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Ciencia

Científicos de eE.uu. crean un nuevo tipo de manzana llamado cosmic crisp

AGRICULTURA. El 1 de diciembre los consumidores podrán probar esta variedad de la fruta, creada por la Universidad de Washington.
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Más de veinte años ha necesitado la Cosmic Crisp, una nueva variedad de manzana creada por científicos del estado de Washington (noroeste de EE.UU.), para llegar a los que van a decir la última palabra sobre su sabor y textura.

Este 1 de diciembre los consumidores tendrán su primer encuentro en tiendas y supermercados con el fruto dado por los 12 millones de manzanos de esta variedad que, en una gran muestra de confianza en la ciencia, ya han plantado los agricultores del estado de Washington, uno de los mayores productores de manzanas del país.

Para 2020 está previsto sacar al mercado 450.000 cajas de 18 kilos e ir aumentando gradualmente la cifra hasta llegar a más de 21 millones de cajas en 2026, según datos de la asociación de productores de manzanas Cosmic Crisp.

La nueva manzana, de un atractivo color rojo brillante con pequeños puntos amarillos llamados "lenticelas", ha sido desarrollada por el equipo de la Universidad estatal de Washington (WSU).

Según explicó a Efe Kate Evans, responsable del programa de innovación de arboles frutales y profesora del departamento de horticultura de esa universidad, se trata de un cruce entre la variedad Enterprise y la Honeycrisp.

El proceso utilizado es el de "hibridación cruzada", que consiste en que los científicos toman polen de un cultivo de manzanas y polinizan las flores de un cultivo distinto.

Después analizan los diferentes genes de las semillas resultantes que, una vez germinadas, "aportan innumerables características acerca de la futura fruta", explicó Evans.

El proceso de creación de la Cosmic Crisp comenzó en 1997 bajo la dirección de Bruce Barrit, que se retiró en el año 2008, y estuvo impulsado por la necesidad de buscar una alternativa a la Red Delicious, la manzana más producida en Washington, cuyas ventas empezaron a declinar por entonces.

Lo primero para saber si una fruta es viable para la industria es "demostrar la durabilidad, ya que la manzana se produce en grandes cantidades y durante los doce meses del año" dijo Evans.

Eso es algo que sabemos tras estudiar "detalladamente" la fruta después de diferentes períodos de "almacenamiento en frío", dice Evans.

Después entra el factor "sabor y textura", que comienza en el laboratorio y sigue con rondas de prueba en las que participan grupos de consumidores.

La científica asegura que esta nueva modalidad se diferencia de las otras porque se ha cultivado con niveles más altos de acidez y azúcar.

El equilibro conseguido hace que la Cosmic Crisp "se rompa fácilmente al masticarla" y que sea necesario agregar menos azúcar cuando se usa para la elaboración de dulces.

Dicen que mantiene su sabor incluso después de haber estado almacenada por mas de un año.

Según indica el análisis de calidad elaborado por la chef Meg Raines, del reputado blog Williams and Raines (williamsraines.com), la Cosmic Crisp aporta mucha "dulzura natural a los horneados".

Diseñada especialmente para el clima y suelo del estado del estado de Washington, productor de más de la mitad de las manzanas del país, agricultores de zonas como Pullman, Yakima y Seattle, disfrutarán de derechos de producción exclusivos por 10 años.

Una ciudad para el cambio social

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Chile vive un momento social y político histórico, donde sus ciudadanos piden reformas estructurales que levanten un Chile fundado en la equidad. Esta coyuntura nos debe llevar a revisar no sólo los indicadores que expresan esa desigualdad, sino qué recursos tenemos a mano para disminuirla. En esta discusión la ciudad aparece fundamental, ya que la urbe, lejos de ser plataforma neutral de procesos sociales, juega un rol activo en la reducción o consolidación de esta desigualdad. Por lo tanto, para cambiar el país debemos transformar los espacios que habitamos cotidianamente.

Si analizamos la ciudad que habitamos notaremos que las inequidades sociales se perciben y experimentan en aspectos como materialidad y tamaño de la vivienda, calidad del transporte público, existencia o no de áreas verdes en los barrios, disponibilidad de bibliotecas públicas o jardines infantiles cercanos al hogar, y en la segregación social de ciudades donde coexisten urbanizaciones privadas y campamentos.

La desigualdad social no es un indicador económico, sino que se experimenta y reproduce cotidianamente. Por ello, en el Día Mundial del Urbanismo el reto es avanzar hacia enfoques, leyes e instrumentos que nos permitan recuperar nuestras ciudades para los habitantes. Fortalecer el rol social de la ciudad requiere, entre otros factores, aumento de transferencia directa a gobiernos locales para inversión en equipamiento barrial y espacios públicos que mejoren la calidad de vida. Por otro lado, ministerios como el del Deporte, Medio Ambiente, Cultura y Salud deben "bajar" sus programas al barrio, a fin de acercar las políticas a la cotidianeidad del ciudadano.

Asimismo, el Estado debe disponer de "bancos de suelo" para construir viviendas de interés social -en arriendo o propiedad- bien localizada en la ciudad. Lo anterior, junto con leyes que comprometan a inmobiliarias a invertir en espacio público y vivienda social en sus proyectos. Y finalmente, mecanismos vinculantes de participación ciudadana que sean contrapeso real a los intereses de los agentes inmobiliarios.

En este momento social del país es necesario comprender que uno de los requisitos para avanzar hacia una sociedad más equitativa es que nuestros espacios de vida cotidiana estén diseñados desde ese objetivo. Vienen tiempos en que organizaciones sociales, universidades, privados y organismos públicos deben trabajar coordinados para concretar reformas urbanas esenciales para la integración social en la ciudad.

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