Francisco Meneses V.

Una compleja situación se vivió durante la noche del sábado en la avenida San Martín de Viña del Mar, producto del ataque que recibió el restaurante Delamar ubicado frente al Casino. Los hechos ocurrieron cerca de las 23 horas mientras se desarrollaba una marcha no autorizada por la concurrida arteria viñamarina.

En ese momento, un grupo de manifestantes se descolgó del bloque y atacó el recinto. Según los registros de las cámaras de seguridad, los sujetos lanzaron las sillas y mesas ubicadas en el exterior hacia el restaurante, además de romper los ventanales con piedras.

Cristián Guerrero, jefe de salón del Delamar, comentó que fueron aproximadamente 20 personas las que participaron en los hechos. "Atacaron el restaurante, atacaron a los clientes y hay dos personas heridas, un trabajador que lo atacaron con una piedra muy maciza en la cabeza y un cliente que estaba comiendo cerca de la venta y le llegó un piedrazo cerca de la oreja", relató.

Tras el ataque el garzón herido del local fue trasladado hacia la clínica del Instituto de Seguridad del Trabajo de la Ciudad Jardín, mientras que el cliente lesionado fue derivado hacia otro recinto asistencial.

Existe incertidumbre

De acuerdo al relato de Guerrero, los descolgados no conformes con apedrear el exterior del lugar, "entraron, atacaron a la gente que estaba comiendo y al personal, rompieron todo lo que pudieron, tiraron piedras y entraron con palos. Fue un hecho de mucha violencia".

Al momento de los sucesos, dentro del restaurante Delamar habían aproximadamente 30 personas, entre comensales y personal de servicio.

Los daños materiales al recinto fueron valorados en 4 millones de pesos, producto de la rotura de los vidrios del local, además de mobiliario como televisores, mamparas y las sillas y mesas ubicadas al exterior del local.

"Los trabajadores están mal, porque creo que por ahora el restaurante permanecerá cerrado porque hay poca seguridad", dijo el jefe de salón. En ese sentido, Guerrero estimó que podría quedar mucha gente cesante, en el entendido de que el local no abra sus puertas a corto plazo.

Demora de carabineros

Guerrero criticó, además, la lentitud con la que actuó Carabineros de la Primera Comisaría de Viña del Mar, luego de ocurridos los desmanes.

"Anoche se llamó a Carabineros, se demoraron dos horas en llegar, cuando había pasado todo el hecho. Eso es terrible", señaló .

La versión fue corroborada por Ronaldo Muñoz, propietario del restaurante violentado. "Tengo una vecina que llamó treinta y tres veces al Cenco, me mostró los llamados y nada", enfatizó el empresario.

Guerrero, en tanto, consideró que quienes atacaron el restaurante no los representan. "Supuestamente ellos están protestando para defender al pueblo, pero al final están atacando a la misma gente, a sus semejantes", dijo.

Aún así, el trabajador reiteró sus críticas a la policía uniformada, al decir que "Carabineros no actúa con eficiencia, no puede dejar a la gente sola. Si uno hace un llamado de emergencia, no puede ser que se demoren dos horas en acudir".