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Informe de Salud arroja magros resultados de eficiencia en hospitales públicos de la Región

INCUMPLIMIENTO. Evaluación de la Subsecretaría de Redes Asistenciales indica que no cumplen con los parámetros mínimos. Carlos Van Buren y Quillota entre los peores calificados del país.
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Alexis Paredes R.

De acuerdo con los actuales parámetros exigidos por el sistema de medición de la Subsecretaría de Redes Asistenciales, ninguno de los hospitales públicos de la Región, a excepción de la provincia de Aconcagua, cumple con el piso mínimo del 75% en eficiencia.

El informe evacuado por dicho ente estatal da cuenta de importantes falencias en áreas como sustentabilidad financiera, gestión clínica, GES y en las urgencias pediátricas y de adultos, donde a diario llegan cientos de pacientes para ser atendidos.

El hospital San Juan de Dios (Los Andes) alcanzó un 79.05% y el San Camilo (San Felipe) un 74.31%. Sin embargo, el resto de los centros asistenciales de la Región, en lo que también es una tendencia a nivel nacional, no cumple con las estándares mínimos de calidad y gestión que establece el Ministerio de Salud.

A junio de este año, el Hospital Gustavo Fricke obtuvo un 68.06% de cumplimiento del BSC; Hospital de Quilpué, 63.19%; Eduardo Pereira, 62.12%; Claudio Vicuña de San Antonio, 60.42%; Carlos Van Buren, 59.03% y el hospital San Martín de Quillota, el más bajo a nivel nacional, arrojó un 48.65%.

Nueva medición

Durante este año, la Subsecretaría de Redes Asistenciales (SSRA) realizó una serie de modificaciones en los indicadores del Instrumento de Evaluación de Establecimientos Autogestionados en Red para su versión Balanced Scorecard (BSC) 2019, los que fueron alineados a los objetivos estratégicos de la SSRA y al plan de Gobierno.

La nueva versión consta de 39 indicadores. Mayores exigencias en las metas y nuevos procesos críticos a evaluar son el principal desafío, con foco en la medición de resultados de procesos que permitan mejorar la eficiencia de los hospitales autogestionados en red.

Según el reporte a junio de este año, los resultados reflejan un bajo cumplimiento, ya que sólo siete establecimientos del país alcanzan el umbral mayor o igual al 75%.

Estos bajos resultados se explicarían por factores como mayores exigencias en las metas de indicadores, primeros reportes del año con errores o falta de registros en sistema informático; medición de indicadores nuevos con procesos no instalados en los hospitales y discordancia con fuentes de datos oficiales, entre otros.

Entre los parámetros evaluados se cuenta la Sustentabilidad Financiera (Disminución de la deuda, recaudación de ingresos propios, compras a la Cenabast); también se mide la Eficiencia Operacional (intervenciones quirúrgicas suspendidas, pacientes que esperan más de 12 horas en Urgencia, abandono de pacientes en proceso de atención médica, costo del recurso humano, entre otros).

Bajos estándares

Entre los indicadores a medir se contempla el de Pacientes Atendidos dentro del estándar de Unidades de Emergencia Hospitalaria (adulto y pediátrica), donde 41 establecimientos cumplen con el parámetro exigido de 4 puntos.

Sin embargo, destacan por los bajos resultados en la Región el hospital Carlos Van Buren de Valparaíso y el hospital Claudio Vicuña de San Antonio.

En relación al Porcentaje de Cumplimiento de Garantías Explícitas de Salud (GES) en la red de hospitales públicos, dentro de los establecimientos con menor cumplimiento a nivel nacional se cuentan los hospitales Gustavo Fricke de Viña del Mar, San Martín de Quillota y Carlos Van Buren de Valparaíso, con cifras bajo el 98% y que a nivel nacional arrojó un porcentaje promedio de un 98.23%.

Respecto al porcentaje de horas ocupadas en quirófanos habilitados, destacan por estar sobre el estándar promedio de 86% el hospital del Quilpué (92%), Van Buren (88%) y Gustavo Fricke (87%). Mientras que dentro de los establecimientos con más bajos resultados está el Eduardo Pereira (61%) de Valparaíso.

En una semana que ha estado marcada por la denuncia realizada por el Colegio Médico y de distintos estamentos de funcionarios de hospitales y consultorios del sector público por la alta deuda que mantienen con los proveedores y que podría derivar en una crisis sanitaria producto del desabastecimiento de insumos básicos, medicamentos y equipos, además del riesgo de postergar cirugías programadas, el presidente de la entidad, doctor Juan Eurolo, comentó la baja evaluación que presentan los centros de salud de la región.

"analizar con lupa"

Eurolo afirmó que en el cumplimiento de "todas estas obligaciones y deberes o acciones que se están exigiendo" por parte del Minsal, "muchas de ellas dependen de la disponibilidad presupuestaria, entonces hay un cruce entre el evaluador y las partidas que el propio Estado entrega para solucionar temas como una lista de espera GES, donde se necesita contratar médicos porque hay médicos que renunciaron por mejor trabajo, hay que hacer licitaciones a empresas o en otras ocasiones está el médico pero no está el resto del personal o no hay insumos, entonces hay que tener mucho cuidado y lupa al momento de saber qué factores pueden incidir en una evaluación".

Precariedad en el servicio

El dirigente gremial recalca que muchos de estos estándares también se deben cumplir para la acreditación de los hospitales, en distintas materias y ámbitos, pero insiste en que "la disponibilidad presupuestaria y la forma en que se maneja el presupuesto puede resultar clave, más allá de la falta de gestión, porque todos los directivos de hospitales tienen ingenieros y expertos en diversas áreas, el problema es que para echar andar el auto hay que tener bencina".

Eurolo reconoce que la baja evaluación en distintos parámetros "puede afectar mucho en la atención de los pacientes. Las listas de espera se producen cuando no se puede atender a los enfermos, ya sea porque hay déficit de profesionales o personas para atenderlos o porque no hay disponibilidad de espacios, en el caso del Van Buren tiene la tercera parte de la superficie que necesita para cubrir todas las acciones de salud requeridas; la disponibilidad de pabellón o de anestesistas, ya que existen tres médicos dispuestos para trabajar pero sólo una máquina en condiciones. Todo eso influye en estos resultados".

Por tal motivo, el doctor Eurolo critica el sistema de medición, ya que "todas estas políticas y estándares que quieren que se cumplan en los hospitales están basados en cifras obtenidas por estadísticos en todos los hospitales de Chile y planificados por gente que está en Santiago, desde un escritorio, y que no viste delantal".

El presidente de la Comisión de Salud del Consejo Regional (Core), doctor Roberto Burgos, subraya que la crisis que afecta a los hospitales públicos es una situación que se arrastra por años, generada principalmente por la falta de recursos para cubrir los crecientes requerimientos de la población.

"Se busca que los recursos que se aportan sean utilizados en las patologías que corresponde y, de alguna manera, puedan equilibrar sus gastos. No siempre es fácil de hacer para hospitales cabeza de región, como el Van Buren, que tiene una carga especial, no sólo por la población que le toca atender, pero además tiene dos áreas en la que es supraregional: oncología y neurocirugía, por lo que debe resolver lo más complejo de dos regiones y una sobrecarga especial", detalló Burgos, por la alta demanda de los centros asistenciales. En el caso del Eduardo Pereira, debe recibir a todos los pacientes derivados de urgencia, lo que hace aún más difícil realizar una gestión que cumpla a cabalidad con todos los estándares exigidos.

Hospital Van Buren: hasta la caldera falló

El dirigente de la Fenats del Hospital Van Buren, Eduardo Ojeda, se refirió a la crítica situación financiera que afecta al centro asistencial, con un déficit cercano a los $15 mil millones, que se traduce en carencias que van desde la falta de jabones en los quirófanos hasta fallas en la caldera, que los mantuvo sin agua caliente por cinco días, tanto para pacientes como funcionarios. "El hospital requiere $33 mil millones al año y llegaron $18 mil millones; están en peligro las cirugías de los próximos meses y ya se han suspendido algunas intervenciones. No se están entregando medicamentos básicos porque el ministerio no libera los recursos", dijo.

48.65% arrojó la evaluación de eficiencia del hospital San Martín de Quillota, que ostenta los peores resultados a nivel nacional.

79.05% fue el indicador del primer semestre del hospital San Juan de Dios de Los Andes, el único de la zona que supera el mínimo exigido.

61% es la cifra de horas promedio ocupadas en el quirófano del hospital Eduardo Pereira, la más baja de la medición a nivel nacional.