Delincuencia I
Durante el llamado estallido delincuencial no hubo estado de derecho: los delincuentes hicieron lo que quisieron en todo el país. Luego vino la crisis por el coronavirus, tomándose drásticas medidas, a veces pasándose de la raya, abusando del poder, como, por ejemplo, imponiendo multas siderales en contra de los transgresores de las disposiciones vigentes.
Pero ese rigor con la población normal no se ha visto contra el lumpen, que sigue haciendo de las suyas, y con algunos protestando no sé de qué.
Se pensaba que ahora las sanciones contra los alborotadores iban a ser drásticas, pero sólo se limita a aguantar golpes y no reaccionar acorde las circunstancias. O sea, somos valientes contra nosotros mismos, pero débiles contra los que realmente merecen las sanciones duras. Creo que esto es materia de estudio de los sesudos sociólogos.
Guillermo Díaz
Delincuencia II
El contraalmirante Yerko Marcic y el intendente Jorge Martínez deben más que redoblar los esfuerzos en seguridad en zonas periféricas asoladas por el narcotráfico y la delincuencia. Este es el momento indicado para establecer un efectivo plan destinado a atacar y extirpar estos focos en sectores como Rodelillo, San Roque, Playa Ancha, Forestal, Nueva Aurora, Glorias Navales y Reñaca Alto. De lo contrario, seguirán creciendo estas mafias que, más temprano que tarde, nos transformarán en el México de Sudamérica.
Pablo Bahamondes
Consecuencias
Chile vivió más de 5 meses -desde el 18 de octubre de 2019- de desobediencia civil; de protestas y marchas con o sin autorización de la gobernación respectiva; de ataques verbales, virtuales y físicos a las Fuerzas Armadas y de Orden; de disputas entre los poderes del Estado; de congresistas desautorizando al Gobierno y viceversa; de destrucción de bienes públicos y privados; de políticos justificando la violencia de la "primera línea"; de congresistas promoviendo indicaciones y proyectos de ley flagrantemente inconstitucionales.
Es decir, Chile vivió -y vive- una crisis de autoridad política, social, empresarial y moral.
Así, entonces, ¿por qué nos sorprendemos que ahora la ciudadanía no respete el mandato de la autoridad sanitaria de guardar cuarentena y no salir en Semana Santa?
Javier A. Labrín Jofré
Desafíos
La tormenta pandémica del covid-19 ha venido a subrayar las debilidades objetivas del Estado, la economía y la sociedad chilena: una concepción de seguridad nacional anticuada, capacidades estatales no explotadas, falta de diversificación productiva, desinterés en aumentar la competitividad tecnológica de nuestras exportaciones, baja complejidad económica, educación y salud pública de bajo rendimiento, un bajo capital cognitivo como promedio nacional, liderazgos con poca obsesión con el desarrollo, excesiva politización, inamovibles sesgos cognitivos, entre varios otras.
La resolución de estas desventajas objetivas es el titánico desafío nacional que debemos asumir, si es que queremos enfrentar con éxito las próximas pandemias del futuro. Si el SARS (2003), el MERS (2012) y el SARS CoV-2 (2019-2020) tienen una distancia entre sí de tan sólo ocho, nueve años, no se piense bajo ninguna forma de que esta será la primera ni la última pandemia que sacudirá a la historia de Chile.
De esta forma, la mejora de nuestras capacidades en inteligencia médica para una preparación efectiva y advertencia temprana será esencial para transitar nuestro camino de desarrollo con seguridad y estabilidad.
Camilo Barría Rodríguez
Enfermedad de Parkinson
Cada 11 de abril se celebra a nivel mundial el Día de la Enfermedad de Parkinson. En Chile, esta enfermedad neurodegenerativa está incluida en las garantías explícitas en salud. Gracias a esto, es posible asegurar el diagnóstico, el tratamiento farmacológico y la intervención de un equipo multidisciplinario. No obstante, la cobertura se ve reducida principalmente a la atención primaria, lugar donde se entregan los medicamentos, el usuario accede a rehabilitación y a un control anual con neurólogo.
La dificultad radica en que los Centros Comunitarios de Rehabilitación (CCR), donde se atienden las personas con esta patología en la atención primaria, no cuentan con la dotación profesional necesaria para dar cobertura a todos los pacientes. Asimismo, no todas las comunas del país cuentan con un CCR. Esto repercute en la continuidad de las horas de intervención, fundamentales para abordar esta enfermedad.
Creo que la tarea e invitación frente a esta patología es a concientizar sobre la importancia del tratamiento, aumentando la cobertura bajo un enfoque comunitario y de promoción y prevención en salud, con el objetivo de fortalecer al paciente frente a eventos sanitarios como el que vivimos actualmente.
Álex Ríos Ruiz Terapeuta ocupacional, académico de la Universidad San Sebastián