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Confiando en nuestra porfía

Economista "Nuestro gran dilema es que las soluciones tienen que venir de quienes han generado la situación actual".
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A los desafíos estructurales de nuestra región se suman los desafíos coyunturales que nos adelantan un año difícil y peor. Nuestro gran dilema es que las soluciones tienen que venir de quienes han generado la situación actual. Mientras, la porfía que nos caracteriza seguirá siendo el verdadero motor de desarrollo regional, una vez más.

Nuestro desafío estructural viene, primero, por la diversidad de actividades que van desde los servicios, el turismo hasta la minería, pasando por toda la gama de actividades campestres e industriales. La Región de Valparaíso cuenta con una diversidad productiva que implica una mirada de apoyo fiscal por áreas industriales, por sobre la visión monoproductiva que se tiene de "regiones". Segundo, el 52% de la población se concentra en el Gran Valparaíso y demanda empleos de calidad que requieren servicios de valor agregado; y que sin incentivos tributarios es poco probable crearlo.

Los desafíos coyunturales son la sequía y la violencia. Sequía que podría haberse evitado con la creación de los tres embalses para la zona del Aconcagua, la carretera hídrica para el valle de Casablanca y las inexistentes campañas para el cuidado del agua. Si bien están presentes en el presupuesto 2020, es de esperar que no sean postergadas como ha sucedido en otros años. Los sectores agrícola, frutícola, pecuario y vitivinícola están en riesgo, al igual que el desarrollo y producción industrial.

El temor a debatir incentivos tributarios para fomentar el crecimiento regional ha sido nuestro gran dilema por años. El gasto fiscal apunta a resolver un problema en particular y no generará el empleo de valor agregado que demanda más de la mitad de la población regional concentrada en las cinco comunas que conforman el Gran Valparaíso.

La violencia: cómo terminar con ella si el alcalde de la ciudad más golpeada del país se resta de un Acuerdo por la Paz, anteponiendo su agenda ideológica por sobre el bienestar de todos. Cómo lograrla si no se invita, al mismo acuerdo, a la Cámara de Comercio y Turismo de Valparaíso, quienes fueron los primeros en proponer un Acuerdo por la Paz en el país.

Mientras todo eso ocurre, la confianza empresarial cae a mínimos históricos y con justa razón. Las ventas minoristas han sido golpeadas y nuestras autoridades no han estado a la altura. Y peor. Sin políticas públicas de impacto e incentivos tributarios para superar nuestros desafíos estructurales y coyunturales, se está dejando el desarrollo regional únicamente en manos de la porfía emprendedora que nos caracteriza.

Alejandro Maureira

Histórico: ventas del comercio se desploman con el estallido social y disminuyen casi un 20%

REGIÓN. Gremio prevé que 2019 cerrará como el peor desde que existe registro y que el destino del actual aún es incierto.
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Las cifras del comercio regional siguen transitando exclusivamente por un camino complicado que se empina aún más tras conocer las ventas minoristas de noviembre pasado, que evidenciaron una disminución de 19,8%, la mayor caída desde que existe registro y que desemboca en una baja acumulada de 7,1% al undécimo mes de 2019, de acuerdo al informe entregado por la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (CNC).

Así, la cifra supera el descenso de 17,2% en octubre, periodo en que se inició el estallido social, con lo cual el trimestre móvil septiembre-noviembre marcó una caída de 14,6% real, con dos meses fuertemente golpeados por la contingencia.

Impacto

Todas las categorías analizadas, en términos de locales equivalentes, mostraron fuertes bajas en el mes de noviembre, sobre todo aquellas relacionadas con bienes que no son de primera necesidad.

Vestuario y Calzado evidenciaron caídas reales anuales de 21,8% y 29,3%, respectivamente. Línea Hogar y Muebles registraron bajas de 32,2% y 31,4%, respectivamente, y Artefactos Eléctricos cayó un 24,3% real anual. Por su parte, la Línea Tradicional de Supermercados, que incluye abarrotes y perecibles, registró un descenso de 13,5% anual.

"Noviembre fue un mes que estuvo fuertemente golpeado, sobre todo la primera quincena, donde gran parte del comercio vio afectado su funcionamiento debido a la violencia e inseguridad que reinaba en las calles, y recién hacia fines del mes se comenzó a recuperar poco a poco cierta calma en el sector y a extender los horarios. En este contexto, dentro de las regiones en estudio, Valparaíso y Biobío han sido las más impactadas por los desórdenes y saqueos", comentó la gerenta de estudios de la CNC, Bernardita Silva.

la peor caída

La Cámara Regional del Comercio de Valparaíso (CRCP) observa con inquietud la situación, remarcando la caída histórica que muestra la cifra.

"Las ventas del comercio minorista durante noviembre experimentaron su peor caída en la historia de la región, al disminuir drásticamente (...) Se alinea con el resultado registrado en octubre, debido a la imposibilidad que muchos locales tuvieron de poder funcionar de forma normal", remarcó la gerenta general de la CRCP, Marcela Pastenes, añadiendo que el ambiente no contribuyó a mejorar las perspectivas.

"La tónica en el comercio durante noviembre fue para aquellos que pudieron abrir sus puertas, trabajar en horarios reducidos, todo esto bajo un contexto de disturbios en las calles y saqueos en locales comerciales de las principales comunas de la región", dijo.

Así, el cierre de 2019 y las perspectivas del actual se prevén complejos. "Estimamos que las ventas del comercio minorista en la Región de Valparaíso cerrarán el 2019 como el peor año desde que existen registros y estadísticas del comportamiento del rubro", remarcó, añadiendo que dicha variación debería promediar entre un -7,5 a un -8,9%, considerando que las estimaciones para diciembre apuntan a una baja entre el 10 y el 20%. "De no mejorar el orden público, para el comercio será un difícil 2020, considerando que ya la base de comparación existente es baja", cerró la ejecutiva.