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ENTREVISTA. Rodrigo Cruz, director del Centro de Diagnóstico e Investigación de Enfermedades Infecciosas UV, a cargo de test PCR:

"Ojalá el Gobierno pueda intervenir en alcanzar los stock de los insumos y asegurar el diagnóstico"

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Pamela Boltei

Uno de los laboratorios de la región a cargo de realizar exámenes PCR y analizarlos es el Centro de Diagnóstico e Investigación de Enfermedades Infecciosas de la Escuela de Medicina de la Universidad de Valparaíso. Su director, Rodrigo Cruz, cuenta cómo es el proceso y afirma que, aunque se están haciendo todas las muestras disponibles en su departamento, 150 diarias, hay un subdiagnóstico de cerca de un 30% en casos de covid-19 en la región.

Señala que, desde los años 80, el laboratorio ha prestado colaboración a la autoridad sanitaria en materias de análisis de diversos tipos de bacterias, hongos y virus. Actualmente trabajan en el laboratorio de Reñaca más de 15 personas, entre doctorados en Biología Molecular, bioquímicos, tecnólogos médicos, y todos con estudios de posgrado en Biología Molecular. Y lo hacen de dos formas: mediante la toma de muestras directamente a un paciente que tenga una orden de un doctor para el examen; y analizando las que envían hospitales y centros de salud.

- ¿Cómo manejan las muestras?

- La persona que toma la muestra está usando protección y en ese momento la muestra se mete en el tubo transportador, que es un tubo con un líquido especial que son medios líquidos para transporte de muestras virológicas y pasa al laboratorio inmediatamente, donde los profesionales comienzan a trabajar en lo que se denomina la extracción, en este caso del RNA que tiene el virus. Se trabaja todo bajo la campana de flujo laminar para prevenir que alguien se pueda infectar.

- ¿Han tenido infectados?

- De nuestro equipo no.

- ¿Cómo se puede identificar en la muestra si se tiene o no covid?

- Son dos partes. La primera se denomina extracción del RNA: los virus, al igual que nosotros, tienen un material genético que está en la parte central. En nuestro caso tenemos ADN, y este virus tiene RNA o ARN. A través de la primera fase de extracción se saca este material genético del virus, y posteriormente se realiza la amplificación, que consiste en que a través de biología molecular ocupando unas enzimas especiales se multiplica miles de millones de veces ese material genético que puede haber en la muestra de tal forma que la máquina lo pueda detectar.

- ¿Cuánto tiempo demora esto?

- Seis horas.

- ¿Y cuánto toma comunicarle a la persona en cuestión?

- Menos de 24 horas, por lo menos en nuestro laboratorio.

- Hay denuncias de demoras de hasta 15 días en la entrega del examen en la región.

- Claro. Pero no es problema de la técnica. Lo que pasa es que si un laboratorio tiene capacidad para procesar 200 muestras al día y llegan 500, obviamente se van a demorar 3 o 4 días. Ahí es un problema de capacidad.

- ¿Cuántas hacen ustedes?

- 150 muestras diarias. Se aumentó hace poco, pues antes hacíamos 50 porque esa era la capacidad en este laboratorio.

- ¿Hay dificultades?

- Sí, porque los insumos de biología molecular so n muy difíciles de conseguir porque el país importa todo, no tenemos insumos de biología molecular como producción nacional y ha sido difícil de conseguir no sólo para nuestro laboratorio sino que para otros de la región o del país. Ojalá que el Gobierno pueda intervenir en esto, para alcanzar los stock de estos insumos y asegurar el diagnóstico.

- ¿Hay un subdiagnóstico?

- Probablemente sí, pero eso ocurre en todos los países porque hay muchos que tienen pocos síntomas y no consultan. Y como no consultan, no los estamos diagnosticando. No tengo dudas de que tenemos más casos de los que se están reportando, pero no es que haya mala intención, sino que muchos pacientes tienen solamente un dolor de garganta, algo de malestar general y se toman algún analgésico o antiinflamatorio y se les pasa, por lo que no entran en la estadística. También están los pacientes asintomáticos. Sabemos que, al menos, el 30% de los pacientes no cursan fiebre. Entonces, a estos datos que tenemos debiéramos agregarle un 20 a un 30% más de casos.

- En la región hay menos confirmados que en otras zonas del país, como Santiago. ¿Esta estimación también apunta a la región?

- Totalmente. Probablemente los casos que tenemos son más. Yo no tengo dudas de eso, de que hay más casos. ¿Cuántos? No lo sabemos. Son proyecciones que hacemos cada uno. A diferencia de los países que optaron por hacer testeos sólo a los casos graves, nosotros como país adoptamos la opción coreana y alemana de aumentar el testeo a la mayor población posible para ir aislando a los casos y a sus contactos y esa estrategia implica que se tiene que aumentar el diagnóstico. Es una estrategia arriesgada, bien pensada y a mí me gusta bastante, pero hay que aumentar el diagnóstico.

- ¿Faltan testeos?

- Hemos crecido en testeos, pero falta, y no sólo en la población de mayor complejidad, sino también en consultorios, en centros de salud familiar y otras ciudades más pequeñas. También la responsabilidad comunitaria es fundamental en cuanto a las recomendaciones. Nosotros nos jugamos esto en las medidas comunitarias, en el diagnóstico y el aislamiento de los casos y contactos. O sino es cosa de ver Estados Unidos, Italia, España, países mucho más desarrollados que nosotros pero no tuvieron la capacidad para aguantar esto. Y malas decisiones.

"Como no consultan, no los estamos diagnosticando. Yo no tengo dudas de que tenemos más casos de los que se están reportando (...) un 20 a un 30% más".

"Hemos crecido en testeos, pero falta, y no sólo en la población de mayor complejidad, también en consultorios, en cesfam y ciudades más pequeñas".

¿Puede el punto de inflexión y el final de una epidemia en expansión ser pronosticados con precisión?

Eusebio Vargas EstradaAcadémico de la Escuela de Ingeniería Industrial PUCV
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Recientemente, en los medios de comunicación se dio a conocer el pronóstico de un estudio de la Universidad de Tecnología y Diseño de Singapur (SUDT) que sugiere que Chile estaría superando la pandemia ocasionada por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2 hacia el mes de octubre, alimentando inmediatamente la necesidad de certidumbre que la sociedad presenta en estos momentos. Lamentablemente esto puede resultar riesgoso cuando el manejo de la información no es tan claro, y para el caso de los resultados del estudio mencionado, es importante tomar en consideración algunos aspectos cruciales.

Los gráficos de las predicciones mostrados en el trabajo de la Universidad de Singapur provienen de un modelo epidemiológico del tipo Susceptible-Infectado-Recuperado (SIR) del cual sabemos que presenta fuertes inestabilidades con respecto a los valores de los parámetros que usa.

Asimismo, la estimación de los parámetros del modelo depende directamente de la calidad de la información que se posee sobre el número de casos de infección detectados, y es claro que en este momento las cifras de los informes oficiales de los países no están exentas de problemas.

Estas incertidumbres en la estimación de los parámetros del modelo se propagan inevitablemente hacia las trayectorias de las curvas que resultan, lo que hace imposible tener predicciones confiables de las etapas intermedias y finales de la epidemia, esto es, los gráficos resultan relevantes para las fases donde se posee información, no así para el "futuro real".

Dicho de otra forma, las curvas son confiables para la "predicción del pasado" pero, como resalta el autor del estudio, son imprecisas e insuficientes para representar totalmente la realidad de nuestro mundo (compleja, cambiante y heterogénea), y es justamente esta realidad compleja la que nos ha mostrado que la dinámica del crecimiento exponencial de contagios en epidemias es intrínsecamente impredecible. El tiempo en el que el número de personas infectadas comenzará a decrecer, no puede ser calculado antes de que en realidad se alcance.

Si bien el uso de modelos es útil como apoyo para la toma de decisiones, debemos resaltar que un optimismo exacerbado basado en cualquier predicción de finalización de la actual pandemia puede ser peligroso, en tanto no se cuente con mayor conocimiento del comportamiento de este virus en seres humanos. Predecir el desarrollo de epidemias es como los pronósticos meteorológicos: más allá de dos o tres días el error puede llegar a ser enorme y las condiciones pueden cambiar. La historia nos enseña que el actuar de la sociedad determinará el comportamiento futuro de esta pandemia mientras se desarrolla una vacuna.