Según reveló hace unos días una encuesta realizada por la Corporación Miles sobre la salud sexual y reproductiva en Chile en el contexto de la actual pandemia por Covid-19, cuatro de cada diez mujeres tienen hoy dificultades para acceder a métodos anticonceptivos en los hospitales y diferentes centros asistenciales públicos, debido a la falta de stock.

Además, el sondeo dio cuenta de la existencia de una serie de dificultades para la realización de la prueba de Papanicolaou (PAP), lo que sin duda representa un nuevo y complejo panorama sanitario a nivel nacional, ya que el cáncer cervicouterino es una de las principales causas de mortalidad femenina en el país. Y por si eso no fuera poco, las restricciones de movimiento derivadas de la emergencia que se vive también han limitado el acceso oportuno al examen y a los tratamientos del VIH-Sida, otra enfermedad que amenaza con expandirse y que debido a ello necesita mantenerse bajo control.

Para Francisca Aguilar García, matrona especialista en ginecología, diplomada en Sexualidad y Patología Mamaria y profesora de la Escuela de Obstetricia y Puericultura de la Universidad de Valparaíso, los datos señalados son sin duda preocupantes y podrían tener graves consecuencias en esta materia durante los próximos meses.

"Tal como lo han advertido algunas autoridades, la situación no es buena y puede empeorar, ya que hay proyecciones que indican un aumento de las gestaciones no planificadas, porque en medio del confinamiento muchas mujeres que desean o se ven obligadas a mantener relaciones con sus parejas lo hacen sin disponer de métodos anticonceptivos. Tampoco están dadas las condiciones en lo concerniente a los controles ginecológicos, que debido a las cuarentenas y a la disminución de los controles en los Cesfam se han visto interrumpidos o alterados, lo que de igual manera atenta contra la salud sexual y reproductiva de las mujeres, especialmente", precisa la también académica e investigadora.

Interacción

En línea con lo anterior, el matrón y magíster en Salud Pública Danilo Zamorano Díaz, quien es profesor de ese mismo plantel y en la actualidad refuerza al equipo encargado de realizar las ecografías gineco-obstétricas en el Cesfam Barón de Valparaíso, la forma en que las personas se relacionan en el ámbito sexual y afectivo ha ido cambiando con el transcurso de la pandemia.

"La actual crisis sanitaria ha obligado a las personas a modificar el modo en que interactúan con otros; con sus familiares, amigos, compañeros de trabajo y, desde luego, con sus parejas. Cada uno intenta adaptarse a las medidas de resguardo establecidas para evitar los contagios, lo que no siempre es posible. Sin embargo, esto ha contribuido involuntariamente a relajar otras -muchas veces de manera obligada-, en particular las vinculadas a la anticoncepción y a la protección contra las enfermedades de transmisión sexual, algunas de las cuales están relacionadas con las limitaciones que hoy presenta la atención que se brinda en este ámbito a la población, ya que se intenta priorizar a los grupos susceptibles o más expuestos", explica el profesional de la UV.

Ante la imposibilidad de acceder a algún método anticonceptivo y con miras a evitar embarazos no deseados -e incluso el contagio de alguna infección-, algunos especialistas sugieren a las mujeres en edad fértil -en términos generales- practicar la abstinencia sexual y sobre todo evitar -en lo específico- el coito vaginal hasta que puedan acceder nuevamente a dichos métodos.

No planificado

"Lo anterior cobra una importancia significativa en relación con las parejas ocasionales o nuevas, ya que en su caso el contacto íntimo en este período puede tener implicancias aún más complejas, no solo por el riesgo de tener que asumir con posterioridad una gestación no planificada, sino porque, además, hay un número considerable de personas que pueden ser portadores asintomáticos de alguna enfermedad, más allá del Covid", acota Danilo Zamorano.

No obstante, como una manera de regular el deseo o libido, tanto este último como Francisca Aguilar recomienda a mujeres y hombres, y en especial a las parejas estables, no dejar de lado o descuidar su sexualidad.

"En este momento, se podría decir que la única forma segura de tener sexo seguro es consigo mismo. Pero también es una oportunidad para retomar la exploración mutua, e incluso atreverse a ir más allá con algún juguete sexual, que son otra forma de generar placer que además ayudan a disminuir el estrés, a evitar embarazos no deseados y enfermedades. Es importante recordar que esta práctica también requiere de un lavado de manos antes y después de realizarla, al igual que la limpieza del juguete sexual según las indicaciones del fabricante", acota la matrona especializada en salud sexual.

Opciones

Otro aspecto relevante a considerar en este tema está relacionado con la frustración y los cambios que en la vida sexual cotidiana están provocando las medidas de aislamiento físico y las cuarentenas.

En tal sentido, los docentes de la Escuela de Obstetricia y Puericultura de la UV argumentan que el distanciamiento no tiene por qué limitar la posibilidad de que las personas se dejen de conectar en pareja, ya que existen otras formas de explorar su sexualidad y que se puede realizar sin correr mayores riesgos, como la masturbación, el sexo virtual o telefónico, usando fotos o videos, entre otras, pero siempre siendo precavidos y dejando en claro el consentimiento, los límites y la privacidad. Asimismo, sostienen que estas opciones son otro tipo de instancia para conocer y relacionarse con personas de otros lugares -a la distancia- si no se está en pareja.