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ENTREVISTA. Marcelo Díaz, diputado (PS):

"Si el FA quiere buscar acuerdos puntuales con otras fuerzas, debe mejorar el tono"

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Paola Passig

Luego que el Frente Amplio (FA) anunciara tras su congreso ideológico que descartaba acuerdos nacionales, pero no puntuales caso a caso, el diputado socialista Marcelo Díaz cree que la decisión es, de alguna manera, un abanico de posibilidades más que un retroceso a la opción de tener candidaturas comunes.

- ¿Por qué?

- Lo que me han transmitido distintos dirigentes del FA como lo esencial de su acuerdo, es que están disponibles para acuerdos específicos para candidaturas comunes en distintas comunas, que pueden ser una, unas cuantas o muchas; eso va a depender caso a caso. Y eso es positivo, porque en la medida que somos capaces de analizar y evaluar cada caso, nos va a permitir tener la posibilidad de tener los acuerdos necesarios para disputar ante la derecha municipalidades que son claves. Así que me parece que es un paso positivo en la perspectiva de crear condiciones de unidad.

- Para el senador Juan Ignacio Latorre, en Valparaíso el FA tiene algo así como "derechos adquiridos" con Jorge Sharp, señalando, incluso, que el alcalde puede volver a ganar sin necesidad de pactos de omisión.

- Creo que cuando se expresa disposición a acuerdos puntuales, uno de los puntos que va a poner sobre la mesa el FA es Valparaíso y lo razonable es hablar sin ningún tipo de condicionamientos. Yo he expresado públicamente que me parece que el candidato natural de la oposición es Jorge Sharp, pero tampoco es sentarse a conversar y decir "mire, todos estos candidatos salen solos, así que no necesito un acuerdo suyo". Ese no es el modo. Y si es de verdad que quieren buscar un acuerdo y como hay otras fuerzas que pueden tener candidatos, es mejor usar un tono horizontal y de negociación fraterna.

- En Viña del Mar si bien no hay un candidato concreto, sí enfrenta en esta ocasión características especiales. Una alcaldesa desgastada y cuestionada.

- Sin duda, hay una opción, pero es clave la unidad de la oposición. Si no somos capaces de encontrar una figura que nos represente a todos, es altamente improbable que seamos una fuerza competitiva. Por eso en ese diálogo debemos ser tremendamente generosos para que estemos todos en condiciones de respaldar a aquellos que, compartiendo una plataforma programática común, sea capaz de representar lo que Viña necesita y que sea el candidato de todos.

- En el caso de la elección de gobernador regional el FA quiere ir con candidato propio porque consideran que la primera vuelta será una especie de primaria.

- No ir con candidato único es un riesgo. Debiésemos procurar un diálogo para tener una candidatura común. Es aventurado pensar que como se trata de una candidatura unipersonal que se elige con un umbral del 40%, eso garantice una segunda vuelta. Si la derecha se une en torno a un candidato fuerte, puede alcanzar el 40%. Espero que el FA tenga disposición al diálogo, y así se lo planteé al propio senador Latorre, y espero que esa disposición exista. Yo lo he planteado: por qué no discutir nombres que están sobre la mesa como Beatriz Sánchez, si estuviera disponible, o Aldo Valle u otros. Y no sólo nombres, sino que propuestas o ideas.

- Qué le parece que el diputado Sebastián Torrealba (RN) señalara que la elección de gobernadores nunca debió hacerse, ya que son procesos propios de "sistemas federales" .

- Tengo una buena opinión de Sebastián, pero él representa a Santiago y eso lo hace perder la perspectiva de lo que se padece en regiones por el centralismo. Francia también es un estado unitario y tiene presidentes regionales electos. Y eso no produce un desmembramiento del Estado unitario. En Chile se ha logrado una combinación adecuada entre el carácter unitario del Estado de Chile con un proceso de regionalización que distribuye poder. Que es imperfecto, lo es, pero cuando se elijan se generará un punto de inflexión porque habrá una creciente presión de todos los gobernadores y gobernadoras elegidos hacia el poder central para que aumente el proceso de traspaso de competencias.

- Tras la acusación constitucional cómo ve a la oposición.

-La oposición fue golpeada y ello no puede ser evaluado como un proceso exitoso porque aunque se mostró una unidad que hace rato no teníamos, la derrota no fue el desenlace buscado. No creo que haya que matizar o atenuar lo negativo del resultado.

- ¿Qué sigue entonces?

- Tenemos que ser claros en caracterizar a la oposición. Hoy hay dos fuerzas opositoras: por un lado está la DC, especialmente su bancada y su directiva que ha potenciado un rol de bisagra con el Gobierno; y por otra, una oposición de izquierda que ha puesto el énfasis en la defensa de las conquistas alcanzadas, especialmente en la última etapa de Bachelet. Tenemos que dejar de preocuparnos de lo que haga o no haga la DC y preocuparnos más bien de que ese esfuerzo de convergencia que se ha ido dando en la práctica frente a la agenda legislativa del Gobierno, se cristalice en un diálogo más constante.

- Qué le parece que todos los acuerdos que ha logrado el Gobierno con la bancada DC en la Cámara y su directiva, en el marco de la reforma tributaria, estén en riesgo en el Senado, al punto que los propios senadores oficialistas le están pidiendo al Ejecutivo revisar la reintegración porque no están los votos.

- Mal. Están pagando un alto costo por apoyar al Gobierno y han terminado aislados del resto de la oposición. Es el mismo Gobierno el que entiende que cuando llega al Senado está obligado a retroceder respecto de lo que se acordó con un sector del PDC. Eso significa que la izquierda tiene la posibilidad de abrir un diálogo con el Gobierno que, sin transar en cuestiones esenciales, nos permite una conversación que no esté mediatizada por la amenaza del Ejecutivo de llegar a acuerdos con la lógica del pirquineo de votos que anulen la influencia de nuestras posiciones en esas conversaciones. Entonces, se puede configurar un cambio muy profundo del escenario político si es que este cambio de posición que hemos visto en el Ejecutivo es una constatación de realismo político al darse cuenta que no cuentan con los votos. El Gobierno o flexibiliza o se expone a una derrota. Y la reflexión que debe estar haciendo La Moneda ahora es que ese acuerdo "no me sirvió de nada". Entonces, hay que dejar a la DC que resuelva sola su realidad y sus definiciones, porque era evidente que esto iba a pasar, y nosotros tenemos que abocarnos a construir acuerdos con fuerzas afines. Hay que desmitificar eso de que la oposición obstruye porque muchos proyectos se han aprobado con nuestros votos.

- ¿Cuál es el rol del PS en todo esto?

- Es aquí donde el PS tiene una oportunidad para salir de la intrascendencia en la que se encuentra sumido. En esta indefinición en la que está, en tierra de nadie. Entre eso de que me gustaría que estuvieran todos juntos, pero no soy capaz de juntarlos porque no juego el rol de articulador que me autoasigné, prefiero un PS que se instale en su domicilio político, que es la izquierda, y que lo diga derechamente: nosotros somos de izquierda. Pero no somos cualquier izquierda, somos una izquierda moderna, somos una izquierda que le ha dado gobernabilidad a Chile y que es capaz de encarnar una propuesta de futuro. Somos la izquierda que recuperó la gratuidad en la educación, que tiene un proyecto de crecimiento económico y desarrollo que lo combina con acceso a derechos sociales. Eso es lo que somos y lo que tenemos que ser. No somos la única izquierda, pero somos la izquierda y, por lo tanto, el paso que debe dar el PS para salir de esta anomia es articular con su mundo de referencia e invitarlos a jugar este rol. La gente no sólo elige a quien le ofrece un camino de mayor justicia y equidad, sino que también a quien le propone gobernabilidad. Y el PS tiene un capital de gobernabilidad que se pierde cuando se invisiliza su rol, cuando no define su domicilio político o cuando no expresa con nitidez sus puntos de vista.

- ¿A eso apuesta lo que ha llamado Plataforma Socialista?

- De alguna forma sí, apunta a contener un poco la diáspora que se está produciendo. Renunció Fernando Atria y Gonzalo Durán, pero no me sorprende porque es parte de la crisis del PS que ha enfrentado y sigue enfrentando de mal modo por falta de liderazgo y de voluntad de tomar las decisiones que hay que tomar.

- ¿Cuál?

- Por una parte, ser drástico con el clientelismo y eliminar la penetración del narcotráfico en el padrón. Y por otro lado, la ausencia de un diseño claro de lo que implica la acción del PS.

"La bancada DC está pagando un alto costo por apoyar al Gobierno; han terminado aislados del resto de la oposición. Tenemos que dejar de preocuparnos de lo que haga o no haga la DC y preocuparnos de construir unidad con sectores afines" "Es el Gobierno el que entiende que al llegar al Senado está obligado a retroceder respecto de lo que se acordó con un sector del PDC en la reforma tributaria. Eso significa que la izquierda tiene la posibilidad de abrir un diálogo sin miedo al pirquineo"