La cultura y la política lloran la muerte de la compositora Sylvia Soublette
GENTE. La viñamarina fue la fundadora del coro femenino y masculino de la ciudad, y entre sus obras se encuentran "Eva" y "Hallazgo". Estuvo casada con Gabriel Valdés.
Si el martes el mundo de la danza se estremeció con la muerte del coreógrafo y bailarín Hernán Baldrich, ayer fue el turno de la música con la pérdida de la compositora, cantante, instrumentista, directora coral, gestora cultural y pedagoga Sylvia Soublette.
Hija de Luis Soublette García-Vidaurre e Isabel Asmussen Urrutia, nació en Viña del Mar el 5 de febrero de 1923. Asistió a las Monjas Francesas de la comuna, y luego al Alemán de Valparaíso. En paralelo aprendió teoría de la música y piano en la Academia de Bellas Artes, y en 1939 comenzó a estudiar canto con la profesora Alina Piderit. En su formación influyó fuertemente la figura de Federico Heinlein, quien había sido ayudante de Erich Kleiber, según ella misma reconoció alguna vez.
Una vez egresada del colegio, específicamente en 1941, creó el Coro Femenino Viña del Mar y con el cual ofreció varios conciertos. Dos años después comenzó a dictar clases en la carrera de música de la Universidad Católica de Valparaíso, y fue en esta institución que organizó un coro masculino. Con sólo 22 años, Sylvia Soublette formó con ambas agrupaciones el primer coro mixto de la Universidad en 1945, abarcando repertorio renacentista, barroco y romántico.
Apoyo constante
En junio de 1946, en la Iglesia de las Carmelitas de Viña del Mar, la hermana mayor del filósofo y musicólogo Gastón Soublette se casó con Gabriel Valdés con quien estuvo 64 años, y de cuya relación nacieron tres hijos: Maximiano, director de orquesta; Juan Gabriel, cientista político y canciller de Eduardo Frei Ruiz-Tagle; y María Gracia, gestora cultural.
Por matrimonio fue que llegó a vivir a Santiago, sin embargo, esto no fue obstáculo para seguir en el mundo de la música. Según recordó la autora de obras como "Eva" y "Hallazgo" en una entrevista a la revista "Paula", "antes de casarme le dije que yo no iba a poder estar casada con una persona que me impidiera hacer mi carrera como yo quería. Nunca jamás me impidió nada".
Es así como en 1948 ingresó al Conservatorio Nacional, donde estudió contrapunto y composición con Domingo Santa Cruz y Clara Oyuela. En 1951 partió a Francia, donde estudió con Millhaud y Messiaen en el Conservatorio de París durante un año.
Fue un viaje que realizó junto a su marido, pero sin sus hijos. Hecho que calificó en la misma entrevista como "horroroso. Sufrí mucho. Eran muy chiquititos todavía. Lloré muchísimo durante el tiempo que estuve afuera", aunque "no me arrepiento te voy a decir, porque fue un año muy productivo".
Una larga trayectoria
A petición del destacado director de orquesta porteño Fernando Rosas, en 1960 comenzó a trabajar en la Pontificia Universidad Católica de Chile como cofundadora del Conjunto de Música Antigua creado por Juana Subercaseaux.
"Fue muy interesante, porque tuvimos que hacer una tremenda investigación. Fuimos el primer grupo de músicos que existió en Chile, entonces de ahí nos empezaron a contratar de afuera", destacó Sylvia Soublette a revista "Paula".
Lideró el grupo hasta 1974. Durante los primeros años de dictadura la familia Valdés - Soublette se radicó en EE.UU. Sin embargo, en el camino la compositora aprovechó de quedarse en Venezuela para trabajar con José Antonio Abreu, el creador del Sistema de Orquestas Juveniles de aquel país.
"Me fui a Caracas porque por el cargo de Gabriel él tenía que estar todo el tiempo viajando. Y yo pasaba muy sola en Nueva York y traté de trabajar allá, pero me ofrecieron varias cosas que no me interesaron (...). La María Gracia estaba casada y vivía en Caracas. Me fui a verla y me encontré con José Antonio Abreu, director de las orquestas, y me dijo: '¿y por qué no se viene a trabajar con nosotros?'". Allí trabajó dos años en la creación de un conjunto de música antigua, el Ars Musicae, hoy llamado Camerata Nacional Juvenil de Caracas y que contó con el apoyo de varios músicos chilenos.
En los '80 volvió a Chile uy formó el Centro Musical San Francisco (1981), dedicado al estudio e interpretación de la música colonial, y la Corporación Cultural Instituto de Música de Santiago (1991), entidad sin fines de lucro.
En 1997 recibió el premio del círculo de críticos de Valparaíso y, en 1998, la medalla de la música del Consejo Nacional de la Música, aunque nunca se llevó el Premio Nacional.
Algunas de sus obras son "Anoche estando durmiendo", "Suite para violín y piano", "Sabrás que te amo" y "Misa romana para coro mixto, solistas y orquesta". Partituras que donó el 2018 a la Biblioteca Nacional, junto con las de su hermano Gastón.
Mañana a las 12.30 se celebrará una misa en su memoria en la parroquia Santa Elena de Las Condes, y sus funerales se llevarán a cabo en el Parque del Recuerdo.