Poniendo límites al trabajo profesional
Tras críticas políticas por su trabajo como abogado, César Barra renunció a la presidencia regional del Partido Socialista. Este estilo de acusaciones recuerda las críticas a Aldo Valle, vicepresidente del CRUCh, en su tarea por sacar adelante la PSU pese a la violencia extremista. Fue acusado de ser "vocero de la educación de mercado".
César Barra, abogado, renunció a la presidencia regional del Partido Socialista (PS) tras varias críticas internas y de otros sectores de izquierda por una actuación profesional que se estimaba impropia.
Barra, quien en su condición de militante del PS había ocupado la Gobernación Provincial de Quillota durante el gobierno de Michelle Bachelet, integra un estudio de abogados que asesoraba a pescadores y artesanos del sector Puchuncaví en un conflicto con la empresa AES Gener.
El conflicto finalmente fue zanjado. El grupo afectado por residuos de carbón en el borde costero, vinculados a la empresa generadora que tiene plantas en la castigada zona Quintero-Puchuncaví, se desistió de acciones judiciales. Esta decisión se logró tras un acuerdo entre las 673 personas afectadas, cada una de las cuales recibirá $4 millones, pagaderos en tres cuotas, y la citada empresa. El convenio incluye no sólo desistimiento, sino que también la renuncia a futuras acciones judiciales.
En este conflicto, el abogado Barra y el estudio que él integra, asesorando a los pescadores, visaron el acuerdo; sin embargo, la participación del profesional y el convenio mismo fue objetada por sectores de izquierda y también por Greenpeace Chile.
Para el senador de RD Juan Ignacio Latorre, el acuerdo fue tomado como una forma de "comprar silencio", cargo compartido por su correligionario Diego Ibáñez.
Insistiendo en sus acusaciones, Latorre afirmó que "estamos hablando de alguien que se aprovecha de las redes políticas, de las redes de poder y que siendo de izquierda se supone que debe estar al lado de la gente, pero favorece a las empresas contaminantes".
Este estilo de acusaciones recuerda las críticas a Aldo Valle, vicepresidente del Consejo de Rectores, en su tarea por sacar adelante la PSU pese a la violencia extremista. El rector de la Universidad de Valparaíso, estatal y exitosa, fue acusado de ser "vocero de la educación de mercado".
Marcelo Schilling, diputado PS, adoptó en este caso una posición ecléctica, pues consideró que fuera del rol legítimo que pudo tener Barra como profesional, considera su dimisión como "oportuna".
Pero más allá de la dimisión de un dirigente, el tema es delicado, pues aparece un freno al ejercicio profesional con la aparición de discrecionales barreras de incompatibilidad.
En esta situación específica el contexto es mediáticamente complejo, pero se debe suponer que el abogado, éticamente, buscó el beneficio de sus representados, sin que ello implique una absolución de los eventuales pecados de la generadora en otros aspectos.
Este caso, como otros, alerta sobre presiones políticas que violentan la independencia del ejercicio profesional, amedrentado con "funas" y tribunales populares.