La araña de rincón es la especie más venenosa de su género y está presente en casi todo el territorio nacional, desde el extremo norte hasta la Región de los Lagos. Está ligada a muchos casos de envenenamiento y es tan relevante su rol como araña tóxica que fue considerada en el grupo de los animales más peligrosos del mundo.

Chile probablemente es el país originario de esta especie. Una investigación reveló su origen gondwanico. Así lo señala el biólogo y doctor en Neurociencias Jesús Olivares, quien es investigador del Centro Interdisciplinario de Neurociencias de la Universidad de Valparaíso. De acuerdo al estudio, la especie habría aparecido en el oeste de Gondwana (antigua masa continental que se separó durante el Jurásico y el Cretácico), en lo que actualmente sería el territorio comprendido por Perú, Ecuador y Chile. "Es muy probable que el norte de nuestro país sea el lugar donde apareció por primera vez esta especie. Estamos hablando de aproximadamente unos 120 millones de años atrás", sostiene Olivares.

La Loxosceles laeta, nombre científico del arácnido, se encuentra aproximadamente en el 41 por ciento de las viviendas urbanas y en el 25 por ciento de los domicilios rurales de nuestro país. Su cuerpo mide alrededor de un centímetro y sus patas 1.5 cms. de largo, las cuales extendidas pueden alcanzar los hasta 4.5 cms. Es de color pardo, su tórax suele ser más claro que el abdomen, en el dorso presenta una marca en forma de violín, las patas son más claras y su abdomen es amarillo o amarillo verdoso con aspecto aceitunado. Como característica diferenciadora, es muy veloz y tiene solamente seis ojos (en forma de sonrisa) y no ocho como el resto de los arácnidos. Generalmente se refugia en el primer lugar oscuro que encuentra, por lo general prendas de vestir, cuadros colgados en la pared o en las camas.

Si bien durante la temporada de verano, con el consiguiente aumento de las temperaturas, el número de estas arañas crece debido a su comportamiento biológico (se aparean y de un capullo, pueden nacer cientos e incluso en algunos ejemplares alcanzar el millar), con la llegada del frío se vuelven menos activas, por lo tanto la probabilidad de que coman desciende y lo hacen sólo si un insecto se les acerca mucho.

"Nunca son un peligro real, depende más de nuestros hábitos que de ellas el ser mordidos, pero se puede decir que en invierno las probabilidades de mordeduras son menores. No es una especie agresiva, sin embargo su mordedura puede llegar a ser mortal, aunque en general se produce accidentalmente cuando la araña es presionada contra la piel de la víctima. La araña de rincón cuida mucho su veneno, jamás lo va a desperdiciar, porque es su arma de caza, es por un instinto de supervivencia", afirma el biólogo.

El nivel de riesgo desde el punto de vista de la araña va a depender de si es macho o hembra. "Las hembras son mucho más peligrosas que los machos. También va a depender de la edad de la araña, porque una araña más adulta es más venenosa que una más joven, a pesar de que la araña de rincón desde muy chiquitita produce veneno. El estado nutricional es otro factor a tener en cuenta, ya que si la araña comió hace poco la mordedura será menos venenosa", detalla Jesús Olivares.

Toxicidad

Respecto al veneno, el biólogo explica que es un neurotóxico paralizante, muy parecido al veneno de las serpientes, pudiendo causar la muerte de una persona si ésta no es tratada a tiempo y dependiendo de la zona de la mordedura.

"El envenenamiento causado por la mordedura de estas arañas se llama loxoscelismo y se caracteriza por lesiones muy severas de la piel en el lugar de la mordida (loxoscelismo cutáneo), las que a veces pueden ir acompañadas de reacciones sistémicas (loxoscelismo viscerocutaneo) e incluso la muerte. El daño se produce en cuestión de horas, mientras que la recuperación es muy lenta. Puede tardar incluso meses y requerir cirugía reparadora".

El efecto de la mordedura es relativo y dependerá de factores como la edad, sexo, peso y el estado fisiológico de la persona. Además de la zona donde ocurre la picadura. Como esta araña se refugia habitualmente en rincones oscuros, detrás de cuadros, lugares poco aseados e incluso entre prendas de vestir, es muy probable que su mordedura ocurra en brazos, piernas o la espalda. Sin embargo, a pesar del peligro que representan son muy beneficiosas para la cadena trófica, ya que actúan como un control natural del ecosistema del hogar.

"Las arañas, en general, se alimentan de moscas, zancudos y otras plagas. Hemos descubierto que también comen termitas y cucarachas de distintas dimensiones, incluso algunas que duplican su tamaño. Son voraces y capaces de pelear con animales bastantes más grandes que ellas. Son muy buenas controlando ese tipo de plagas. Por lo tanto, tener arañas en la casa es un beneficio", dice Olivares.

"Yo los invito a no matarlas, se pueden tomar con un vaso y un cartón y dejarlas en un lugar distante de la casa. La diversidad de arañas hace que entre ellas también se controlen. No solamente la araña tigre se come a la de rincón, en las arañas en general se practica el canibalismo. Por esta razón, tener diversidad de arañas en casa permite que haya una especie de ecosistema que se controla a sí mismo", finaliza el biólogo.