Estación del Metro, edificio de la Municipalidad y multitienda concentraron destrozos en Viña
DESMANES. Acciones vandálicas provocaron graves daños en el acceso del principal recinto del ferrocarril interurbano, ventanales de la sede consistorial, así como en Ripley Plaza Sucre y supermercado Santa Isabel, que fueron saqueados.
Las peores postales de una ciudad que vive de su imagen se pudieron apreciar en toda su atrocidad durante las primeras horas de ayer, a poco del desborde de violencia que azotó a prácticamente un país entero.
Y aunque Viña del Mar corrió mejor suerte que su vecina Valparaíso, tuvo varios puntos -principalmente del casco histórico- seriamente dañados.
Uno de los primeros blancos la tarde y noche del sábado fue la estación de metro Viña del Mar, que hoy está inutilizable. Luego de una manifestación y caída la noche, rompieron todos los vidrios de la entrada. Ayer se observaba un lugar completamente destruido y una funcionaria que a duras penas intentaba limpiar los vidrios de la escalera de acceso.
"En cuanto a reclamar por las cosas que pasan en Chile, está bien, pero la forma está mal. Gente que no tiene los recursos para viajar, que viene del interior a Valparaíso se complica porque hay pocas micros y no sé si mañana estará más normal la cosa. Creo que no es la forma de reclamar, pero la gente está cansada de todo, el alza del transporte, la luz, el agua, la sequía, el uso del agua por la gente más poderosa en Petorca o Quillota. Hoy salí en la bicicleta y vi los destrozos en el metro, en la Municipalidad, todo muy mal, comentó Alfonso Díaz.
"estoy con mucha pena"
Justamente el edificio de la Municipalidad, en Arlegui con Quinta, fue otro de los sitios seriamente afectados. En un video que circuló por redes sociales se pudo ver cómo encapuchados arrancan una señalética y, con ella, rompen uno de los vidrios del primero piso. A la mañana siguiente, al entrar al lugar, se pudo apreciar la cantidad de rocas y pedazos de baldosa que fueron lanzados hacia adentro en prácticamente todas las oficinas del ala izquierda de la edificación.
Conteniendo las lágrimas, la alcaldesa Virginia Reginato -quien llegó a primera hora al lugar- confesó que no lo podía creer. "Estoy con mucha pena. Esto no quisiera que hubiera pasado ni en Viña, ni en ninguna parte. Yo creo que para manifestarse, para demostrar un malestar, esta no es la forma, porque indudablemente con esto hay mucha gente perjudicada, mucha gente que queda sin trabajo, mucha gente a la que le va a cambiar la vida y eso no es lo que queremos nosotros. Afortunadamente no había funcionarios trabajando en las oficinas donde ocurrió todo, si no lo estaríamos lamentando. Pero nos hemos puesto ya en pie para ordenar la ciudad, para despejarla. Acá todos tenemos el derecho a vivir tranquilos, con seguridad y en eso estamos preocupados".
SaqueoS en el comercio
Desde las 9.30 de la mañana de ayer Cristián González se dedicó a limpiar los vidrios que rompieron en la tienda Ripley de plaza Sucre. Aunque gran parte de su cara estaba cubierta con una mascarilla protectora, su mirada delataba resignación. "Como a las 10 de la noche rompieron la portería, entraron por ahí, sacaron ropa, celulares, quebraron los vidrios, se llevaron monitores, cámaras, radios y un sinfín de cosas más. Eran muchas personas, por lo que pude ver en las cámaras de seguridad, las que entraron y rompieron los vidrios a piedrazos, se robaron muchas cosas, fue un saqueo total", contó el trabajador.
Prácticamente lo mismo que en Ripley ocurrió en el supermercado Santa Isabel de calle Viana y en el Acuenta de Reñaca Alto. Alberto Buch, quien vive en el edificio contiguo al Santa Isabel, caminaba comentando el miedo que vivió con su familia la noche del sábado. "Vi una protesta violenta y agresiva, con destrucción que creo que no corresponde. Todos nos tenemos que manifestar, pero no imponiendo nuestras ideas con violencia. No sé por qué protestan violento, tiran piedras, son agresivos. Era una anarquía total acá. Ojalá que se solucione entre todos".
Cecilia Díaz agregó: "En la noche tres jóvenes saltaron los edificios y se escondieron ahí, luego salieron y apedrearon el Santa Isabel, afortunadamente llegaron 5 patrullas y evitaron que lo asaltaran". En tanto, en la calle Carlos Ibáñez del Campo, Achupallas, quedaban restos de barricadas y carteles.
En calle Valparaíso la escena era extraña, pues mientras a un par de cuadras el edificio municipal estaba resguardado por infantes de Marina, familias y adultos mayores compraban el pan en las tradicionales panaderías. Otros, tomaban un café o recorrían el borde costero en bicicleta, con la opción de comer en los restaurantes.
En Reñaca la vida transcurría normal, a excepción de los supermercados cerrados, las filas en los cajeros automáticos y los autos en las estaciones de servicio repletas.
"Como a las 10 de la noche rompieron la portería. Sacaron ropa, celulares, se llevaron monitores, cámaras, radios y un sinfín de cosas más. Fue un saqueo total"
Cristian González, Trabajador de aseo en Ripley