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Se va un ícono de la vida cultural porteña: el dueño de la librería Ivens

GENTE. Víctor Hugo Bustamante Herreros falleció durante el fin de semana. Quienes lo conocieron destacan el gran amor por los libros y su apoyo a la creación local.
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Flor Arbulú

Una dura noticia para el mundo cultural porteño, específicamente el literario, se dio a conocer este fin de semana con el fallecimiento de Víctor Hugo Bustamante Herreros, el dueño de la librería Ivens, el cuarto en la historia del recinto.

La alerta la dio el editor de RIL Valparaíso y escritor, Ernesto Guajardo, quien escribió el domingo en su cuenta Twitter: "Ha partido Víctor Hugo Bustamante, el ferviente librero que mantuvo la Librería Ivens hasta donde fue posible. Parte de la historia del libro porteño se va con él".

En conversación con este Diario, Guajardo sostuvo que el reconocido librero "estaba enfermo hace bastante tiempo", pero desconocía cuál era su dolencia. "Sé que era una enfermedad larga y que lo tenía progresivamente a mal traer", comentó. Otro que utilizó Twitter para lamentar la noticia fue Todd Temkin, quien posteó que Bustamante ya estaba jubilado y que hace un año lo invitó "a su campo en Melosilla, donde hablamos toda la tarde de literatura, los sueños y Valparaíso pasado y presente. Una gran pérdida".

Ayer, la Seremi de Culturas, las Artes y el Patrimonio, en su cuenta en la misma red social, escribió: "Una lamentable noticia para Valparaíso. Víctor Hugo Bustamante quedará en la memoria del Puerto así como la recordada librería Ivens, enclave de la lectura y los libros".

Un ícono de la ciudad

El sábado 13 de junio se cumplieron siete años desde que Víctor Hugo Bustamante inaugurara su nuevo local en Almirante Montt 32, luego que se viera en la obligación de dejar el tradicional edificio de plaza Aníbal Pinto ante la imposibilidad de seguir pagando el arriendo.

Fue una lucha por mantenerse en el lugar por cerca de un año, en lo que fue un gesto "casi heroico", calificó Guajardo, recordando que "nosotros firmamos una suerte de declaración pública como editorial cuando él trató de juntar apoyo para lograr mantener la librería en plaza Aníbal Pinto".

Sin embargo, finalmente tuvo que trasladar los 25 mil títulos que tenía, según dijo, al nuevo local. "Tengo sentimientos encontrados. Por un lado estoy triste, porque dejo un espacio emblemático; pero por otro, estoy contento porque me mantendré cerca de la plaza Aníbal Pinto", comentó a este Diario en 2013, previo a su traslado.

Pero lo cierto es que fuera en el lugar que fuese, Víctor Hugo Bustamante siguió siendo el mismo: un amante de los libros y un conocedor e impulsor de la literatura porteña.

"Víctor era de las personas que viven de los libros con todo lo que eso significa, con lo que define a un verdadero librero; que elige el catálogo de venta según las novedades, pero sobre todo según los gustos literarios de sus propios lectores, que está todo el día y todos los días en su librería catalogando, revisando listados, ordenando estanterías y mesones, acogiendo a los clientes; que conoce tus gustos, te encarga un título que no encuentras por ninguna parte y, desde luego, te hace un descuento por fidelidad", manifestó Jovana Skármeta, encargada de distribución y comunicaciones de la Editorial Universidad de Valparaíso.

Ernesto Guajardo lo definió como un hombre "extremadamente afectuoso, muy enamorado de su oficio, muy enamorado de la ciudad también". "La primera imagen que tengo era que era un enamorado de los libros, definitivamente", acotó.

"Lo conocí hace dieciséis años, al entrar a la librería Ivens. Recuerdo la primera impresión, la sonrisa y la disposición a saber que necesitaba, inquieto, se movía de un extremo a otro mientras hablaba, sobre un libro, una dirección o simplemente sobre el día. Fue lo primero. Lo segundo, y lo que nos acercó por estos dieciséis años, fueron los libros", escribió el escritor Marcelo Beltrand Opazo en su columna "A Víctor in memoriam".

Y agregó: "Cada visita a la librería era un recorrido por los pliegues de la ciudad, de los libros y de la vida de Víctor. No podía pasar por fuera de la librería y no pasar a saludarlo, casi como ritual, como parte de las cosas que Valparaíso obligaba".

Pérdida de la memoria

Con la partida de Bustamante también se va uno de los libreros emblemáticos del Puerto, entre los que se encuentran a Mario Llancaqueo, de la librería Crisis, y Juan Benavente, de Ateneo, opina Skármeta.

Ernesto Guajardo, de RIL, explicó que "hay unas librerías que nosotros denominamos como de autor, en el sentido que son librerías que todavía tienen un sello propio, un sello personal, que no se han estandarizado. Y yo creo que de las librerías antiguas, Ivens y Crisis son librerías de autor, que tienen fuertemente esa impronta".

Destacó, a su vez, todo el trabajo que desarrolló Víctor Hugo Bustamante "en la difusión de la creación porteña. Es una de las librerías -también lo hace Mar de Libros y Crisis-, que tiene una sección de literatura porteña. Y uno contaba con eso, con esa discriminación positiva, por así decirlo".

Jovana Skármeta recordó que en 2013 este Diario le hizo una sesión de fotos en las nuevas dependencias de la Librería Ivens para acompañar una nota sobre la renovación del sello de la Universidad de Valparaíso. "Él estaba muy contento y agradecido, le gustaba saber que en Valparaíso estaban pasando cosas que potenciaban el mundo del libro y que, por supuesto, sus estanterías eran parte de esa descentralización", contó.

Guajardo lamentó que con la muerte de Víctor Hugo Bustamante "se nos van fragmentos importantes de la memoria cultural colectiva", aspecto en el que concuerda Beltrand Opazo, quien en su columna comentó que "hoy, despedir a un amigo, despedir a Víctor Bustamante, es ver que la memoria de una ciudad también se pierde. Se aleja en el tiempo y la vemos cómo se va sin poder asirla. Y eso es triste, constatar que los amigos se van y palpar la falta de ellos".

"La cultura de una ciudad la hacen las personas que la habitan y éstas cuando actúan y hacen. La cultura de una ciudad, como Valparaíso, también es el reconocimiento de esas personas, pero cuando dejamos que éstas se vayan como si nada, como si la vida sin ellos puede ser la misma, creo que nos empobrecemos como sociedad y como personas", finalizó.

"Víctor era de las personas que viven de los libros con todo lo que eso significa, con lo que define a un verdadero librero; que elige el catálogo de venta según las novedades, pero sobre todo según los gustos literarios de sus propios lectores".

Jovana Skármeta, Encargada de Distribución y, Comunicaciones sello UV

"(Víctor colaboró) en la difusión de la creación porteña. Es una de las librerías -también lo hace Mar de Libros y Crisis-, que tiene una sección de literatura porteña. Y uno contaba con eso, con esa discriminación positiva".

Ernesto Guajardo, Escritor y editor de

RIL Valparaíso