Exintendentes regionales y alcalde Viñambres se unen a llamado del PS "por la democracia"
REGIÓN. Los socialistas, además de condenar la violencia que ha ocurrido las últimas semanas, hicieron una crítica a su partido, pidiendo que fuera más proactivo y cercano a la gente.
Con la defensa de la democracia como bandera de lucha, 89 militantes del Partido Socialista (PS) firmaron una carta quienes fueron invitados por otros miembros de la colectividad, entre ellos por Juan Gabriel Valdés, a estampar sus nombres en el texto.
En la misiva se destaca la necesidad de proteger la democracia, la cual, según la visión de la colectividad, se ha visto afectada por personas que " de buena fe o movidas por radicalizadas e interesadas visiones, propagan la idea de que en Chile no hay democracia". Y por lo mismo, ellos sienten que su deber es "oponer razones y argumentos frente a esta dañina perspectiva que corroe los fundamentos de la vida democrática y facilita salidas de fuerza hacia aventuras autoritarias y peligrosos populismos".
También hacen hincapié en diferenciar entre quienes se han manifestado pacíficamente y "minorías, que, al amparo de estas justas causas, se han dedicado a ciega destrucción, al vandalismo y al pillaje". Sobre este punto recalcan que la izquierda democrática "debe emprender una decidida batalla ideológica, cultural y política contra esta amenaza que puede pavimentar el camino a una respuesta de toda otra índole: la instauración por las armas de un régimen dictatorial que 'pacifique' un Chile arrasado e inerme ante una guerra alimentada por los dos extremos del espectro político".
Democracia frágil
Una de las personas que se sumó al llamado de adscribir a la carta, fue el alcalde de Quilpué y expresidente regional del PS, Mauricio Viñambres. El edil de la Ciudad del Sol indica que si bien coexisten diferentes visiones dentro del partido, "tenemos una visión común en materia de lo que es la estabilidad democrática".
"Soy una persona que arriesgó varios años de su vida por una democracia y no fue fácil lograrla de una forma política, y hoy la noto frágil, por culpa de la cúpula política. Lo más importante del texto es la estabilidad democrática y que la democracia es una de las cosas más importantes", señaló.
Según lo ve el exintendente Gabriel Aldoney, "la situación que vive el país no está siendo suficientemente comprendida por sectores políticos bastante transversales".
"El luchar por un país más justo en paz, dentro de las normas democráticas, aunque cueste, es un valor que a mi juicio tiene un significado muy profundo por la historia de nuestro país, y que se respeten los DD. HH. también es muy importante. Pero para que esas cosas se puedan hacer, hay que dejar de lado que hay una actitud de violencia", indicó.
El también ex jefe regional, Hardy Knittel, recalca que como centroizquierda "teníamos la obligación de entregar una opinión desde lo sustantivo para que haya lo básico, que es orden público, porque vivimos en un toque de queda silencioso desde las 16 horas".
"Nos dolía mucho que desde la centroizquierda no hubiera una opinión sensata, que no pusiéramos templanza y que saliéramos a decir que esta violencia le está haciendo mucho daño a la democracia del país, y que hoy está en riesgo, dado el nivel de intolerancia que está en algunos sectores. Siento que le dimos un poco de oxígeno al debate político con la carta, porque hubo convicción en nuestras palabras y si nos tratan de amarillos, nos da lo mismo", subrayó Knittel.
El predecesor de Aldoney, Ricardo Bravo, señaló que estuvo de acuerdo con la misiva en el análisis que hacía y los desafíos políticos que hay detrás de la misma.
"Hay una situación de vulnerabilidad en la población y que culminó con el proceso de protestas y manifestaciones, que llamaban a cambiar la relación de los ciudadanos con el sistema económico del país. Hay cosas que afectan a la gente y que uno no puede dejar de empatizar y decir que son ciertas, y que en eso no hay un solo responsable, sino que somos todos responsables del hastío que sienten los ciudadanos ante la desigualdad", explicó.
Rol del ps
Si bien enfatizan en que la deslegitimidad afecta a todos los partidos, las autoridades y ex autoridades de la región también repasan a su propia colectividad, señalando que en el último tiempo el PS se ha alejado un poco de la población y piden que sea más proactivo.
Así lo señala Aldoney, acentuando que "la gran lección que nos deja lo que está pasando es que no es la política la entidad humana que permite prever los lo conflictos, siendo que estos surgen cuando la política fracasa. La crítica que hay por parte de la gente, es que la política no está dando el ancho para los problemas que tiene la sociedad".
Viñambres, en tanto, destacó que "hay un sentido de deslegitimidad de lo que significa la política. Creo que hay cosas que se han hecho mal, no fuimos persistentes con algunas reformas y la crítica también apunta al PS, y debe hacerse una autocrítica y enfrentar lo social. Considero que el PS, en algún momento, se alejó del mundo social y yo lo percibía como alcalde".
Knittel advirtió que este estallido social llegó en el peor momento del partido. "Creo que el rol del partido ha sido débil. Esta crisis llegó cuando el PS tenía graves problemas de legitimidad de su directiva, con acusaciones brutales en algunas comunas y nos pilló mal parados, porque las crisis llegan para afirmar o hundir liderazgos y eso está en juego hoy día".
Por su parte, Bravo apuntó a que "el PS, como todos los partidos políticos, es parte del problema y cuando es así, también se ven afectados en su convivencia interna, que me parece que está deteriorada hace mucho tiempo, pero también en su relación con los otros. En ese sentido, será un gran desafío el poder abordar esto mirando su historia, pero sobre todo el futuro".
Violencia desbordada
Los socialistas, si bien entienden que las manifestaciones pacíficas están al margen de la violencia, sienten que esta se fue de las manos, principalmente por la irrupción de grupos organizados y dedicados a generar desmanes.
Knittel, por ejemplo, acusa que "hay algunos sectores de la izquierda radicalizada que llegan a excitarse con la violencia. No nos hagamos los tontos, hay una agenda radical anarquista que en Valparaíso tiene como su casa matriz, porque no es casualidad que exista tanta violencia desenfrenada en la ciudad".
Preocupado por el mismo tema, Aldoney remarcó que "entender el problema unilateralmente, hablar de la violencia en sí misma y no entender que estamos ante una situación más compleja que la propia violencia, es un error. Lo que termina pasando, es que no estamos discutiendo los temas que a la gente le interesan, y eso pasa porque los vándalos nos están llevando a un escenario donde los actos delictuales pasan a ser más importantes que el camino que debemos forjar como país para resolver los problemas".
Pensando en el caso porteño, Bravo indicó que "uno esperaría que las autoridades tuviesen una definición más clara y no peleen entre ellas.
"La lección que nos deja lo que está ocurriendo, es que la política no es la entidad humana que permite prever los conflictos"
Gabriel Aldoney, Ex intendente regional
"Hay una agenda radical anárquica que tiene a Valparaíso como su casa matriz, porque no es casualidad la violencia que ocurre"
Hardy Knittel, Ex intendente regional
"Uno esperaría que las autoridades tuviesen una definición mucho más clara y no pelearan entre ellas "
Ricardo Bravo, Ex intendente regional