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Comercio: cierres voluntarios comienzan a expandirse

ECONOMÍA. Empleados que trabajan en los centros comerciales protagonizaron manifestaciones.
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Frente a la determinación del Gobierno de no impedir el funcionamiento de locales comerciales como restaurantes o malls, propietarios y también algunos municipios comenzaron a tomar la decisión de suspender el funcionamiento de algunos establecimientos.

Es así que en la zona son varios los locales que han optado por hacer una pausa o variar su modelo de negocios frente a la emergencia.

En Valparaíso, por ejemplo, los cafés CasaPlan y Baburizza decidieron cerrar su puertas a la espera de que se supere la contingencia, mientras otros como el restaurante Tres Peces, además de atender en hora de almuerzo, tiene un servicio especial en que las personas pueden encargar una preparación para pasar a retirarla después. En Viña del Mar algunos locales también decidieron cambiar su logística. Es el caso del Club de las Cervezas, que optó por dejar de atender público de manera presencial frente a la contingencia y hoy impulsa un servicio de delivery.

Municipio no espera

En tanto, en Quillota, el alcalde Luis Mella dispuso el cierre de parte del comercio y servicios de la comuna. Según explicaron desde el municipio, se dispuso la suspensión de "funcionamiento de cines, patios de comida, locales de juegos infantiles y casinos de máquinas tragamonedas" en toda la comuna. Lo anterior se hará efectivo desde hoy.

El jefe comunal invitó a la gente a no salir de sus casas. "Permanecer en los centros comerciales ha sido algo negativo", agregó la autoridad, la que lamentó que durante estos días la familia se haya tomado estas jornadas como si fueran de vacaciones. "Les pido a todos la colaboración", dijo Mella, añadiendo que, respecto a la clausura de otros puntos donde se reúna gente, se está evaluando. Por ahora, indicó que no se restringirá el horario del comercio local ni los centros comerciales de Quillota. Es decir, salvo los cines y patios de comidas, los malls de la comuna funcionarán de manera normal.

Empleados protestan

Por otro lado, a nivel país y también en la zona se produjeron manifestaciones de los empleados en los malls, exigiendo el cierre de los establecimientos. En el Marina Arauco de Viña del Mar y el Paseo Ross de Valparaíso los dependientes de las diversas tiendas salieron a los pasillos a expresar su malestar.

El concejal de Viña del Mar Jaime Varas (UDI) afirmó frente a esto que es de toda lógica que los centros comerciales que están en la comuna cierren sus puertas "de manera preventiva a causa de la cuarentena generada por la pandemia del covid-19 en Chile y el mundo (…) Creo que sería una medida muy adecuada que nuestros centros comerciales tomaran la decisión de cerrar sus puertas para evitar que la gente pueda tener la tentación de ir a ellos mientras estamos insertos en esta etapa de cuarentena del covid-19".

La Cámara Regional del Comercio de Valparaíso (CRCP) fijó posiciones respecto a la discusión en torno al cierre del comercio a causa de la emergencia sanitaria, debate que ha crecido en los últimos días. "Vivimos un periodo muy crítico y de alta volatilidad, por lo cual debemos estar dispuestos a un esfuerzo especial, pero sin extremar medidas que terminen agravando la situación, de manera de resolver esta crisis en el menor tiempo posible, velando por la salud de las personas y de nuestra economía", dijo el presidente de la entidad, Pier- Paolo Zaccarelli. "Si la autoridad central no ha establecido el cierre del comercio, nos parece que debe seguir funcionando", subrayó.

"Creo que sería una medida muy adecuada que nuestros centros comerciales tomaran la decisión de cerrar sus puertas".

Jaime Varas, Concejal de Viña del Mar

Reconocido restaurante porteño baja sus cortinas en prevención por virus

VALPARAÍSO. De manera voluntaria, el "Capri" suspendió la atención. "Pensamos que hay que actuar proactivamente", dijo su propietario, César Pincheira.
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Claudio Ramírez

Uno de los elementos que está en el debate a raíz de la emergencia sanitaria provocada por el coronavirus es la pertinencia de que locales comerciales, y en particular los restaurantes, sigan abiertos desde que se decretó la denominada Fase 4 del covid-19.

Al respecto, las decisiones de los países afectados por la pandemia no han sido homogéneas. En Italia, una buena parte de los del norte y del centro del país han cerrado al igual que en España; lo mismo ha ocurrido en algunas ciudades de Estados Unidos como Nueva York o Los Ángeles, mientras que en otras latitudes han optado por extremar las medidas de seguridad con dispensadores y guardando una distancia mayor a la habitual entre las mesas para evitar la posibilidad de contagio.

En el caso de Chile, el Gobierno todavía no toma la medida, sin embargo, algunos locales ya optaron por hacerlo voluntariamente. Desde el lunes pasado uno de ellos es el "Capri", ubicado en la calle Cochrane de Valparaíso, famoso por haber obtenido en 2016 el título de "La Mejor Picá Tradicional Porteña", enmarcado en lo que fue 13° aniversario de la nominación de Valparaíso como Sitio Patrimonio de la Humanidad.

Aportar al control

En cuanto a las razones que impulsaron la decisión, su propietario -César Pincheira- señaló que su principal motivación fue aportar al control de la emergencia. "La decisión de cerrar obedece a tratar de aportar en lo que está a nuestro alcance para que la curva de contagios prevista para nuestro país no sea tan rápida ni violenta. Hemos seguido atentamente las medidas que se están adoptando en otros países y pensamos que hay que actuar proactivamente en esta materia", explicó.

Advirtió que la decisión fue tomada en conjunto con su personal, tomando en consideración que tanto para dueños como para empleados la resolución significa una merma en los ingresos. Sin embargo, precisó que en este punto se privilegió la contingencia, sobre todo porque muchos de sus clientes pertenecen a los grupos de mayor riesgo, como la tercera edad.

"Efectivamente, se conversó con el personal y se tomó la decisión de adelantar y extender el periodo de vacaciones que usualmente tenemos después de la temporada alta del verano. Estuvimos todos de acuerdo que más allá del impacto económico, hay que privilegiar la salud y tranquilidad de nuestro equipo y de nuestros clientes, dentro de los cuales hay varios adultos mayores que están más expuestos al contagio", enfatizó.

La experiencia internacional remarca que en la medida que avanza la infección las medidas son más drásticas. Sin embargo, mientras no sea una obligación, admitió que no invitaría a otros restaurantes a hacer lo mismo, pues, a su juicio, cada uno de los establecimientos debe tomar una decisión.

"No somos capaces de hacer esa invitación, ya que la realidad de cada establecimiento es distinta, pero efectivamente, a la luz de la experiencia internacional frente al coronavirus, las restricciones al comercio y especialmente a los que congregan personas, como los restaurantes, se deberían ir incrementando, como ocurrió en Madrid, París y Nueva York, por citar sólo algunas ciudades", dijo.

Sobre mojado

Las consecuencias del coronavirus vienen a agravar una época complicada para el comercio local, especialmente para el rubro gastronómico que también se ha visto afectado por el estallido social y la baja que viene experimentando el sector turístico desde hace años con factores negativos, como la caída en la llegada de visitantes extranjeros.

"Han sido meses muy complicados para el comercio porteño que ya venía de capa caída, pero estamos seguros que con nuestras ganas y el apoyo de todos saldremos adelante. En ese sentido, es clave que el Estado apoye la innovación y la incorporación de tecnología en el comercio tradicional porteño", manifestó Pincheira, quien tiene esperanzas de que la situación mejore a nivel regional.

"Esta etapa de la crisis también es una oportunidad para ser más creativos y buscar nuevos caminos para aportar más y mejor a la economía y el empleo local", puntualizó.

En lo particular, se espera que el "Capri" reabra sus puertas los primeros días de abril o cuando la situación que vive el país lo permita.

"Estuvimos todos de acuerdo que más allá del impacto económico, hay que privilegiar la salud y tranquilidad de nuestro equipo y de nuestros clientes".

César Pincheira, Propietario del "Capri"