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Escasez hídrica en la región hace resurgir urgencia por instalar plantas desaladoras

ECONOMÍA. Empresa israelí, líder en el rubro, considera factible la utilización de esta tecnología ante la crisis del agua.
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Claudio Ramírez

La sequía que afecta a la zona central del país por más de una década y que amenaza con agravarse por el recrudecimiento de los efectos del cambio climático, obliga a las autoridades a pensar en alternativas de solución.

Al consumo humano se agrega la necesidad de contar con el recurso hídrico para sostener, por ejemplo, el objetivo estratégico de convertir a la zona en un polo agroalimentario. Por lo mismo, una de las soluciones apunta a las plantas desalinizadoras y, de hecho, el Ministerio de Obras Públicas (MOP) acogió por primera vez como iniciativa de interés público un proyecto de desalación multipropósito en la Región de Coquimbo.

La expectativa no es menor pues, si se demuestra la viabilidad de la iniciativa, dicha opción podría replicarse perfectamente en otras zonas como la Quinta Región. Sin embargo, el punto en contra pasa por los efectos en el medio ambiente a evaluar.

"En el escenario actual de escasez hídrica es necesario incorporar nuevas fuentes de agua y hacer más eficiente la gestión del recurso. Al respecto, es innegable el aporte que realizan en la actualidad las plantas desaladoras y resulta lógico proyectarlas como una solución confiable, sostenible y cada vez con costos más competitivos", comentó Cristián Wedeles, gerente comercial para Chile de IDE Technologies, empresa israelí líder en soluciones de desalinización y tratamiento de aguas industriales y que construyó la planta más grande que existe en el mundo (Sorek), que se ubica en Israel.

En esa línea, el ejecutivo advierte que los usos pueden ser variados, apuntando que existen interesantes iniciativas en las cuales con la misma planta de tratamiento de agua de mar, y mediante tecnología de osmosis inversa, se produce el vital elemento para uso potable, industrial y también para la agricultura.

"Estas sinergias permiten hacer más eficientes los proyectos y lograr un mejor tratamiento de las externalidades de instalar una mayor cantidad de plantas", subrayó.

Distintas estrategias

Por ahora, para la zona central existe un plan de embalses -que no ha avanzado- y que en opinión de Wedeles no sería obstáculo para pensar en otro tipo de estrategias.

"Es interesante un modelo en el cual se complementen distintas soluciones para una gestión eficiente del recurso. Sin embargo, teniendo en consideración los plazos y costos de implementación de ambas soluciones, me parece que las plantas desalinizadoras resultan absolutamente necesarias en el corto plazo", remarcó.

En ese plano, afirmó que los recursos económicos que requiere instalar una estructura de este tipo son cada vez más "competitivos" comparado con el tratamiento de aguas de otras fuentes, considerando además que en muchos casos resulta más confiable y sostenible en el tiempo.

Reutilización de agua

"El consumo de energía ha sido históricamente uno de los principales costos operacionales de este tipo de plantas. Sin embargo, la tecnología ha avanzado mucho en la optimización del consumo y su recuperación, y al mismo tiempo el costo de la energía ha disminuido notablemente en Chile", enfatizó el representante de IDE Technologies.

Agregó, además, que la experiencia internacional y particularmente en Israel permite observar cómo la combinación de desalinización de agua de mar para incorporar nuevas fuentes de agua y la reutilización previo tratamiento de las aguas residuales genera un escenario eficiente y sustentable para la población, la industria y la agricultura.

"De esta forma, Israel ante un escenario similar al que estamos experimentando en algunas zonas de Chile, le ha ido ganando superficie al desierto, incorporado incluso el tratamiento del boro en las plantas desaladoras para permitir su uso posterior en su importante industria agrícola", explicó el ejecutivo.

En cuanto a la opción real de instalar plantas en la región, indicó que la experiencia que existe con este tipo de infraestructuras en el norte del país representa una importante ventaja. "Esto ha permitido ya por años desarrollar la experiencia en Chile, entregando confiabilidad a los usuarios y proyectándola a otras industrias, aplicaciones y regiones con escasez hídrica", cerró el gerente.

Los efectos en el

medio ambiente

Uno de los principales reparos que generan este tipo de estructuras apunta a sus negativos efectos en el medio ambiente. Al respecto, Wedeles sostuvo que "la masificación de este tipo de soluciones demuestra que sus beneficios superan ampliamente a los impactos que generan". Respecto de las sales que se remueven del agua de mar, agregó que "estas son en general devueltas en un flujo más concentrado. Sin embargo, mediante un adecuado diseño que considera las corrientes marinas del lugar, se homogeniza con las características del agua de mar en una pluma de sólo algunas decenas de metros".

"En el escenario actual de escasez hídrica es necesario incorporar nuevas fuentes de agua y hacer más eficiente la gestión del recurso".

Cristián Wedeles, IDE Technologies