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ENTREVISTA. Daniel Morales, concejal de Valparaíso, desiste de su opción por llegar a la alcaldía porteña:

"Mi candidato es Claudio Reyes, quien reúne las capacidades que se requieren en estos momentos"

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Cristián Rodríguez

Si bien el concejal Daniel Morales había anunciado su interés de participar en un nuevo proceso de primarias ciudadanas para optar a ser candidato a alcalde de Valparaíso en las próximas elecciones municipales de 2020, el también arquitecto y representante del Pacto Urbano La Matriz cambió radicalmente de parecer y decidió cumplir su periodo como edil, para luego dejar la política y enfocarse "en una posición mucho más cercana a colaborar con el desarrollo de la ciudad".

No obstante ello, y tomando en cuenta su desilusión y total distanciamiento de la administración municipal de Jorge Sharp, plantea en una entrevista vía correo electrónico que en el actual contexto la comuna "requiere un liderazgo muy transversal", apuntando al también concejal Claudio Reyes como el hombre indicado para encabezar una nueva apuesta del Movimiento Valparaíso Ciudadano.

- ¿Por qué razón decide no presentarse como candidato a alcalde en 2020?

- Una decisión de esta magnitud es compleja. Son muchos factores, emociones y análisis en juego. Y como siempre he dicho, soy porteño, ciudadano y arquitecto antes que político. El poder por el poder no tiene ningún sentido para mí si no es un medio para desarrollar Valparaíso, ese que amamos, en el que crecimos, trabajamos y formamos familia. Así como en un momento me puse a disposición como candidato de un proyecto colectivo ciudadano y transversal, creo que ahora es el momento de hacerlo desde otra posición, como colaborador, impulsor, articulador y gestor de esa visión de ciudad.

- ¿Es efectivo que antes del estallido social usted tenía preparado anunciar su candidatura a alcalde en noviembre de este año? ¿La actual crisis por la que atraviesa Valparaíso y el país lo hizo cambiar de decisión?

- En parte sí. La decisión fue tomada en el seno de mi familia. Con lo que estamos viviendo en estos días, a todos nos ha exigido tomar definiciones con madurez y responsabilidad, dado que hoy los porteños estamos nuevamente divididos en muchas facciones y es importante aportar a la unión en torno a un bien común mayor. Desde mucho antes del estallido social venía pensando cómo y desde dónde puedo entregar más. En ese proceso de reflexión, que fue independiente de los acontecimientos ocasionados por esta verdadera revolución, me di cuenta que la ciudad no necesita más políticos, necesita más profesionales con anhelos de transformar la ciudad, de empujarla a ser lo que se merece.

No hubo equipo

- ¿El quiebre entre el alcalde Jorge Sharp y el Pacto Urbano La Matriz también incidió en su decisión?

- Prefiero hablar de una falta de proyecto y visión común, ya que no se puede hablar de quiebre donde nunca se logró consumar un equipo. El movimiento autonomista se sumó en marzo de 2016 al final de un proceso social iniciado el 2012. Luego de eso pudimos experimentar en carne propia lo vivido en su momento en la Izquierda Autónoma y hace pocas semanas en Convergencia Social. Así es muy difícil trabajar, proyectar y generar las confianzas mínimas que se requieren para desarrollar una ciudad tan compleja y diversa como Valparaíso. Cualquier crítica o diferencia de opinión hacia la gestión de la alcaldía se malinterpreta como un ataque directo con reacciones desmedidas. Ciertamente, es desalentador ser testigo de cómo todos los pactos amplios, los acuerdos, la palabra empeñada y los proyectos plasmados en un programa ciudadano a tres años de gobierno local pasaron al olvido. La mejor manera de reconstruir Valparaíso después de la administración actual será con trabajo en el ámbito técnico impecable, desplegando todas nuestras habilidades políticas y para eso todos tendremos que aportar en esta reconstrucción que se viene, sobre todo para quienes valoramos la diversidad de opiniones y la construcción colectiva.

- Si su evaluación a la gestión del alcalde no es positiva, ¿no debiese asumir usted una candidatura a alcalde para así poder plasmar el programa original del Pacto Urbano La Matriz que llevó a Sharp al municipio y que, a su juicio, no se ha concretado?

- El Pacto Urbano La Matriz fue un hecho de alta innovación política desde las bases, donde cada uno como vecino aportó lo mejor de sí para lograr el anhelado cambio. (...) Por lo tanto, tal vez debemos insistir en este camino, potenciando un referente local, amplio, "caperuzo" y con impacto global. Dentro de la lógica de la política tradicional tal vez suene mi nombre, pero en el escenario actual se debe aprender de lo vivido en Providencia y darle continuidad al proyecto en marcha, corrigiendo los errores y priorizando un cambio de estilo en el gobierno local, más convocante y unificador. Veo mi lugar y responsabilidad con la ciudad más en el ámbito del desarrollo e inversión y quiero dedicarme de lleno a los temas urbanos, al repoblamiento de sus barrios (estoy terminando un magíster en la materia), espacios públicos, movilidad, patrimonio cultural y arquitectura, que son mi pasión y principal vocación. Sólo esos temas implican un trabajo gigantesco. Por lo mismo, en esta ocasión creo que estoy en una posición mucho más cercana a colaborar con el desarrollo de la ciudad que a liderarlo.

Liderazgo transversal

- ¿Qué tipo de perfil de alcalde se requiere para una ciudad que una vez más debe volver a reconstruirse?

- Hoy más que nunca, creo que se requiere un liderazgo muy transversal, de mucho consenso, capaz de dialogar con visiones diferentes, que garantice gobernabilidad. Un liderazgo, además, con profundo conocimiento local y un equipo técnico sólido compuesto por personas que amen Valparaíso más allá de sus aspiraciones y pretensiones individuales. El éxito de una gestión se mide en función de sus resultados verificables, fondos levantados y proyectos impulsados donde toda la comunidad se vea favorecida. Hoy esos resultados en mi opinión han sido insuficientes.

- De no ser usted el candidato, ¿vislumbra otra figura que pueda competirle con reales opciones al alcalde Sharp? ¿Cuál debiese ser, entonces, el candidato que represente sus intereses? ¿Qué opina, además, de una eventual candidatura del exsecpla Patricio Rozas?

- Mi primera referencia y lealtad es con el Movimiento Valparaíso Ciudadano (heredero del Pacto Urbano La Matriz), donde el sueño inicial sigue intacto y por eso mi candidato es Claudio Reyes, quien además de amigo y colega, pienso que reúne las capacidades y el tipo de liderazgo transversal, convocante, dialogante y respetuoso que se requieren en estos momentos. Reyes tiene una amplia llegada en la centroizquierda, en el centro político y a diversos movimientos y organizaciones sociales activas en el territorio; pero tal vez lo más importante para este momento en que vemos los resultados del turismo electoral, es su condición de porteño y wanderino de corazón por sobre toda consideración partidista. Respecto a Patricio Rozas, también tengo la mejor opinión de él, un profesional serio, competente y de trayectoria intachable. Fue un actor sumamente importante en la elaboración del Programa de la alcaldía ciudadana y en conformar equipos profesionales sólidos para llevarlo a cabo. Fue una pésima decisión para Valparaíso que el alcalde Sharp lo haya despedido a sólo tres meses de iniciar su mandato. Ahora estamos viendo las consecuencias de esa mala decisión.

Posición extrema

- En un año clave para la reelección municipal de Sharp, ¿considera que el alcalde se ha quedado sin aliados políticos, tanto a nivel partidario como al interior del Concejo Municipal, para lograr su objetivo de mantenerse en la administración porteña?

- Él sólo y sin ninguna necesidad ni presión externa, con completa libertad, se fue metiendo en las patas de los caballos, arrinconándose en una posición extrema que, a mi juicio, no representa ni beneficia a la amplia mayoría de los porteños y porteñas. Es cosa de ver la baja votación que obtuvieron sus más cercanos colaboradores en la elección interna de Convergencia Social o escuchar las críticas que han surgido desde la misma Mesa Social o de ver el número de proyectos presentados por la Secpla a los Fondos de Desarrollo Regional. ¿Cuantos proyectos detonantes han sido desarrollados y aprobados en esta administración? Por esto, creo que tanto en el ámbito político, social y de inversiones, esta administración se quedó sola y endeudada en cuanto a las expectativas generadas el 2016.

- Al no presentarse a la reelección como concejal ni competir por la alcaldía, ¿es el Congreso Nacional un espacio donde espera aportar a la ciudad?

- En este momento busco impulsar cambios reales en la ciudad de Valparaíso, no escaños políticos. Entiendo la política desde la acción concreta en los territorios y no desde una visión abstracta y meramente electoral. Creo que podemos armar un bloque porteño potente para estas elecciones, sigo siendo concejal, tengo una familia maravillosa, una oficina de arquitectura prestigiosa y una banda de rock que sueña una ciudad sin grises. Aportaré desde estos lugares con la máxima convicción para tratar de mejorar nuestra porteña cotidianidad.

"Es desalentador ser testigo de cómo todos los pactos amplios, los acuerdos, la palabra empeñada y los proyectos plasmados en un programa ciudadano a tres años de gobierno local pasaron al olvido".

"Así como en un momento me puse a disposición como candidato de un proyecto colectivo ciudadano y transversal, creo que ahora es el momento de hacerlo desde otra posición, como colaborador, impulsor, articulador y gestor de esa visión de ciudad".