Pobreza y sequía
Según un reciente informe de la Fundación Amulén, dedicada al estudio del agua y su distribución, llamado "Sequía en Chile: la brecha más profunda", hay una correlación importante entre los niveles de vulnerabilidad de las comunas y la falta de agua.
Más aún, si esto lo llevamos al mundo estrictamente rural, un 80% de esa población proviene de los quintiles más postergados del país y que dependen principalmente de la agricultura, ganadería o actividades afines, donde necesitan imperiosamente el agua. Sin el vital elemento estas mismas quedarán todavía más postergadas, no en cuanto al consumo mismo, sino que su desarrollo económico el cual está ligado derechamente a ella.
Con la grave sequía que actualmente vivimos, de hecho, la peor desde que existen registros, el panorama no es para nada alentador, pues con las condiciones actuales que posee Chile, se ve difícil crear en un futuro cercano carreteras hídricas que lleven agua desde lugares con mejores condiciones como por ejemplo la región de Aysén.
¿Cómo continuaremos soportando comunas a punta de camiones aljibe, porque el agua literalmente se acabó? ¿Qué haremos con esos vecinos desplazados de sus lugares de vivienda y trabajo? ¿Los traeremos acaso a vivir a un campamento a la ciudad, aumentando el hacinamiento y la segregación? Por todas estas razones es que tenemos un desafío enorme como Estado y municipios, antes que nuestras comunidades rurales sigan desapareciendo.
Antiguamente, en la mayoría de los campos de Chile uno encontraba agua a pocos metros, menos de 10 en algunas ocasiones; hoy algunos llegan a perforar hasta más de 85 metros para encontrar agua. Las norias se están secando y es también un hecho.
No basta que el Estado entienda el problema en sí, que sin duda lo viene haciendo, sino también que de ahora en adelante toda política pública tenga, ya sea desde el Estado o desde los municipios, una profunda huella hídrica en su ser.
Cristián Balmaceda U. Alcalde de Pirque y presidente de la Asociación de Municipios Rurales (Amur Chile)
Imacec
Que el Imacec de enero haya aumentado no es cosas de suerte. Tal como mencionó el ministro Briones, la reducción de la violencia, no la eliminación, pero sí la reducción de la violencia como lo muestran las cifras oficiales a partir de diciembre y enero, ha permitido que el Imacec retome los niveles, previo a la crisis, donde cayó a su peor nivel el último trimestre de 2019.
El Imacec se nutre fundamentalmente por los servicios no mineros, ítem que tuvo un aumento de 1,9% desestacionalizado (respecto al mes anterior), explicado por el desempeño de las actividades de servicios y un aumento en los trabajos de construcción.
No es un tema político, es un hecho, la mantención del orden público y el fin de la violencia en las calles es fundamental para que la economía pueda continuar en una trayectoria de expansión en los trimestres venideros, siendo una condición básica para avanzar en más beneficios y mejores políticas para los chilenos.
Que no nos engañen, la única forma de lograr generar cambios reales es potenciando nuestra economía, no destruyéndola.
Tomás Orellana Bardavid
Paz y progreso
¡Y llegó marzo! Y comenzó con destrozos, turbas y encapuchados. Mientras, Carabineros hace lo que puede frente a manifestaciones pacíficas (!), pero que dejan millonarias pérdidas. ¿Puede un país progresar si se autodestruye?
Se desea cambiar la Constitución. ¿Para quiénes y para qué? Muchas demandas se solucionan por medio de leyes y no a través de falsas promesas que en nada contribuyen a la prosperidad.
Ante el concierto de demandas, hoy el país ha involucionado por dar soluciones con repercusiones económicas, lo que significará un endeudamiento futuro del PIB, el cual se ha visto y se verá mermado.
Ejemplo de cultura cívica fue la manifestación del sábado 1 de marzo, en la Plaza Sotomayor, donde en forma clara y responsablemente se repudió a quienes trataron de vejar a nuestros héroes en su cripta naval.
La acción fue realizada en paz, dando la cara y demostrando claramente cuál es el norte deseado y la paz anhelada que tanta falta nos hace en nuestro país.
René A. Zapata Valiente
Marchas "pacíficas"
Llama la atención el uso y abuso de las famosas "marchas pacíficas" por grupos de desadaptados, energúmenos y antisistémicos que al parecer no tienen nada más que hacer, salvo causar destrozos y daños a la ciudad.
Autoridades de Valparaíso, me refiero a la Intendencia Regional y la Gobernación Provincial, como interlocutores válidos, por favor, basta.
Leopoldo Vásquez Morales
Reflexión
Si no está roto y funciona, no lo arregles.
Kenneth Ledger Toledo