Cristián Rojas M.

En la iglesia Corazón de María, en la avenida Uruguay de Valparaíso, se realizó durante la mañana de ayer la misa fúnebre para dar el último adiós a Mónica Bruna Rodríguez, la mujer de 53 años que, junto a su madre, María Rodríguez, de 82, perdió la vida con el derrumbe de la vivienda que ambas habitaban en la escalera Pasteur, a los pies del cerro Bellavista.

En la misa había excompañeras del Liceo 2, y una de ellas, Paola Muñoz, contó que desde el año 2009 se reunían varias en la casa de alguna de ellas. "Hubo un encuentro ahora último en el que partícipó ella, así que estamos súper afectadas, porque pasamos juntas una etapa importante de nuestras vidas, toda la enseñanza media en el Liceo. Somos varias más pero hubo muchas que, lamentablemente, no pudieron estar acá. De hecho hay compañeras que están en el extranjero que también mandaron sus condolencias", dijo luego de la misa.

En cuanto a la vida familiar de Mónica, su excompañera de liceo relató que "la veía siempre con sus nietos, pendiente, súper preocupada, de hecho una de las chicas acá se encontró el otro día con ella y andaba comprando regalos para celebrar el Día del Niño. Por las noticias nos enteramos que este fin de semana se iban a cambiar de casa".

Emotivo momento

Tras la ceremonia, el cuerpo de Mónica fue llevado en la carroza funeraria por las calles de Valparaíso en dirección a la zona del desastre, vehículo que fue seguido por un cortejo fúnebre compuesto por numerorosos automóviles, buses y motocicletas, cuyos conductores, a modo de homenaje, hicieron rugir sus motores y tocaron sus bocinas, al tiempo que agitaban globos blancos y exhibían retratos de la mujer que falleció trágicamente durante la tarde de este martes.

Al llegar a la intersección de las calles Condell con Huito, los sonidos de los vehículos se intensificaron, pues al final de la calle Huito se veía lo que fue la casa de Mónica y su madre, por lo que sus amigos y familiares, entre sollozos agitaron con fuerza los globos blancos y algunos se dieron tiempo de entregar unas palabras a la prensa, principalmente pidiendo que se haga justicia con las dos mujeres que perdieron la vida trágicamente, abuela y bisabuela de los dos niños que salvaron con vida y que estaban junto a ellas al momento de la tragedia.

Luego, el cortejo se dirigió hasta la última morada de Mónica, el cementerio Parque del Mar, en Concón.

Hoy a las 10.00 horas, en la iglesia Corazón de María, es la misa de María Rodríguez.

El último cuerpo que fue encontrado en el lugar donde se produjo el derrumbe del martes 13 fue el de Enzo Martínez, de 19 años. El cadáver, tras ser levantado por los equipos de rescate, fue trasladado desde la zona cero de la catástrofe hasta el Servicio Médico Legal cerca de las 13 horas.

Al notificarse el hallazgo, Adolfo Suárez, padrastro del joven que trabajaba en el restaurant Patrimonio Porteño, que es de su propiedad, no tenía duda alguna de que el cuerpo encontrado era el de Martínez. El joven se encontraba terminando su enseñanza media.

"Hay un poco más de paz, porque los chicos están, ya los encontraron y ahora estamos esperando a Enzo", expresó Suárez en los minutos previos de la confirmación del hallazgo del cuerpo de su hijastro.

Las dudas que surgen

Para Suárez, tanto Enzo como sus compañeros de trabajo que fallecieron en el derrumbe eran personas de calidad humana que se fueron antes de tiempo. Esto le generó una serie de cuestionamientos acerca de las responsabilidades de los hechos ocurridos el martes.

"Yo me pregunto: Si no hubo terremoto, si no hubo temporal, ¿por qué esa casa se cayó? Y no sé que respuestas nos van a dar, cómo nos van a consolar, pero necesitamos respuestas", opinó.

Por el momento, Adolfo Suárez descartó presentar acciones legales contra los responsables del hecho.