"La UDI es la piedra en el zapato que impide avanzar más rápido al Gobierno en demandas ciudadanas"
En momentos en que la oposición se dio un plazo de 24 horas para llegar a un acuerdo con el Gobierno y el oficialismo en materia de definir el proceso para la elaboración de una nueva Constitución, cuyo epicentro fueron ayer los pasillos del Congreso Nacional en Valparaíso, el presidente de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento de la Cámara Baja, Matías Walker (DC), afirma que quienes se resten deberán responder ante la historia.
- ¿Qué le pareció el tono y el discurso del Presidente Sebastián Piñera, donde insistió en un "acuerdo por la paz"?
- Bien, porque por primera vez el Presidente de la República se refiere a una nueva Constitución. Y se muestra abierto al diálogo al que habíamos invitado al Gobierno para el proceso constituyente. Vamos a sesionar todos los días y las horas necesarias hasta que nos pongamos de acuerdo. Fue un anuncio importante.
- El anuncio del cambio constitucional del Gobierno es a través de un Congreso Constituyente. ¿Qué le parece?
- El Gobierno llegó tarde a esta discusión cuando ya habíamos aprobado en general seis proyectos en la Comisión de Constitución. Incluso revivimos la reforma constitucional de la Presidenta Bachelet que convocaba a una Convención Constitucional. Pero, bueno, más vale tarde que nunca; se valora la disposición del ministro Blumel de hablar de una nueva Constitución. Claramente, el Congreso Constituyente no es el mecanismo que todos están esperando. Esto se debió claramente a una discrepancia entre la UDI y RN. La UDI sigue siendo el principal problema de este Gobierno, la UDI es una piedra en el zapato que le impide poder avanzar más rápido y acoger estas demandas ciudadanas.
- Una demanda que exige participación...
- El único mecanismo posible, y no es porque lo digamos los partidos, sino porque es lo que está pidiendo la gente, es una nueva Constitución a través de un mecanismo genuinamente participativo y deliberativo. A diferencia del Congreso Constituyente que propone el Gobierno, es relevante que una gran mayoría de los delegados sean electos directamente por la ciudadanía por sufragio universal. No queremos un mecanismo corporativista de representantes de los gremios. No. Queremos que sean los ciudadanos los que elijan directamente a quiénes los van a representar. Con cuotas de género, con cuotas para los pueblos originarios, etc., pero con sufragio universal e igualitario.
- A su juicio, ¿cuál es el mejor mecanismo?
- Creo que la Convención Constituyente que propuso la Presidenta Bachelet es el camino más adecuado, con una composición mayoritaria de delegados elegidos por la ciudadanía.
- La oposición acordó trabajar para que sea a través de una Asamblea Constituyente. Su hermano, Ignacio Walker, dijo que se alejaba de los principios del PDC.
- No voy a opinar de eso.
- Se aprobó el lunes, en la Comisión de Constitución, con un 7-6 de la oposición versus gobierno, un plebiscito de entrada para elegir el mecanismo. ¿Por qué?
- Creo que es necesario establecer un plebiscito de carácter vinculante, donde se le pregunte a los ciudadanos si quieren tener una nueva Constitución, porque todavía hay personas, como José Antonio Kast, que dicen que no es prioridad para los ciudadanos tener una nueva Constitución. Y es importante que tenga un carácter vinculante para las propias instituciones democráticas porque valoro la consulta que van a hacer los alcaldes del país, pero no es vinculante y debemos tener uno que sí lo sea. Nos hemos puesto el plazo de 90 días, que es el que nos dio el Servel para organizar un plebiscito en buenas condiciones.
- Para algunos, Chile ya entró en un proceso constituyente. ¿Lo ve así?
- Sí. Desde el 18 de octubre estamos en un momento constituyente. La consulta de los alcaldes es también un momento constituyente y claramente es un proceso que está en marcha. Lo que tienen que hacer las instituciones democráticas es conducir este proceso de la manera más consensuada y pacífica posible.
- ¿Por qué el anuncio de una nueva Constitución no ha calmado las cosas?
- A la gente no le basta un eslogan. La gente quiere un cronograma. La gente quiere saber cuándo vamos a tener este plebiscito de entrada, cuándo va a poder elegir a estos delegados o asambleístas que van a escribir el texto y que la misma ciudadanía va a poder ratificar en un segundo plebiscito. Mientras no tengamos el cronograma o la hoja de ruta, va a ser muy difícil encontrar una salida.
- ¿Cómo evalúa esta última semana del Gobierno con el cambio del ministro del Interior?
- A Gonzalo Blumel le tocó asumir este desafío en un momento muy difícil, pero en lo que dice relación con la apertura al diálogo, se ha notado el cambio de mano. Desde la muerte de Camilo Catrillanca y el cero manejo de la inteligencia policial para haber previsto los atentados al Metro, el ministro Chadwick estaba desgastado. Él siempre se había negado a avanzar en las reformas institucionales. Él no era un ministro que tuviera un liderazgo para conducir las reformas constitucionales. Y eso lo dije cuando estábamos discutiendo la reforma al Tribunal Constitucional. Era inminente la llegada de Blumel, que tiene mayor capacidad de diálogo, que se demoró unos días en ser empoderado por el Presidente para conducir ese diálogo, pero que fue quien anunció la nueva Constitución cuando una semana atrás Chile Vamos hablaba de que no era una prioridad de los chilenos cambiar la Carta Fundamental. Ahora, en materia de DD.HH., su desempeño ha sido muy complejo y no me cabe ninguna duda que él ha dado las instrucciones de aplicación de protocolos respeto del respeto de los DD.HH., pero sus órdenes no han sido cumplidas por Carabineros, lo que se refleja en las lesiones oculares, ataques a viviendas y abusos.
- En general, en la oposición critican que los anuncios presidenciales aparecen desfasados como, por ejemplo, la agenda social.
- Sí, los anuncios han sido insuficientes porque no hay reformas estructurales y hoy la ciudadanía los está exigiendo. Por eso creemos que no sólo hay espacio para aumentar el pilar solidario más allá del 20% que se propuso y que ya estaba acordado por la DC en el marco de la reforma previsional, sino que creemos que las reservas permiten dar una señal a los adultos mayores y aumentar en un 50% ese pilar solidario. Pero dice relación también con incorporar mecanismos de solidaridad para que por lo menos el 2% del aumento de las cotizaciones vaya en beneficio de toda una generación que jubiló en pésimas condiciones bajo el sistema de AFP. Eso ya es un pequeño cambio estructural que hasta ahora el Gobierno se niega a aceptar.
- En este debate constitucional que se está dando, ¿cuál es su principal temor?
- Necesitamos un acuerdo amplio. Son dos tercios de los diputados y senadores en ejercicio. Por eso estamos conversando con el Gobierno y con todos los parlamentarios, desde la UDI hasta el PC, conversando con organizaciones sociales; pero, bueno, si no llegamos a acuerdo, cada uno será responsable ante la historia con los esfuerzos que hizo o dejó de hacer.
- El acuerdo tributario dejó offside al que habían llegado en la Cámara la DC y el Gobierno.
- Los momentos son otros. Lo que hace dos meses hubiese sido muy celebrado para la ciudadanía, hoy parece insuficiente. Los diputados del PDC logramos cosas muy importantes para las pymes, para los adultos mayores, para aumentar los ingresos a las regiones. Y si bien se valora el esfuerzo del Senado, creo que podemos hacer un esfuerzo mayor en la Cámara para incorporar tributos más estructurales. Hemos propuesto un impuesto a la concentración económica.
- ¿Cuál será el rol de la Comisión de Constitución en la agenda social?
- La agenda social no es antagónica a la nueva Constitución. En muchos proyectos sociales hemos chocado con el Tribunal Constitucional. Chocamos contra un muro: un sistema constitucional que es subsidiario y no solidario. En eso hay que avanzar en una nueva Constitución y la gente vislumbra que esa nueva Constitución puede ser una herramienta para producir esos cambios estructurales.
"Creo que la Convención Constituyente que propuso la Presidenta Bachelet es el camino más adecuado, con una composición mayoritaria de delegados elegidos por la ciudadanía"
"La agenda social no es antagónica a la nueva Constitución. En muchos proyectos sociales hemos chocado con el Tribunal Constitucional. Chocamos contra un muro"