Actos vandálicos
Es lamentable lo ocurrido la noche del 31 de diciembre y la madrugada del 1 de enero en Valparaíso. El daño a esta ciudad realizado por vándalos no tiene nombre y tampoco tiene perdón, aunque un esperado castigo para estos delincuentes a través de un proceso judicial es un anhelo casi imposible de cumplir. La impunidad los ampara.
Quienes convocan a marchas de cualquier índole no entienden que están destruyendo Valparaíso, aunque parece que ello es su objetivo.
Germán Bustamante
Pensar en el país
Notablemente certera la descripción que hace el editorial de El Mercurio de Valparaíso del 31 de diciembre, sobre la situación que vive esta ciudad, la que es aplicable a Chile entero. Efectivamente, el Estado de derecho parece ser una ficción literaria, puesto que cada cual hace lo quiere con absoluta impunidad.
Los carabineros, los únicos que intentan imponer orden, están sobrepasados y acosados por recursos judiciales y sumarios por cualquiera de sus actuaciones que se salga un milímetro de la norma, pero nadie dice una sola palabra respecto de las despiadadas agresiones físicas y verbales a las que han sido sometidos ya por más de dos meses.
Como si eso no bastara, muchos parlamentarios se dan un irresponsable festín con acusaciones constitucionales contra cualquier autoridad que intente imponer orden en el caos y la incertidumbre en que vivimos la inmensa mayoría de los chilenos. Los necesarios ajustes políticos, sociales y económicos, que todos anhelamos, exigen como primera prioridad la paz y el orden.
Señores políticos, por favor, terminen de estar jugando con fuego y, en vez de sus mezquinos intereses, piensen en Chile.
Miguel Á. Vergara Villalobos
Proceso constituyente
Se ha publicado la Ley 21.100 que reforma el capítulo 15 de la Constitución, que tiene por efecto la capacidad intrasistémica de redactar una nueva Constitución para Chile. Queda de manifiesto, por consiguiente, que desde un punto de vista socio-histórico y doctrinario se ha asumido que Chile ingresó en la senda de una mayoría de países latinoamericanos que en vista de situaciones extremas redactaron nuevas constituciones a partir de asambleas constituyentes.
El nuevo proceso constituyente que contempla un plebiscito no desconoce la Constitución vigente, sin embargo, es importante recalcar que el llamado al acto electoral podrá ser fiscalizado mediante las funciones de control de constitucionalidad y legalidad ejercidas por el Tribunal Constitucional y la Contraloría General de la República, y en este sentido, ello no obsta que de realizarse pueda contradecir a un movimiento social extremadamente disociado en sus demandas, pues muchas de ellas rebasan lo políticamente posible y lo económicamente viable.
Es menester que de existir una Convención Constituyente, se antepongan mínimos políticos para la redacción de una Constitución que represente al cuerpo electoral.
Germán Soto Droguett
Un 2019 complejo
Seguro que el 2019 no fue un año feliz para todos y cada uno de nosotros podrá decir las situaciones que más le afectaron. En los últimos años, las principales instituciones del país se vieron involucradas en escándalos de probidad y transparencia. De hecho, el pasado 12 de mayo, la Universidad del Desarrollo entregó el resultado de un sondeo donde el 81% de los chilenos estimaba que las instituciones están en crisis.
Se realizaron varias marchas y el aumento del pasaje del Metro de Santiago fue la chispa que generó una explosión ciudadana el 18 de octubre pasado. A las demandas sociales por mejores pensiones, salarios, salud y no más abusos, se suma un rechazo generalizado hacia los partidos y clase política. Los infiltrados en las protestas destruyeron infraestructura pública y privada, saquearon e incendiaron locales comerciales; aumentaron las víctimas y la cesantía.
Si anhelamos la paz, se debe crear una economía solidaria para que el progreso llegue a todos.
Derico Cofré Catril
Funas
Es hora de una ley antifunas. No será fácil tipificarlas, probarlas, sancionarlas, pero para eso hay en el Ejecutivo y el Legislativo asesores bien remunerados.
La última ocurrencia en materia de perder tiempo parlamentario es la interpelación a la ministra del Medio Ambiente por no lograr en la COP25 que las potencias mundiales de la contaminación firmaran lo que no les interesaba firmar. A raíz de esas demoras, lo más probable es que la ley antifunas aparezca cuando medio país haya sido funado y refunado.
Para ese entonces, a nadie le importará una funa más por un motivo tan noble como promover esa ley. Mientras tanto, sigamos con acusaciones e interpelaciones a los adversarios políticos, una forma un tanto cara pero legal, civilizada y efectiva de funar.
José Luis Hernández Vidal