STI acusa fuerte golpe en el movimiento de carga debido a crisis generada por pandemia
Rodrigo Ogalde
El gerente general de la empresa concesionaria, José Iribarren, admitió que "vemos con mucha incertidumbre los próximos meses".
"En el primer semestre de 2020, en San Antonio Terminal Internacional las cargas cayeron un 17,2% respecto al mismo período de 2019. En junio el decrecimiento fue de 24%.
La crisis sanitaria ha generado una baja en transferencia de carga de STI.
La pandemia de covid-19 ha golpeado fuerte la economía e incluso al comercio exterior. Los puertos chilenos también han sido afectados por este complejo escenario. En San Antonio Terminal Internacional (STI) acusan un golpe fuerte, ya que en el primer semestre de 2020 las cargas cayeron un 17,2% respecto al mismo período de 2019. Sólo en junio el decrecimiento fue de 24%, y eso hace que los meses próximos asomen inciertos.
"Creo que hemos hecho un gran trabajo con los dirigentes, los comités paritarios y cada integrante del equipo para enfrentar el covid-19 y hemos logrado mantener a raya los contagios y conseguimos mantener la continuidad operacional en un momento clave para el país, pero el comercio exterior sufrió un duro golpe que nos afecta", afirmó el gerente general de STI, José Iribarren.
- ¿Qué efectos concretos ha sufrido el puerto en estos meses?
- Por los efectos del covid-19, a junio sumamos 21 blank sailings, que equivalen a unos 46.985 movimientos menos y a más de 9.300 turnos. El asunto aquí es que no sólo estamos hablando del virus; hay que sumar los efectos de los cierres de puerto, que sólo en junio alcanzaron 12 días y no olvidar que el estallido social de octubre significó una fuga de volumen, los efectos de la consolidación de las navieras y la consiguiente presión por baja de tarifas. Esto supone un impacto mayor.
- ¿Cómo ve usted lo que pueda pasar en lo que queda del presente año?
- Vemos con mucha incertidumbre los próximos meses. No sabemos cómo se comportará el virus y por cuánto tiempo se extenderá. Las medidas para resguardar a nuestro equipo y mantener la continuidad operacional han significado un alto costo para STI. Establecimos cuarentenas preventivas más allá de lo exigido por la autoridad y más de 60 medidas que han significado un desembolso muy importante. El contexto tampoco ayuda: hoy la zona central tiene una sobreoferta, lo que incrementa la competencia. Estamos en búsqueda de nuevas cargas, como cobre y tuberías, pero aún no es suficiente para estabilizar nuestros resultados.
- ¿Cómo está abordando STI esta situación con los trabajadores?
- Con mucha transparencia. Las cifras están sobre la mesa, no tenemos espacio para otra cosa que no sea redoblar los esfuerzos para sobrellevar esta crisis sanitaria y económica. Si bien hay presión por la entrega de un bono adicional, lo cierto es que la realidad no sólo de Chile, sino del mundo, es muy dura y no permite tener ese tipo de discusiones. Los esfuerzos de nuestra empresa están puestos en resguardar la salud de los trabajadores y mantener la mayor cantidad de puestos de trabajo que sea posible; no hay que olvidar que la cesantía está en niveles históricos en nuestra región. Por eso no compartimos medidas de presión, como las "ruedas cuadradas" que se han visto en los últimos días y que ponen en riesgo la cadena de suministro. Aquí necesitamos mucho realismo para salir adelante y estamos en un diálogo constante con los trabajadores. Probablemente es la peor crisis que vivamos y reconstruir lo perdido será una tarea de largo aliento.
LSA