Es sabido que la Prueba de Selección Universitaria (PSU) muestra más el estado de vulnerabilidad de los establecimientos de origen que las reales habilidades de los estudiantes, así como también que su estructura de contenidos está en relación directa con un modo de pensar el ingreso a la universidad, donde se opta por un puntaje que determina el futuro profesional de jóvenes que provienen de una educación desigual.

También es sabido que al ingreso a las universidades el lamento de los docentes se sitúa no necesariamente en los conocimientos que tiene o no tiene un estudiante, sino en las habilidades de lectura y comprensión, reflexión, análisis, entre otras.

Es dramático observar cómo estudiantes universitarios nunca habían tenido en su escolaridad la experiencia de realizar ensayos o reflexionar, dar opinión, analizar, hipotetizar, entre otros. Pero ¿qué puede medir una prueba de esta naturaleza que no esté teñido por las diferencias de la formación escolar? ¿Qué es necesario evaluar? Si consideramos habilidades de razonamiento, habilidades lectoras y de escritura, pareciera que se apunta a un proceso de base necesario para aprender cualquier contenido que, ciertamente, también obedece a un modo de enseñar y aprender que no siempre se aborda en el sistema escolar.

Visto así, esta forma de evaluar tampoco asegura nada, porque el problema de fondo no es en sí la PSU, sino, por un lado, la formación escolar, donde hay diferencias abismantes; como también la falta de opciones de ingreso a la universidad. En lo primero es manifiesto que aún prevalece una clase desde dimensiones tradicionales, donde no hay un sentido claro respecto de lo que sucede en el espacio educativo, donde las experiencias de aprendizaje se tornan monótonas y cargadas de voz docente por sobre la del estudiante y donde el profesor está saturado de lo tecnocrático y funcional en desmedro del arte, siempre arte, de enseñar para que todos aprendamos. Un arte que muestra, construye, arma y desarma contenidos para mirarlos, detenerse, sospechar, crear e ir paulatinamente construyendo marcos referenciales, ideas y opiniones.

Pero lo dicho está solo en algunos establecimientos; sólo algunos son los que pueden, los que cuentan con maestros, líderes educativos que se atreven a innovar y salirse del margen. En lo segundo, las universidades debemos plantearnos si esta es una buena forma de ingreso, si existen otras vías, otras formas.

Por lo pronto, se tendrá que seguir transitando hacia un modelo que favorezca la capacidad reflexiva y de estudio de los estudiantes, como también a una evaluación que apunte justamente a las habilidades básicas para aprender. Quizás de ese modo en los establecimientos educativos se redireccione el foco formativo desarrollando o potenciando las habilidades necesarias para formar a un joven más lector, más reflexivo, más creativo, que indaga, con voz, con postura, más estudiante.

A poco de cumplir 90 días del inicio del estallido social, y dejando de lado sus consecuencias sobre la economía, la tranquilidad ciudadana y la convivencia, los alcances políticos de la misma parecieran ser devastadores para las autoridades, específicamente para el intendente Jorge Martínez y el alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp. El primero se ve amagado no sólo por los problemas, sino también por un grupo de diputados de oposición que -de forma bastante artera- lo conminan a presentar su renuncia bajo amenaza de levantar una acusación constitucional, como ya ocurre con su par metropolitano, Felipe Guevara. El jefe comunal porteño, en tanto, debe hacer frente a las asociaciones del comercio y el propio Concejo Municipal, que resienten su tibieza inicial respecto de los desmanes y saqueos que terminaron por asolar el Puerto, su clara incitación a las marchas y su nula capacidad de articular planes de seguridad con Carabineros y el Gobierno Regional.

Para nadie ha sido fácil este período. Si no, que lo diga la exalcaldesa de Olmué, Macarena Santelices, quien renunció para presentar una rimbombante postulación a la Gobernación Regional y ha desaparecido de escena producto de la crisis que golpea a toda la clase política. Algo similar le ocurre a la exgobernadora provincial, María de los Ángeles de La Paz, supuesta candidata a alcaldesa por Valparaíso; también a los postulantes a la Casa Consistorial de Concón, luego de que el actual alcalde, Óscar Sumonte, les abriera la puerta con su anuncio navideño de que no repostularía; o los también aspirantes a Villa Alemana, Quilpué y las comunas de la zona interior y el litoral sur. Para qué hablar del caso de Virginia Reginato, cercada por una acusación por notable abandono de deberes ante el Tribunal Electoral Regional por el déficit en Viña del Mar.

Pero si bien, en términos de conveniencia y popularidad, no es un buen minuto para hacer política, es ahora cuando más se necesita gente seria que no corra a guarecerse a causa de la tempestad, sino que articule y comande la tan necesaria reingeniería que le llora a nuestro país.

Por lo mismo, ha llegado el tiempo de la responsabilidad. Ni el intendente Martínez, ni el alcalde Sharp ni ninguno de los que han sido electos por voto popular pueden y tampoco deben renunciar. Curioso es que quienes piden sus cabezas y son los primeros en encender las hogueras sean también los principales responsables del colapso social y material de nuestras ciudades y nuestro país.

Es también el minuto preciso para no restarse de la discusión constituyente, en la cual los extremistas de izquierda y derecha buscarán hacer propias no sólo las legítimas demandas de la sociedad civil, sino también otras banderas más cercanas a intereses mezquinos y propios, tan alejados de cualquier gesto en función del futuro del país.

152 años | 10 de enero de 1868

Avance de impiedad preocupa a obispo

El lunes próximo, en Santiago, saldrá a la luz un extenso edicto del ilustrísimo señor arzobispo de Santiago, dirigido al clero y fieles de la arquidiócesis, en el cual, aparte de importantes cuestiones, ordena elevar oraciones en los templos de la capital por el triunfo de la fe, contra la impiedad, cuya propagación lamenta el ilustre prelado.

102 años | 10 de enero de 1918

Alemania y Austria entregan sus buques

LONDRES. Estados Unidos, Gran Bretaña e Italia han convenido en tomar el tonelaje alemán de vapores para pasajeros que será presentado por comisiones alemanas encargadas del armisticio con los aliados. Francia no ha sido incluida en esta indemnización porque a este país le han correspondido buques que cede Austria.

52 años | 10 de enero de 1968

Viene portaaviones que rescató a Apolo 8

Una visita de cuatro días realizará a Valparaíso, el portaaviones "Yorktown" de la Marina de los Estados Unidos, que fue conocido en todo el mundo con ocasión del regreso de los 3 astronautas norteamericanos que tripularon la Apolo 8 y efectuaron el primer vuelo orbital a la Luna a fines del año pasado, en días de Navidad.