La crisis hídrica de la Región de Valparaíso en la mirada de vecinos, un alcalde y un experto
SEQUÍA. En la Ligua el jefe comunal instaló dos plantas desalinizadoras, pero advierte que no alcanza; en Olmué también hay vecinos que se surten de camiones aljibes. Académico de la PUCV llama a "distribuir el agua equitativamente".
La severa crisis hídrica que afecta a la zona central del país ha golpeado con fuerza a la Región de Valparaíso, donde miles de habitantes ya no tienen agua potable en sus hogares y deben resignarse a ser abastecidos por camiones aljibe que les entregan una ración de 50 litros diarios por persona, lo que llevó al Instituto Nacional de Derechos Humanos a presentar un recurso de protección en la Corte de Apelaciones de Valparaíso por falta de agua en la Provincia de Petorca para enfrentar pandemia de covid-19, acción que finalmente no tuvo éxito.
Pese a las recientes lluvias, una de las zonas más críticas no solo en la Región de Valparaíso, sino que a nivel nacional, sigue siendo la Provincia de Petorca, cuya capital es La Ligua, donde su alcalde, Rodrigo Sánchez, planteó que el 40% de la población vive la situación descrita, pero "los 50 litros diarios son absolutamente insuficientes, más aún en el actual contexto de pandemia, y los reportes meteorológicos señalan que estos tres meses serán casi sin lluvias, de modo que como municipio desde hace un tiempo estamos trabajando en buscar una nueva fuente de agua, como la desalinización y la condensación de agua salada. Tenemos dos plantas de osmosis inversa pero es completamente insuficiente para las necesidades que se han generado Por de pronto estamos trabajando con un camión aljibe que lo adquirimos con recursos propios, ya que los que prometió el Gobierno a los municipios todavía no llegan".
Una de las principales complicaciones, destacó el jefe comunal, es que "tenemos que comprar agua a los empresarios privados que la venden, pues no nos permiten usar los pozos fiscales para surtir los sistemas de agua potable rural (APR), entonces la situación se ha vuelto más compleja aún, porque la disponibilidad de recursos es completamente acotada, y más aún, con la situación que está generando en esta pandemia estamos teniendo menos recursos municipales, así que necesitamos aportes del Estado mediante el decreto de Estado de Catástrofe por escasez hídrica, que se promulgó en septiembre de 2019, pero hasta ahora no ha llegado ni un peso".
Sánchez advirtió que "nos estamos preparando para un escenario bastante más complejo, por lo tanto, estamos buscando nuevas fuentes de agua y poder echar a andar algún pozo fiscal o que, en su defecto, la Dirección de Obras Hidráulicas nos dé permiso para trabajar algún pozo fiscal, que sabemos dónde hay uno y ya está georreferenciado. De esa forma podríamos no estar comprando agua".
El alcalde recalcó que en La Ligua "la situación es dramática, ya ha entrado una psicosis colectiva, cada vez la gente está más asustada, más preocupada, la sequía se agudiza, me siguen pidiendo más agua, y no sé qué vamos a hacer, dónde vamos a ir a parar. No podemos estirar más el presupuesto municipal y ya la gente está entrando en pánico".
Escasez en olmué
Por su parte, el presidente de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos (Unco) de Olmué, Mario Aravena, señaló que el abastecimiento de agua potable a través de camiones aljibe se da "en muchas partes de Olmué. Los problemas se vienen viviendo desde mediados del año pasado, cuando las cooperativas, los comités y los APR (Agua Potable Rural) están teniendo cortes periódicamente en el suministro hacia los vecinos, incluso teniendo agua un día, por ejemplo, dos horas a la semana en algunos sectores de la comuna".
Los camiones aljibe, precisó, son enviados "por la Municipalidad y por la Gobernación. Nosotros como Unión Comunal hicimos gestiones en enero y febrero con particulares, los cuales donaron derechos de agua a la Unco y nosotros hemos repartido también agua a través de camiones aljibe de vecinos, que de forma voluntaria han puesto sus recursos, y nosotros sacamos agua en este momento de Rosa Agustina (resort), que hizo una donación de 20 mil litros diarios. Asimismo, el Centro Turístico La Campana y otros también se pusieron con donaciones de acumuladores".
Esa es la situación que viven en terreno los habitantes de las zonas más carenciadas de agua, pero ¿cuál es la visión de los expertos frente a esta crisis? Ariel Muñoz, académico del Instituto de Geografía de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, planteó que la proyección en el mediano y largo plazo es una reducción de las precipitaciones".
Proyección a la baja
En Quintay la Junta de Vecinos solicitó formalmente al contralmirante Yerko Marcic, en su calidad de jefe de zona, que ponga en ejercicio las facultades que le confiere el Estado de Catástrofe y requise agua al condominio Santa Augusta, a fin de abastecer a los habitantes de la localidad que únicamente cuentan con unos estanques en la plaza y camiones aljibe, fórmula que el alcalde de La Ligua no descarta.
Al respecto, Muñoz advirtió que "en las zonas rurales ocurren diferencias en el acceso al agua que tienen que ver bastante con la estructura de cómo se han repartido legalmente los derechos de uso. En ese contexto, creo que hay un camino largo por delante, sobre todo en esta época de pandemia, y tendría que revisarse y hacerse las excepciones que sean necesarias para garantizar el acceso al agua de las personas en las zonas rurales".
El ingeniero forestal y doctor en Ciencias Forestales planteó que de las nueve vulnerabilidades al cambio climático, la Región de Valparaíso tiene siete, por lo que "la medida más urgente es un balance hídrico fino en cada lugar, bastante preciso, que permita diagnosticar la disponibilidad de agua que tenemos, y luego, volver a repartir el agua mediante un cambio al Código de Aguas, pero también es muy importante una ley de ordenamiento territorial que regule las superficies que puedan estar destinadas a distintos usos".
Dicha ley, precisó, permitiría "mantener las demandas de recursos de los sistemas físicos y naturales en su capacidad de carga. Hay un punto en que podemos demandar mucha más agua que la que efectivamente es capaz de recargarse por el acuífero, en el Aconcagua o en cualquiera de las otras cuencas, porque no se tiene mucha claridad de cuáles son esas tasas de recarga, cuánta agua hay disponible, cómo ésta varía en el tiempo, y sin embargo, tenemos repartidos los volúmenes de agua a perpetuidad, entonces eso es bastante complicado para la planificación cuando necesitamos adaptarnos a la escasez hídrica, que progresivamente va a ser más y más severa".
Para Muñoz es crucial "crear un nuevo sistema en el que todos los actores tengan acceso al agua, primero que todo, y donde podamos, efectivamente, desarrollar actividades acordes a la cantidad de agua disponible que hay, para todos los usos, y eso requiere de diagnósticos más precisos en cuanto a la disponibilidad de agua, porque tenemos una demanda creciente, cada vez más población, pero por otro lado cada vez tenemos menos ingreso de agua al sistema a través de la precipitación, entonces se hace muy importante distribuir el agua equitativamente".
"La situación es dramática, ya ha entrado una psicosis colectiva, cada vez la gente está más asustada"
Rodrigo Sánchez, Alcalde de La Ligua
"Es muy importante una ley de ordenamiento territorial que regule las superficies y sus distintos usos"
Ariel Muñoz, Académico Inst. Geografía PUCV
50 litros de agua potable por persona reciben las familias de los sectores rurales más alejados.