Los secretos del retorno caturro a las prácticas en Mantagua
FÚTBOL. Miguel Ramírez cuenta cómo trabaja con su equipo en medio de la pandemia. El DT señala con humor que los jugadores parecían "perros nuevos".
Después de más de cien días sin dirigir en cancha, Miguel Ramírez cuenta que hoy lo que más le duele es la garganta. "En la cuarentena hablaba por el micrófono del computador y es súper fácil, se escucha sin problema, pero en la cancha ahora hay más espacio y tienes que hablar fuerte", reconoce el DT de Santiago Wanderers.
"A uno también se le olvida cómo gritar", reflexiona "Cheíto", cuando ya tiene dos entrenamientos presenciales en el cuerpo, después de reiniciar los trabajos con parte de su equipo en Mantagua.
El martes pasado, 21 jugadores del Decano volvieron a pisar el pasto en el recinto quinterano para iniciar la fase 1 de regreso del fútbol profesional. Ocho futbolistas no pudieron decir presente por vivir en zonas donde se decretó cuarentena obligatoria.
La experiencia de volver a entrenar ha sido novedosa para el exzaguero de Colo Colo, quien tuvo que viajar desde Santiago -donde estaba confinado por la pandemia del coronavirus- hasta su departamento en Concón para asumir el liderazgo de los trabajos.
"Después de cien días esto de echar nuevamente a rodar la pelotita es desgastador, porque al final hemos tenido que separar grupos, y es mucho el tiempo que hemos estado parados. En cuarentena normalmente uno lo que más hace es estar viendo el computador, la televisión o acostado", dice el técnico.
La dinámica de las prácticas es especial, más allá de las medidas de cuidado para evitar contagios antes y después de la actividad física. Dividieron en dos grupos a los jugadores, uno empieza a entrenar a las 10 y el otro a las 12. En cancha se separan de a cinco y tienen a disposición tres campos de juego para sus labores.
"Afortunadamente vamos bien, pero es importante el cuidado personal, porque lo que uno haga dentro del complejo deportivo permite no contagiarse, y hay exigencias para cuando vuelvan a sus casas. Lamentablemente no tenemos control de la gente que vive con los jugadores, porque un papá que salga a trabajar, un abuelo, un tío, alguien que pueda tener contagio…por eso estaremos haciendo test de forma periódica, para bajar esos márgenes que pueden haber", explica el DT.
Con humor, Ramírez dice que los jugadores parece "perros nuevos" a la hora de entrenar. "Quieren correr para todos lados, quieren entrenar y a veces se pasan de rosca, pero es una situación normal, y se les ve muy ganosos", reconoce.
Pese al entusiasmo con que asume el retorno a Mantagua, el adiestrador verde es cauteloso respecto a los plazos y mantiene sus aprensiones respecto a una posible vuelta a la competencia el 31 de julio, principalmente por la disparidad en los tiempos de regreso a las prácticas de los distintos equipos.
"Hay que pensar en todos, lo que se ha solicitado es tener un mínimo de entre cuatro y seis semanas para que los jugadores estén bien, yo los he visto descoordinados estos días, estaban acostumbrados a correr con zapatillas y en distintos terrenos, y volver al juego es distinto. Por eso se solicitaron al menos seis semanas de preparación y la ANFP hablaba de cuatro semanas, ese es el rango. Lamentablemente esto ya no se puede lograr, porque Santiago está en cuarentena, Antofagasta en cuarentena, Curicó, Rancagua, y el cumplir esas seis semanas será difícil", asegura.
Y "Cheíto" pone en la mesa el caso de Deportes Valdivia, que tiene un jugador contagiado con covid-19 que obligó a poner en confinamiento a todo el plantel por dos semanas.
"Esto demuestra que hay equipos que están dando ventajas, y eso ha sido producto de esta cuarentena que ha sido desarrollada por algunas localidades solamente, entonces insisto que es importante y adecuado modificar el inicio del torneo para darle a todos por igual la cantidad de tiempo para poder prepararse", dice el DT.
Otro aspecto que le preocupa al técnico wanderino es la urgencia de volver a jugar para darle vida al Canal del Fútbol. "Uno sabe las exigencias que vienen, las exigencias de Turner por tener el fútbol en competencia, pero siento que hay que ser solidario para que todos tengan el mismo tiempo. Va a ser difícil, y no digo que algunos equipos quieran sacar ventaja, pero a mí me gustan las cosas rectas", reflexiona.
Por eso mismo considera atinado el permiso que está pidiendo la ANFP para que puedan entrenar los jugadores que viven en ciudades con confinamiento obligatorio. "Es importante entrenar, porque vamos a ir de menos a más, no los exigiremos en el inicio, ellos entrenaron muy bien desde casa, ahora hay que ponerse a punto y este proceso no lo vamos a apurar. Por eso siento que es importante que se corra el inicio del torneo desde fines de julio a por lo menos dos semanas más, a mediados de agosto", señala.
"Uno sabe las exigencias que vienen, las exigencias de Turner por tener el fútbol en competencia".
Miguel Ramírez, DT de Wanderers
2 grupos de jugadores entrenan en Mantagua. El primero parte a las 10.00 y el segundo al mediodía.
18 futbolistas de campo, más tres arqueros, fueron los que iniciaron la fase 1 de retorno en Wanderers.