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La imagen de mayor resolución de la superficie del Sol

CIENCIA. El telescopio solar Inouye permitirá una nueva era de la ciencia solar y un salto adelante en la comprensión del Sol y sus impactos en nuestro planeta.
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Las primeras imágenes del telescopio solar Daniel K. Inouye revelan detalles sin precedentes de la superficie del Sol y anticipan resultados que vendrán de este preeminente telescopio de 4 metros en tierra de la NSF (National Science Foundation) de Estados Unidos y que permitirá una nueva era de la ciencia solar y un salto adelante en la comprensión del sol y sus impactos en nuestro planeta.

La actividad solar, impulsora del clima espacial, puede afectar los sistemas en la Tierra. De hecho las erupciones magnéticas en el Sol pueden influir en el transporte aéreo, interrumpir las comunicaciones por satélite y derribar las redes eléctricas, causando apagones duraderos y tecnologías de desactivación como el GPS.

Estas primeras imágenes del telescopio solar Inouye muestran una vista en primer plano de la superficie de nuestra estrella, que puede proporcionar detalles importantes para los científicos. La imagen muestra un patrón de plasma turbulento "hirviendo" que cubre todo el sol.

Las estructuras en forma de células, cada una del tamaño de Texas, son la firma de movimientos violentos que transportan el calor desde el interior hasta su superficie. Ese plasma solar caliente se eleva en los centros brillantes de las "células", se enfría y luego se hunde debajo de la superficie en carriles oscuros en un proceso conocido como convección.

"Desde que NSF comenzó a trabajar en este telescopio terrestre, hemos esperado ansiosamente las primeras imágenes", reconoce France Córdova, directora. "Ahora podemos compartir estas imágenes y videos, que son los más detallados de nuestro sol hasta la fecha. El telescopio solar podrá mapear los campos magnéticos dentro de la corona del Sol, donde ocurren erupciones solares que pueden afectar la vida en la Tierra. El telescopio mejorará nuestra comprensión de lo que impulsa el clima espacial y, en última instancia, ayudará a los pronosticadores a predecir mejor las tormentas solares", agregó.

ILUMINANDO el sistema

El Sol es un gigantesco reactor nuclear que quema alrededor de 5 millones de toneladas de combustible de hidrógeno por segundo. Lo ha estado haciendo durante aproximadamente 5.000 millones de años y continuará durante los otros 4.500 millones de años de su vida.

Toda esa energía irradia al espacio en todas las direcciones, y la pequeña fracción que llega a la Tierra hace posible la vida. En la década de 1950, los científicos descubrieron que un viento solar sopla desde el Sol hasta los bordes del sistema solar. También dedujeron por primera vez que vivimos dentro de la atmósfera de esta estrella. Pero muchos de los procesos más vitales del Sol continúan confundiendo a los científicos.

"En la Tierra podemos predecir si va a llover casi en cualquier parte del mundo con mucha precisión, y el clima espacial todavía no está en ese punto", señala Matt Mountain, presidente de la Asociación de Universidades para la Investigación en Astronomía, que administra el telescopio solar Inouye.

"Nuestras predicciones van a la zaga del clima terrestre en 50 años, si no más", añadió. "Lo que necesitamos es comprender la física subyacente detrás del clima espacial, y esto comienza en el Sol, que es lo que este telescopio estudiará en las próximas décadas", indicó.

Los campos magnéticos solares se retuercen y enredan constantemente por los movimientos del plasma del Sol. Esos campos magnéticos pueden provocar tormentas solares que incidirían negativamente nuestros estilos de vida modernos dependientes de la tecnología.