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ENTREVISTA. Manuel josé Ossandón, senador (RN):

"La Moneda sigue sin entender el fondo de la crisis, sigue apostando a desgastar el movimiento, eso es un riesgo"

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Paola Passig

"Más que seguir subiendo los impuestos, hay que frenar cualquier espacio de elusión", advierte el senador Manuel José Ossandón (RN), echándole tierra a la propuesta del PC de realizar una nueva reforma tributaria que permita financiar la agenda social profunda. El senador, quien junto al timonel de la tienda, Mario Desbordes, ha sido uno de los más críticos dentro del oficialismo respecto del Gobierno, incluso antes del estallido social, considera que se puede caminar y comer chicle al mismo tiempo, instando a La Moneda a ser proactiva para enfrentar la crisis desde varios flancos; una crisis donde, aclara, "nadie ha estado a la altura, nadie; aquí somos todos parte y responsables del problema".

-Ha sido bastante crítico al manejo de la crisis por parte del gobierno. Han transcurrido 50 días y los anuncios del Presidente, e incluso el acuerdo constitucional, no calman los ánimos. ¿Cómo ve el escenario?

-Complejo, porque la reacción ha sido lenta y sin mucha convicción. A pesar de la unión de voluntades, del trabajo que realizamos en el Congreso respecto del acuerdo por una nueva constitución, claramente es insuficiente. Fueron 30 años de injusticia y muchas trampas en un modelo que claramente ya cumplió sus objetivos. Debemos trabajar en las cuatro agendas de forma paralela, (social y abusos, nueva constitución, reactivación económica-desempleo y seguridad), pero siempre desde la gente y con la gente. La creación y discusión de estas agendas no se pueden hablar entre cuatro paredes, sin las personas en el centro, porque vamos a volver a chocar con una barrera ciudadana más fuerte. Por último, el Ejecutivo debe ser capaz de adelantarse, escuchar y procesar la información para entregar soluciones reales a las demandas expuestas y no sólo reaccionar sobre la marcha.

-¿Cuál es el principal error del Gobierno en el manejo de la crisis?

-Es fácil señalar errores cuando no estamos en los zapatos del Gobierno. La crítica que he hecho, desde antes de que comenzara esta crisis, es que no se estaba escuchando a la gente y que el Gobierno no logra comprender lo que la gente pide a gritos; la falta de caminar por las calles se nota y, por ende, llegan tarde a casi todo. Sin mencionar los errores comunicacionales que se han cometido, sobre todo en los mensajes fuera de la realidad cotidiana, que generaron un quiebre en la confianza de la gente con las autoridades.

-Desde la oposición e incluso en su partido consideran insuficientes los anuncios del Presidente Piñera y piden reformas estructurales. ¿Comparte este juicio?

-Insisto, podemos comer chicle y caminar al mismo tiempo. Si el Ejecutivo ha llegado tarde, desde el Congreso hemos tenido que hacer presión para tomar el sartén por el mango en cuanto a las necesidades de la gente. Eso no nos hace mejores, porque acá somos todos responsables. Falta mucho camino por recorrer en el ámbito social, devolverle la dignidad a las personas, alejar los miedos a envejecer, a enfermarse, a formar familia y no olvidemos que hay que actualizar el modelo, claramente este se agotó.

-¿Qué rol le asigna a su partido en esta crisis?

-Creo que hemos logrado ser articuladores de los acuerdos y encontrar, en cierta forma, los puntos que nos unen con la oposición. Esto gracias a la empatía y la humildad de escuchar lo que la gente nos estaba pidiendo. Además, Renovación Nacional ha sido siempre un partido de sentido común, ya que en nuestras bases siempre el sentido común ha estado sobre cualquier ideología, y esto no es algo nuevo. Por ejemplo, la gratuidad en los técnicos profesionales, nació de las bases del partido, algo que se aprobó esta semana en el Senado y me llena de alegría porque debemos cumplir siempre nuestros compromisos.

-Desde el PC piden una nueva reforma tributaria para tener los recursos que permitan impulsar una agenda social profunda. ¿Estaría dispuesto?

-Ni la derecha ni la izquierda, ni tampoco los caprichos políticos, tienen cabida en esto; necesitamos un nuevo pacto social. Ya se realizó una extensa reforma, creo que se podría avanzar más en las exenciones y así lo ha expresado el ministro Briones. Sin duda que aún quedan espacios en donde se podría avanzar, pero más que seguir subiendo los impuestos, hay que frenar cualquier espacio de elusión que exista, y junto a mi equipo hoy estamos trabajando en perfeccionar la norma general anti elusión y así proponer una solución real y a largo plazo. Seamos claro, si en Chile se pagarán los impuestos y no existieran trampas o vacíos legales, el resultado de la recaudación sería diferente.

-¿Fue un error no incluir al mundo social en el acuerdo constitucional ya que ahora ese sector lo deslegitima?

-El acuerdo constitucional es un paso. Uno grande en donde todos los sectores cedieron bastante, donde no primó la ideología, pero sí el sentido común. Y ahora estamos terminando de ver los detalles del acuerdo para que no tenga dos lecturas y sea participativo y transparente. El mundo social tendrá un rol clave en lo fundamental que será la elaboración de la nueva constitución.

-¿Cómo se llega a abril?

-Ojalá lo pudiera saber, pero creo que lo principal es trabajar con respeto, unidad y altura de miras. La violencia puede invisibilizar todos los cambios que hay que hacer. El desgaste, a lo que muchos apostaron, también queda fuera de esto. El sentido de urgencia es un cronograma claro y bien definido; hoy estamos en un momento de mucha confusión, la violencia debe terminar con urgencia. No podemos permitirle espacio a los delincuentes sobre la justas demandas del movimiento social. Chile cambio y para que esto se consolide debemos ponernos de acuerdo, pero sin violencia.

-¿Con la agenda de seguridad se bajará la intensidad de la violencia?

-Ojalá, es la idea del trabajo que se está haciendo con estas medidas. Separemos las manifestaciones de la violencia, no perdamos el norte con eso. Lo que esta agenda debe tener como foco es aislar a los violentistas y proteger las demandas justas de la gente. Si queremos de una vez por todas cambiar Chile, la violencia no puede llevar la delantera.

-El proyecto que busca autorizar la presencia de militares para resguardar la infraestructura crítica le parece pertinente?

-Lo planteé cuando comenzaron los incendios del metro, incluso lo transmití a La Moneda: que las FF.AA. debían hacerse cargo de la infraestructura crítica y no del control de la calle. Cuando me di cuenta que no estaban tomando las acciones necesarias y el orden público estaba completamente sobrepasado, le solicité al Presidente la creación de un comité de crisis, transversal. Esta "explosión" necesita inteligencia, datos y soluciones reales.

-Se habla ahora de establecer un estado de excepción más acotado. ¿Es una solución?

-Es una herramienta, no sé si la más efectiva. La solución va de la mano de la agenda social y de abusos; ésa, sin duda, será relevante para ir mostrando señales claras de cambio, con acciones concretas, lo que la gente hoy nos demanda.

-En la oposición creen que el Gobierno apuesta desgaste del movimiento. ¿Es un riesgo?

-Creo que hay gente en La Moneda que no ha entendido el fondo de esto y sigue apostando justamente a desgastar el movimiento. Es un riesgo, de todas maneras, sí. Pero es peor aún cuando se cree que la violencia es la única razón de lo que hemos vivido. Si queremos ser un mejor país y alcanzar la paz social, es fundamental recorrer el verdadero camino.

-Si tuviera la posibilidad de incidir en esta crisis y si dependiera de usted dar una salida ¿qué haría?

-Ocuparía el diálogo, la cordura, la empatía; entender que Chile cambió y que necesita grandes acuerdos transversales; hoy las izquierdas y derechas han pasado a un segundo plano. Lo más importante es decidir el país que queremos, sabiendo que las decisiones que hoy tomemos sí afectarán de forma positiva o negativa a nuestro país y su funcionamiento. En el corto plazo aplicaría un programa corto pero eficiente en la modificación de varios sectores que no han funcionado, como por ejemplo, las AFP, los bancos, las isapres, el retail, las farmacias. Cambios de fondo y forma claros; los chilenos no queremos más servicios que sigan aprovechándose de nosotros.

¿Considera que su sector ha estado a la altura? ¿Qué ha faltado?

-Nadie ha estado a la altura, nadie. Somos todos parte y responsables del problema. Desde el 18 de octubre, lo que ocurrió es que la política se alineó con los que más lo necesitan versus los que siguen creyendo que estamos en un oasis. A la política le ha faltado hacer ejercicios simples como, por ejemplo ¿hemos pensado qué significa no llegar a fin de mes? Significa no tener plata para comer, no tener plata para pagar la micro, no tener plata para comprar remedios. ¿Ustedes creen que alcanza con 107.000? ¡No alcanza...! y esto es una realidad a la que tenemos que ponerle fin ya! No aguanta más.

"El acuerdo constitucional es un paso. Uno grande. Ahora estamos terminando de ver los detalles para que no tenga dos lecturas y sea participativo y transparente. El mundo social tendrá un rol clave en la elaboración de la nueva constitución"

"Falta mucho camino por recorrer en el ámbito social, devolver la dignidad , alejar los miedos a envejecer, a enfermarse, a formar familia y no olvidemos que hay que actualizar el modelo, claramente este se agotó"