Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Opinión
  • Actualidad general
  • Vida Social
  • Espectáculos
  • Cartelera y Tv
  • Servicios
  • Clasificados
  • Deportes
ENTREVISTA. nelson martínez, remero porteño ganador de plata en Lima 2019, y su renacer tras un doping positivo:

"Fue un proceso que me sirvió mucho para aprender varias cosas y para fortalecerme"

E-mail Compartir

Nelson Martínez quedó con sentimientos encontrados tras ganar una medalla de plata en los Juegos Panamericanos de Lima 2019. En la categoría ocho hombres con timonel, el equipo chileno integrado por el remero porteño lideró gran parte de la regata, pero al final terminaron siendo superados por Argentina por apenas 0,50 segundos.

Sin embargo, a casi un mes de la competición, el deportista iniciado a los nueve años en Regatas Sausalito reconoce que ese lamento y frustración por no haber alcanzado el oro duró apenas unos segundos.

"Una vez que nos bajamos del bote y vimos a todos los técnicos y la gente feliz, nos dimos cuenta de lo importante que fue", asegura el deportista nacional, agregando que "nosotros íbamos a luchar por una medalla sin saber el color".

Para Martínez, la presea de plata también tenía un sabor especial. A mediados de 2015, junto a otros cinco compañeros, no pudo subirse al avión que lo llevaría a Toronto, donde tenía clara opción de alcanzar al podio. Exámenes realizados por la Comisión de Control de Dopaje hallaron la presencia de un diurético en sus muestras, y todo se vino abajo.

- ¿La medalla de plata fue una revancha para usted por todo lo vivido esos dos años?

- Sí, obvio. Y más que eso fue el dolor que causó, porque yo estaba preparando los Panamericano del 2015 en Toronto. Era un bote que estaba andando bien y que iba a luchar por una medalla también, y fueron dos años muy duros que estuve entrenando para esa competencia y dos días antes de viajar que me digan eso... por eso fuimos dos personas las que seguimos, el resto no. Y a mí se me dio la oportunidad de ir a Argentina a entrenar y vivir allá, así que trabajé, junté plata, y me fui.

- Para muchos deportistas el doping es una sentencia a muerte en la carrera deportiva, pero usted demostró que se puede volver a levantar después de algo así...

- Es que una vez que uno sale con doping no te permiten seguir haciendo el deporte, entonces yo aparte de no poder competir, no podía remar. Entonces por eso es como una sentencia a muerte. Además, yo no hago esto por dinero, pero igual tengo el apoyo del Comité Olímpico con las becas, y una vez que te cortan todo en verdad uno tiene que elegir qué es lo que quiere, si aguantar dos años sin estar haciendo nada o empezar a trabajar y hacer otras cosas que no pueden ir de la mano con el alto rendimiento. Yo no quería dejar el remo, y por incentivo de las personas más cercanas, de los entrenadores, y sobre todo la familia, me ayudaron a que siguiera en esto si era lo que quería.

- ¿Cómo recuerda esos dos años sancionado?

- Como que no me acuerdo mucho, como que se me pasaron rápido. O no sé si lo borré, o quizá los tengo medios bloqueados porque nunca me gusta acordarme de eso por la sensación. Fueron años muy, muy duros, sobre todo el año completo que me fui a Mendoza. En Chile no me dejaban remar en ninguna parte, en ningún club, y amenazaban que si yo remaba en un club podían castigar al club y a mí, y ningún club se quería ver involucrado en algo así, entonces me fui a Mendoza, remé ahí y estudié ese año, y aparte de repente trabajaba. Pero igual fue duro, estuve solo, mientras que acá estoy acostumbrado a estar con mi familia, vivir cerca del lago y estar con mis amigos, y allá fue totalmente algo nuevo.

- ¿Mirando en retrospectiva, cree que eso lo hizo más fuerte?

- Sí, creo que claramente me ayudó a madurar en cierto sentido, y a darme cuenta de lo que me gustaba. Y ahora me hace darme cuenta de que sí me gusta el remo, porque en algún momento pensé en devolverme, pero hubo algo que me hizo quedarme allá. Yo me estaba preparando en un doble con un argentino para competir en el nacional argentino y en Chile supieron que iba a hacer eso y empezaron a decir que me iban a castigar de nuevo y cosas así, por lo que tampoco pude competir en esa última competencia que estaba preparando en Argentina.

- ¿Y cómo se dio su regreso a Chile para volver competir?

- Llegué motivado el 2017, estaba entrenado, pero como escondido, porque no me querían dejar entrenar, no tenía lugar para hacer las pesas. Y hubo un control donde me dijeron que si andaba bien podía volver a entrenar al CEO, aunque no en la selección. Y me fue bien y comencé de nuevo a volver y a retomar el nivel. Creo que fue un proceso que me sirvió muchísimo para aprender varias cosas, y para fortalecerme a la hora de que llegue la competencia.

- ¿Todo ese periodo de alguna manera fue evocado con la medalla de plata, se acordó de las penurias y malos ratos?

- No solo en la competencia, en el día a día, entrenando en la mañana, al mediodía, en la tarde, descansando poco y durmiendo mal, hay veces en que uno no quiere entrenar o ir a remar porque está cansado o aburrido, y ahí es cuando me acuerdo por todo lo que pasé como para poder estar ahí y en cierto sentido me resulta motivante. Ahí me doy cuenta que me gusta el remo y busco la motivación de la competencia para apoyarme. Claro que me sirve de motivación todo lo que pasé. Después de la medalla de plata uno se da cuenta lo importante que fue... y claramente me acordé de todos esos momentos, cuando estaba en Mendoza, de los chicos con los que remé allá, y sobre todo del entrenador Pablo Scuri, quien fue el que me recibió en el Club Mendoza de Regatas. Él se la jugó harto.

¿Y cómo visualiza la evolución del remo en todos estos años?

- La evolución es gigantesca, pero no ha sido de una manera rápida, ha sido como tiene que ser, de forma paulatina. Las cosas se ordenaron, la gente se puso a trabajar de verdad como lo tenía que hacer, y el cuerpo técnico que se generó y todo el apoyo del IND y el entusiasmo de los jóvenes se notó bastante. Hubo todo un cambio de motivación porque antes no mucha gente estaba postulando para la selección porque no era tan motivante, pero con todos estos cambios técnicos, cada vez hay más que quieren entrar a la selección.

-¿ Qué tan importante fue en ese sentido la llegada del head coach Bienvenido Front?

- Con él se produjo el cambio, él tiene toda la importancia. Él fue el que llegó a poner orden, enseñó cómo se hacían las cosas. Antes estaban los entrenadores, que son muy buenos técnicos y profesionales, pero él llegó a organizar todo bien y aparte a controlar. Y los resultados sudamericanos fueron más o menos rápidos en algunos botes, pero el resultado como equipo en general se está viendo ahora, ya con el Odesur del año pasado, ahí se comenzaron a dar. Obviamente hubo progresos individuales súper rápidos, como el de las hermanas Abraham, como el de la Isidora (Niemeyer), y con algunos juveniles y sub 23 que subieron el nivel súper rápido, pero eso es porque el nivel del equipo ya está alto.Entonces ahora persona que entra a la selección va a tener un buen nivel, porque para entrar va a tener que ser como todos los que están adentro.

"Una vez que uno sale con doping no te permiten seguir haciendo el deporte, entonces yo aparte de no poder competir, no podía remar. Por eso es como una sentencia a muerte"

"Hay veces en que uno no quiere entrenar, y ahí es cuando me acuerdo por todo lo que pasé como para poder estar ahí y en cierto sentido me resulta motivante"