Correo
Comisión de Ética
El resumen del año 2019 de la Comisión de Ética de la Cámara de Diputados dice que 26 legisladores pasaron por esa instancia. Incluso algunos han sido investigados en más de cuatro ocasiones.
La acumulación de castigos por faltar a la ética debería significar que arriesga su permanencia en la Cámara. ¡Por favor! Si un diputado no actúa con ética, no puede estar legislando, fiscalizando y representando a sus electores y menos dictando normas que influirán en todos los chilenos.
Si a los paupérrimos requisitos que hoy se exigen a un candidato al Congreso se agrega la falta de ética en sus actuaciones como parlamentario y la ausencia de castigos ejemplares por incurrir en ella reiteradamente, no hay argumentos para esperar que los chilenos vuelvan a votar y a creer en los políticos.
Luis Enrique Soler Milla
Disyuntiva
El Presidente de Chile, que fue elegido con un 54% de los votos, figura en las encuestas con 10% de aprobación, por actuar como San Isidro, santo de la lluvia.
En una iglesia de España, enfrentando la imagen de San Isidro, los chacareros la apedreaban porque hizo llover poco y también le lanzaban piedras los leñadores porque se les humedeció la madera que llevarían a la barraca del pueblo. San Isidro citó a una conferencia de prensa para explicar que dio agua para regar las hortalizas de los chacareros, justo cuando los leñadores le reclamaron parar la lluvia que dañaría la madera, por lo cual él, buscando beneficiar a todos, dio agua con prudencia y moderación.
El Presidente, en diversas oportunidades, ha informado por los medios al país lo que aspira hacer en tal o cual materia, teniendo después que explicar que no se hará porque hay que dar a todos algo de lo que piden, pero como son cosas opuestas, no queda bien con nadie.
Hay que aprender a decir NO, con mayúscula, y si fue elegido para cumplir un programa que él mismo propuso, llevarlo a cabo. La izquierda y la derecha unida es una ilusión. No sólo la izquierda tiene coraje para decir avanzar sin trazar, creo yo.
Eduardo Parra Bartet
Plebiscito I
El 26 de abril de 2020, día del Plebiscito Nacional de entrada del proceso constituyente, se acerca raudo. En el mundo político aún no se observa una convergencia clara, o una suerte de democracia de los acuerdos, respecto de la participación de ciudadanos, denominados independientes en la jerga de la coyuntura, apelativo que implícitamente contiene una segmentación entre la ciudadanía, el soberano en el sentido roussoniano, y la estructura política partidista, es decir, los mandatados por el soberano.
En este contexto, y recogiendo el sentir ciudadano de volver a la paz plena y a retomar los grandes desafíos de la sociedad, los políticos, y particularmente el Gobierno, deben sortear una seria prueba ante el país: rendir honor a la concepción de democracia republicana. Esto es el respeto a las mayorías, la plena transparencia del proceso, accountability y la igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos que deseen integra la instancia.
Particularmente, un aspecto clave es el acceso al financiamiento y a los espacios en los medios, ángulos clave a los que seguramente los chilenos estaremos atentos. Contrario sensu, un proceso gris o espurio sólo estimulará la continuidad de los desbordes que nos han afectado, comprometiendo letalmente el progreso nacional. Las alarmas están encendidas.
Julio Miranda Vidal Académico Universidad Mayor
Plebiscito II
El 26 de abril del 2020 por fin tendremos un plebiscito que nos preguntará, a cada uno de los chilenos, si queremos o no una nueva Constitución, construida en democracia, con la participación de todos. El histórico plebiscito nos permitirá tomar una decisión libre, soberana y democrática que ojalá se traduzca en una Constitución fruto del diálogo, forjada de la reflexión y del pleno respeto a las opiniones, ideas, pensamientos y sueños de todos los chilenos.
Francisca Herrera Jara
Inversión sustentable
Pese a los crecientes llamados a una inversión responsable siguiendo criterios de sostenibilidad, existe evidencia de una lenta respuesta de parte de los inversionistas. Antes de invertir, la primera pregunta que a muchos les surge es ¿cuánto más retorno se obtiene invirtiendo en empresas sostenibles? Desde mi punto de vista -y el de un número cada vez mayor de investigadores-, el verdadero potencial del desempeño sostenible proviene de la reducción del riesgo de las organizaciones.
Poder identificar y gestionar los potenciales riesgos emergentes que se generan debido a las emisiones de gases de efecto invernadero permite que las empresas los administren de buena manera y mantengan las perspectivas de crecimiento sostenible. Es importante destacar que aquellas organizaciones que en la actualidad se preocupan de la sostenibilidad, estarán en mejor pie para enfrentar los cambios que se avecinan e interactuar con los entes reguladores.
Harold López Académico Facultad de Economía y Negocios, Universidad de Chile