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ENTREVISTA. catherine paquette, doctora francesa en urbanismo:

"No hay que dejar en manos de los desarrolladores la construcción de la ciudad, que es lo que pasa hoy"

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Claudio Ramírez

"Es un gran tema mejorar las ciudades y la calidad de vida de sus habitantes", comentó la doctora francesa en urbanismo Catherine Paquette, una de las expositoras del Congreso Futuro, cita que en la Región de Valparaíso se realizó en la sede del Poder Legislativo.

El cómo caminar hacia ciudades más sostenibles, el rol de la autoridad pública en el desarrollo urbano y la necesidad de avanzar en un pacto con el sector privado fueron algunos de los temas abordados por la experta, que lleva más de dos décadas investigando sobre una problemática que cada vez cobra más importancia en el mundo moderno y más aún en nuestro país que, según comentó, es uno de los más urbanizados del mundo, con 9 de cada 10 habitantes viviendo en las ciudades.

- ¿Qué es una ciudad sostenible?

- En teoría, la sostenibilidad como lo hemos aprendido en la escuela, es cuidar lo ambiental, lo económico y lo social, sin dejar ninguno atrás. Sin embargo, hoy en día lo que estamos haciendo en materia de sostenibilidad urbana son sobre todo temas de ciudad verde. Y si le preguntamos a alguien qué es la ciudad sostenible, tiende, como señalo, a inclinarse por lo verde.

TRES PUNTAS

- ¿Cómo pueden convivir estos tres elementos en la ciudad, es decir, lo ambiental, lo económico y lo social?

- Ese es todo un reto, precisamente. A mí muchas veces, como experta de estos temas, me preguntan mucho el cómo hay que hacerlo y lo más importante que hay que subrayar es que no existe ninguna receta para tener ciudades más sostenibles ni que digan exactamente cómo alcanzar esto. Creo que cada sociedad y cada ciudad se lo tiene que plantear. Tiene que reflexionar acerca de cuáles son sus prioridades.

- ¿En base a qué se puede fijar esa prioridad?

- La podemos fijar según el contexto. Puede ser lo ambiental o más bien poner énfasis en lo social, pero esa tiene que ser una decisión colectiva consensuada. Y luego siempre pensar que cualquier acción o proyecto que tengamos, más allá de la prioridad que hayamos escogido, va a tener impactos en los otros componentes de este desarrollo sostenible. Y en ese sentido saber de antemano cuáles van a ser esos efectos y de qué magnitud.

- O sea, ¿puede que una decisión que se tome por privilegiar uno de esos puntos vaya en desmedro de otro?

- (Por ejemplo) Con tal proyecto estoy mejorando las condiciones ambientales, pero también hay que analizar qué impacto social tengo y cómo puedo corregirlo en el caso de que el efecto en ese sentido sea negativo. Yo siempre digo que la sostenibilidad es un equilibrio y que éste va a ser distinto según los contextos. Es obvio que hacer que esta ciudad (Valparaíso) sea sostenible no es lo mismo que hacer que una ciudad como Estocolmo lo sea. Es decir, no podemos implementar las mismas acciones. Sí hay que llevar a cabo una reflexión acerca de este equilibrio y qué ciudad es la que queremos y por dónde empezamos, siempre cuidando todos los aspectos del desarrollo, tanto económico como social y también medioambiental.

CASO PORTEÑO

- En el caso de Valparaíso, hay mucha gente que vive en los cerros y quebradas y que no tiene acceso a servicios, exponiéndose además a otros peligros, como los incendios. ¿De qué forma se puede abordar esa problemática y buscar soluciones?

- Es una problemática muy difícil porque precisamente están en situación de riesgo. Vemos muy bien que todos estos barrios que están en este tipo de condición, con el cambio climático el riesgo va a ser mayor. En muchas ciudades hay cada vez más lluvias, más intensas, o al revés con el tema de los incendios. Sin embargo, la propuesta no puede consistir en sacar estos barrios y ubicarlos en otros lugares.

- ¿Qué se debe hacer? ¿Por dónde se puede avanzar?

- Tenemos que tratar de avanzar y limitar los riesgos. Tal vez en ciertos lugares hay opciones de reubicación, pero se debe buscar al máximo que estos barrios se vayan consolidando y se vuelvan resilientes, tanto desde el punto de vista físico con algunas obras y desde el punto de vista social, preparando a la comunidad para lo que pueda suceder.

ROL DE LA AUTORIDAD

- Usted hablaba de la importancia de reforzar la gobernanza del sector público en el ámbito del desarrollo urbano. ¿Cómo se puede ir progresando en ese aspecto?

- Con más protagonismo de la autoridad. Hoy en día es como que las autoridades no tienen recursos. No hay dinero en las cajas públicas o en el Estado, y entonces hay como una abdicación para el sector público. Es decir, como no tenemos dinero dejemos que se resuelva por el mercado. El no tener dinero no significa que no seamos capaces de fijar una visión, un rumbo, reglas claras y trabajar de la mano con los desarrolladores para que realmente lo que hagan como proyectos inmobiliarios esté integrado en una visión urbana diseñada desde la autoridad. Es decir, no dejando en las manos de los desarrolladores la construcción de la ciudad, que es lo que está pasando hoy.

- ¿Cómo ve la problemática entre ciudad y puerto?

- Es un tema complicado porque el puerto es muy importante económicamente para la ciudad. Entonces, tampoco podemos decir que ya no podemos tener este tipo de actividades. Creo que nuevamente se necesita la discusión colectiva para llegar a una visión consensuada de qué tipo de ciudad queremos, tratando de mitigar, en este caso específico, los impactos del puerto. Realmente esta discusión colectiva sobre el futuro de la ciudad puede ayudar a encontrar un camino con un equilibrio entre las actividades. Y finalmente que todos aceptemos y entendamos esto. Ahora, estos son de los conflictos más complicados, porque hoy en día hay mucho individualismo y cada persona piensa en lo suyo y en su entorno próximo. Entonces, tenemos que lograr subir el debate y la discusión a un nivel del interés general.

- Usted hablaba de la necesidad de un pacto entre la autoridad pública y el sector privado.

- Las inmobiliarias pueden hacer su trabajo mal o bien. Yo creo que no es malo en sí. Existe esta visión porque, de hecho, lo que vemos que está mal en las ciudades proviene del desarrollo inmobiliario voraz y el resultado es que decimos que ellos son los malos, pero creo que no.

- ¿A qué se refiere?

- Si les fijamos reglas claras y decimos: si lo haces de tal forma te puedo ayudar, te puedo apoyar en agilizar los trámites (...), en fin, decir que no somos enemigos. Por eso hablaba de la necesidad de sentarse, conversar y hacer un pacto entre todos para un mejor desarrollo urbano. Y creo que todos los desarrolladores sí estarán de acuerdo porque, al final de cuentas, es hacer su trabajo en otro contexto. Pero si las reglas son claras y no cambian a cada rato y hay una garantía de que mi inversión va a ser buena, no hay problema. Al final, para un desarrollador invertir en un contexto urbano bien planificado y con una visión clara va a significar que pueda vender mejor su producto.

"Lo más importante que hay que subrayar es que no existe ninguna receta para tener ciudades más sostenibles ni que digan exactamente cómo alcanzar esto". "En muchas ciudades hay cada vez más lluvias, más intensas, o al revés con el tema de los incendios. Sin embargo, la propuesta no puede consistir en sacar estos barrios y ubicarlos en otros lugares". "El no tener dinero no significa que no seamos capaces de fijar una visión, un rumbo, reglas claras y trabajar de la mano con los desarrolladores".

"Se necesita la discusión colectiva para llegar a una visión consensuada de qué tipo de ciudad queremos".