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ENTREVISTA. marco oneto, referente de la selección chilena de balonmano, tras el campeonato Sur y Centro Americano:

"No se puede sacar un balance positivo tras haber salido cuarto y perder con Uruguay"

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Tomás Moggia C.

Afines de enero, la selección chilena de balonmano cerró su participación en el campeonato Sur y Centro Americano que se desarrolló en Maringá, Brasil, en el cuarto lugar, quedando fuera del podio y sin cupo al Mundial de Egipto 2021.

Pese a que todavía habría una opción más para acceder a la cita planetaria, lo cierto es que a priori, después de clasificar ininterrumpidamente desde el 2011 a cinco mundiales, hoy la Roja del hándbol está fuera de la máxima cita de la disciplina.

Con un equipo con varias caras nuevas debido al recambio generacional proyectado por el técnico Mateo Garralda, Chile debutó cayendo con Uruguay por 28-25, algo que no ocurría desde hace 13 años. Después la Roja superó a Paraguay por 31-22, pero luego cayó con Brasil por 32-20 y con Argentina por 30-22. El triunfo en el cierre sobre Bolivia por 53-7 no sirvió de mucho.

"No se puede sacar un balance positivo después de haber salido cuarto y perder con Uruguay", dice Marco Oneto.

El quilpueíno y referente del plantel nacional analiza con autocrítica el desempeño del equipo en tierras brasileñas. "Esa derrota con Uruguaynos determinó el resto del torneo. Fue difícil reponerse de ese golpe", reconoce el pivote, hoy reconvertido en defensor.

- ¿Qué les faltó? ¿Afectó mucho el tema del recambio?

- Hay muchas cosas que afectan, obviamente el recambio generacional siempre es un tema complejo, requiere un par de torneos para adecuarse. Eran siete chicos jóvenes que entraron, algunos de ellos con nula experiencia en categoría adultos, entonces por supuesto que hace falta un poco de tiempo. Pero esa excusa nos puede servir para a lo mejor explicar el haber perdido con Argentina como lo hicimos, y perdido con Brasil como perdimos, pero no para haber perdido con Uruguay. Eso no. Aún así, con este equipo, nosotros estamos muy por encima del nivel de Uruguay si hubiéramos jugado a nuestro nivel.

- ¿Qué pasó en ese partido?

- Hubo muchísimas cosas que afectaron. El viaje nefasto que tuvimos, salimos a las 4 am de Santiago, yo salí a la medianoche para viajar. Llegamos alrededor de las 13 o 14 horas a Maringá, y jugamos 24 horas después. A las tres horas de llegar entrenamos una hora en una pista cuya calidad era terrible, muy, muy dura, y eso también nos sobrecargó. Jugamos el primer partido con Uruguay, la calendarización del torneo nos jugó en contra, de la misma forma como los partidos que jugamos contra Argentina y Brasil tuvieron menos de 20 horas de diferencia, cosa que tampoco es aceptable ni siquiera viable en la Federación Internacional. Nos afectaron muchas cosas, pero una de las principales fue el viaje, nos costó un par de días sacarnos ese viaje de encima. Fue bastante complejo. Anímicamente Uruguay siempre es un equipo que se nos ha complicado en demasía, pese a que tienen un nivel por debajo del nuestro. Sinceramente, nos vimos con el partido muy encima, nos confiamos como muchas veces nos pasa con ellos, y no tuvimos la frescura ni física ni mental para reaccionar como lo habíamos hecho en todos los otros partidos en que nos pasaba esto. El encuentro contra Uruguay no pasó por un tema técnico-táctico, ni tampoco porque hayan muchos jóvenes en el equipo.

- Con Paraguay también se les anduvo complicando por momentos, y de hecho al término del primer tiempo ganaban por apenas cinco puntos.

- Pagando lo del día anterior, porque fue un mazazo muy fuerte, nos desencajó completamente, nos costó mucho recuperarnos de eso. Y Paraguay, que era un equipo aún inferior a Uruguay, fue muy complejo . Cuando tienes inseguridad, el brazo de lanzamiento se te acorta, no lanzas bien, no estás seguro, si no metes la primera empiezas a decaer. Eso nos insegurizó bastante como equipo al inicio.

- ¿Y se atribuye al recambio el haber perdido por ese marcador de 32-20 con Brasil, al que le habían ganado recientemente en los Panamericanos de Lima por 32-29 para clasificar a la final de aquella cita continental?

- Con Brasil perdimos en los últimos 20 o 15 minutos. Durante muchos momentos del primer tiempo y a inicios del segundo incluso estuvimos por delante. Pero los recambios que teníamos eran bastante cortos y ahí se sintió un poco este cambio generacional, no teníamos un banquillo para el nivel de partido de Brasil, era un banquillo más ajustado.

- ¿Y en lo personal cómo se sintió en la cancha, porque es distinto no estar jugando constantemente en forma competitiva en un club, más allá estar entrenando con la selección?

- Me sentí bien físicamente, aunque ya no tengo el físico que hace tres o cuatro años. Por eso ahora juego en defensa, no en ataque. No tuve ningún problema, a mí no se me cae ningún anillo por no empezar de titular ni porque el entrenador me diga que en un partido no voy a jugar, o jugar los últimos cinco minutos contra el equipo que sea. No importa, yo fui completamente consciente que iba a ayudar al equipo en lo que fuera, ya sea dentro o fuera de la pista. Iba dispuesto a lo que fuera. Pero físicamente me sentí bastante bien para como tengo las rodillas y todos los problemas que arrastro. Fueron mejores sensaciones, en ese sentido, que en Lima, y me dejó relativamente tranquilo. Jugué en tres partidos, contra Uruguay (solo el segundo tiempo), Brasil y Argentina; ante Paraguay y Bolivia no jugué.

- Garralda dejó la puerta abierta para que siga aportando en la selección, porque hay otra opción de clasificar al Mundial.

- Hay otra opción que sería un repechaje en Centroamérica y podríamos tener una participación que se tiene que terminar de confirmar.

- El foco ahora entonces está en el Preolímpico de abril.

- Es el Preolímpico con más posibilidades que hemos tenido nunca. Hemos jugado dos o tres Preolímpicos, y siempre ha sido mucho más complejo, en grupos de cuatro equipos con dos cupos y dos europeos de primer nivel. Era casi imposible. Ahora estamos en un grupo con Noruega (subcampeón mundial), Brasil (9ª del Mundial) y Corea del Sur (2º del torneo asiático), y los dos primeros van a los Juegos Olímpicos. Noruega está perdido, pero tanto Brasil como Corea del Sur son dos equipos abordables. En lo que va de un año con Brasil lo hemos demostrado, a pesar de este último partido. Fue un tema que ya los jugadores estábamos muy agotados y no dimos más, pero en un partido a una carta, es otra historia.

- ¿Qué se ha hablado de la posibilidad de que para el Preolímpico vuelvan Felipe Barrientos y Emil Feuchtmann, por ejemplo?

- Ese es un tema de nuestro entrenador. Él debe decidir y ver el mayor bien para el equipo. Se hablará con el capitán, que ya no soy yo, se la cedí a Rodrigo (Salinas) en la gira a Francia antes de este torneo, y el capitán lo hablará con el equipo. También depende de los jugadores que quiera llamar Mateo. Pero se va a luchar con quien se tenga.

¿Y usted mantiene abierta la opción de seguir jugando?

- ¿Yo? (Se ríe). Yo había tomado esto como mi último torneo. El tema de los Juegos Olímpicos es apetitoso, pero es complejo porque tengo compromisos con el Programa Promesas Chile en la región, ya no me mando solo. Son temas que tengo que valorar con el ministerio y la dirección regional del IND. No quiero ni pensarlo ahora mismo, estoy con otras cosas, pero obviamente es el torneo de todo deportista, aunque tengo que ser coherente y responsable con mis otros compromisos. La selección para mí siempre ha sido todo, pero ya voy a cumplir 38 años, hay otra vida que seguir viviendo... no sé. Primero tiene que estar el interés deportivo de Mateo, y después se verá.

"Aún así, con este equipo, nosotros estamos muy por encima del nivel de Uruguay si hubiéramos jugado a nuestro nivel".

"Yo había tomado esto como mi último torneo. El tema de los Juegos Olímpicos es apetitoso, pero es complejo porque tengo compromisos ".

28-25 perdió la Roja de balonmano ante Uruguay, caída que no ocurría hace unos 13 años.

16 a 19 de abril se jugará el Preolímpico en Noruega, buscando dos cupos con los locales, Brasil y Corea del Sur.