Entre bajas ventas y poco flujo de personas, el comercio porteño lucha por la subsistencia
VALPARAÍSO. Al menos 17 tiendas han cerrado sus puertas desde el inicio del estallido social, hace cuatro meses, en especial en el eje cercano a la "zona cero". Algunos comerciantes, sin embargo, anuncian que no bajarán la cortina de sus locales.
Al cumplirse cuatro meses del estallido social, el comercio porteño oscila entre la necesidad de subsistir y la dificultad que conlleva recuperar el flujo de gente que circulaba y acudía a los locales antes del 18 de octubre.
Mientras en Santiago el 69% de los comercios y servicios de la denominada "zona cero" -cerca de la plaza Baquedano- están cerrados, en Valparaíso son al menos 17 los locales que han dejado de funcionar debido a los desmanes.
En la zona más afectada, entre las plazas Aníbal Pinto y Victoria, la gran parte de las tiendas abiertas corresponden al rubro gastronómico, alimentación, artículos computacionales, zapatería y ropa, entre otras categorías.
Algunos de los locales saqueadas durante los días más fuertes del estallido social, como Corona y zapaterías Camelia, están funcionando. En cambio, las tiendas que permanecen cerradas son, en mayor medida, sucursales de farmacias, venta de ropa y accesorios, artículos de aseo e importadoras de artículos chinos.
En el eje entre el Reloj Turri y la plaza Aníbal Pinto el flujo de gente no ha recuperado los niveles previos al estallido, lo que ha incidido en las ventas de la mayoría de los locales que aún permanecen abiertos en la zona bancaria.
En tanto, en el eje de avenida Pedro Montt, entre plaza Victoria y el Parque Italia, el flujo de peatones pareció recobrar los niveles anteriores a las movilizaciones. En esto ayuda que gran parte del comercio está funcionando, en especial los supermercados que fueron saqueados en los primeros días.
"tenemos que seguir"
El balance de quienes trabajan en locales comerciales abiertos en el plan de Valparaíso parece repetirse: es difícil recuperar las ventas, pero no hay intención de cerrar.
Andrés Señalín, administrador de Super Inter, tienda de productos colombianos, venezolanos y peruanos en la calle Esmeralda, comentó que se vive en un ambiente de incertiumbre ante los incidentes y la consiguiente actuación policial.
"Que se tiren gases lacrimógenos y que vengan los turistas a absorber los químicos nos ha perjudicado mucho", comentó el ciudadano colombiano.
Si bien Señalín reconoció los perjuicios por la baja clientela, lo que le hizo por momentos pensar en cerrar el local, finalmente meditó y resolvió que "tenemos que seguir en la lucha constante porque esta situación no puede seguir, tenemos la esperanza de que vaya a cambiar".
En las inmediaciones de la plaza Aníbal Pinto se encuentra una sucursal de la Casa Blanca Nieves, dedicada a la venta de uniformes escolares. Carolina Riffo, encargada del local de calle Condell, señaló que el balance de la actual temporada escolar es negativo.
"En otros años, en esta fecha ya había mucha más gente, habían más niñas trabajando y eso ha generado más cesantía, porque ellas no están viniendo como el año pasado", señaló.
Riffo espera que aumente el flujo de compradores en los próximos días, "porque la gente tiene que bajar a comprar la ropa escolar, no tiene otra opción. Pero después de eso, creo que se van a mantener bajas las ventas hasta que la situación del país se arregle".
Necesidades
Después del saqueo sufrido a fines de noviembre de 2019, Discos Mayra reabrió su tienda, ubicada en las cercanías de la plaza Victoria.
Antonio Alderete, dueño del emblemático local musical, comentó que "si yo viviera en un cerro y tuviera que bajar sin tener nada especial que hacer, me costaría bajar. Estamos en un lugar central que, por ironías de la vida, nos perjudica un poco".
Aún así, Alderete descarta de plano un cierre de la tienda si la situación no mejora. "No tengo por qué ceder algo que quiero y me pertenece", reiteró el argentino avecindado en el Puerto desde hace dos décadas. En tanto, Ramón Prieto, dueño de las zapaterías Camelia, comentó que le urge mantener las tiendas abiertas, porque "los locales son propios, los estoy pagando al banco, entonces yo tengo que trabajar, no tengo una segunda opción porque no puedo". manifestaciones
Pasadas las 20 horas de ayer, los incidentes volvieron al centro de Valparaíso, esta vez protagonizados por manifestantes que se concentraron principalmente en los alrededores de la plaza Victoria para recordar los cuatro meses del inicio del estallido social. En el lugar encendieron barricadas y se enfrentaron con efectivos de Carabineros, quienes tuvieron que hacer uso de carros lanzagua y lanzagases. Los desmanes se extendieron por la avenida Pedro Montt y el sector de la plaza Aníbal Pinto.
"Tenemos que seguir en la lucha constante porque esta situación no puede continuar, tenemos la esperanza de que vaya a cambiar".
Andrés Señalín, Administrador Super Inter
17 locales comerciales, al menos, cerraron en el plan porteño en los cuatro meses del estallido social.