcado a las generaciones futuras.

"El tema de la escalada deportiva, y de la naturaleza en general, ha atraído a más gente a salir al aire libre".

Rodrigo Morales, Director del DAV Valparaíso

De montañas y lugares prohibidos

Mineras, hidroeléctricas, ganaderas y privados han establecido un verdadero cerco a la cordillera de Los Andes y otros lugares del país, generando amplia polémica. La región de Valparaíso no escapa a esa realidad, con zonas emblemáticas como el valle del río Colorado cerrado por una minera y la comunidad Cano Gallegos. Similar situación en que se encuentran sitios como la quebrada Lo Castro en Quebrada Alvarado y el cerro El Roble. "Lo que hay que tratar de hacer es que a través de los clubes haya convenios para regular el asunto. No se hace distinción entre clubes y público general, y los clubes podríamos ayudarlos en la conservación", explica Rodrigo Morales, del DAV. La Campana tampoco se salva al tener rutas de escalada cerradas a todo público. "Pagan justos por pecadores. En el sur, si vas al volcán Villarrica, o tienes que ir con un guía o portar la credencial de un club. Eso nos parece bien, pero aquí no se hace distinción como para saber si el tipo sabe lo que está haciendo o no", añade.

110 años cumplió el Club Alemán de Excursionismo de Valparaíso, DAV, el más antiguo de Sudamérica.

16 de agosto el Club de Montaña de Valparaíso iniciará la travesía del Grat, de 3 día, en la cordillera del Melón.