Constitución de 1980
Un artículo aparecido este lunes acerca de la Constitución de 1980 y su validez, me hizo recordar ese día: viajé de Concepción a Viña para votar en las mesas que se habían instalado en mi antiguo colegio, los SS.CC de Viña. Voté por el "NO" y me fui a visitar a mis padres. El Sistema de Registro Electoral no existía; pero había un sistema extra moderno: le pintaban un dedo de la mano y le cortaban con tijeras una esquina de su cédula de identidad; ¡¡es cierto!! Además me pude percatar que el voto dejaba traslucir su preferencia. Al día siguiente quise ver el resultado de mi mesa; y era: por el "NO"... cero votos. ¡¡¡Plop!!!; mi voto se perdió en las tinieblas. Todo "súper democrático y transparente".
Patricio Cañete Toro, Ph.D.
Joviales iracundos
La encuesta Cadem dejó resultados preocupantes. Un 28% señaló estar de acuerdo con la violencia política como expresión legítima y justificable. Acto seguido, un 39% de los que la respaldan, son jóvenes de entre 18 y 34 años.
Alarmante. El futuro de Chile valida la violencia como método sin tapujos. Desgraciadamente, no hay novedad. Estos pequeños justicieros salieron a la palestra tiempo atrás, asumiéndose a sí mismos como los héroes que combatirían todas las injusticias. Marchas violentas, daño a la propiedad o funas: todas opciones legítimas a sus ojos para buscar su ansiada justicia social. Para estos joviales iracundos, todo lo que no siga sus prejuicios es injusto e inmoral. Hoy solo se cosecha lo sembrado. Acá vale recordar a Albert Einstein: "¡Triste época la nuestra! Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio"
Nicolás Martins Fundación Para el Progreso
Advertencia ignorada
El lunes 27 de enero la Fundación le envió al diputado Diego Ibáñez una carta manifestándole preocupación por el estado de una estructura de concreto en su sede de Quilpué, y por el peligro que eventualmente implicaría para peatones o automovilistas. Enterados por la prensa que viajó a Alemania sin haber enviado respuesta, nos preguntamos si las inquietudes ciudadanas tienen urgencia y un espacio en su agenda.
Jorge Suez M. Fundación para la Prevención Pública
Agradecimientos de por vida
El sábado 18 de enero, estando en la playa el Canelillo de Algarrobo, sufrí un infarto agudo al miocardio, rápidamente salvavidas de la playa acudieron en mi ayuda y gente del 137. Yo no perdí el conocimiento y puedo recordar cómo, con una agilidad y determinación a toda prueba, se coordinaron con la ambulancia que me esperaba en los estacionamientos de la playa, para lo cual es necesario subir un cerro empinado. En una camilla y en una verdadera procesión de personas voluntarias que ayudaban, fui llevado hasta los estacionamientos.
En el Sapu de Algarrobo me hicieron un electrocardiograma, y desde ahí al hospital de San Antonio, donde me fue realizada una trombolisis, la cual a la postre me salvó la Vida. Soy de Viña del Mar, pero debí estar ocho días en el hospital de San Antonio antes de mi traslado al Gustavo Fricke, donde se me realizó la angioplastia para destapar definitivamente las arterias. En San Antonio pude apreciar el trabajo lleno de vocacion de TENS, enfermeras y médicos, que con muy escasos recursos, pero mucho amor y dedicación, logran atender las necesidades médicas de los pacientes.
Estoy profundamente agradecido de todos ellos, el cardiólogo me dijo que solo la rapidez con la que todos actuaron me salvó la vida.
En tiempos de violencia, de destrucción, de totalitarismos, la gente de la playa el Canelillo y los funcionarios del hospital de San Antonio merecen mi reconocimiento por su vocacion y profesionalismo.
Arturo González Zamora
Digitalización en Construcción
El escenario de la construcción en nuestro país es adverso, según confirman las cifras negativas del sector, entregadas por la CChC. Se registró una caída de 23,1% en la venta de viviendas en Santiago, respecto al año anterior, e ingresarán menos obras este 2020, con una caída de 7,7% anual de la inversión en construcción, el mayor retroceso en la última década, sumado a la pérdida de 40 mil puestos de trabajo.
Se hace más necesario que nunca que esta industria avance en la revisión de sus procesos internos, se atreva a usar las nuevas tecnologías disponibles, que contrastan con el día a día artesanal que seguimos viendo en terreno, y aceleren el paso hacia la transformación digital.
Si habrá menos proyectos, al menos sus procesos constructivos deben ser más eficientes, y ejecutarse dentro de los plazos comprometidos, ahorrando costos que acarrean trabajos mal ejecutados y sin coordinación en las obras. Es tiempo de aplicarse.
Paula Arancibia Directora Leqtus