Santibáñez, pérdida de otro líder regional
Jorge Santibáñez Ceardi, como profesional y político, se entregó al servicio público atendiendo a los sectores más pobres, especialmente de poblaciones. Su trabajo profesional, social y político se tradujo en importantes triunfos electorales, logrando sucesivamente los cargos de regidor, diputado y alcalde de Viña del Mar.
Cuando aún se lamente la partida de Hernán Pinto, la región pierde otro líder, Jorge Santibáñez Ceardi, abogado, regidor, diputado y alcalde de Viña del Mar, defensor, siempre propositivo, de los sectores más vulnerables.
Alumno del colegio de los SS.CC., Padres Franceses, tuvo desde sus tiempos de escolar inquietudes sociales visitando poblaciones y conociendo en terreno la realidad de la pobreza en una ciudad marcada por el contraste plan-cerro.
Canalizó sus inquietudes en los grupos fundacionales del Partido Demócrata Cristiano. Seguirían en esa línea, formados en el mismo colegio, generaciones que integraron Raúl Allard, Fernando Molina, Alejandro Foxley o Rodrigo González.
Ya como abogado su trabajo profesional se enfocó en ayudar a pobladores, logrando soluciones para la irregularidad, problema que se mantiene hasta el día de hoy.
La efectividad de su trabajo en sectores populares se reflejó en elecciones municipales y parlamentarias en que logró altas votaciones.
Hijo de un almirante y hermano de un periodista de este Diario hoy fallecido, Edgardo Santibáñez, entregó toda su capacidad política y profesional al servicio público. Tras divisiones partidarias dejó el PDC, donde ocupó cargos directivos y, finamente, derivó al movimiento Unión de Centro-Centro de Francisco Javier Errázuriz.
Reconoce su labor el diputado Rodrigo González (PPD), afirmando que "tuvo una historia política importante en Viña del Mar y era un hombre de derecha, pero de derecha social, siempre con mucha preocupación por los pobladores, las poblaciones y los temas sociales".
El abogado Javier Gómez, presidente de Viña Transparente, de larga relación profesional y familiar con Santibáñez, lo destaca como "hombre público ejemplar… Jamás hubo una acusación en su contra de falta de probidad, de malas prácticas".
La alcaldesa Virginia Reginato evoca a Santibáñez y su trabajo "como un destacado servidor público que Viña del Mar no olvidará".
El diputado Andrés Celis (RN) también remarca sus méritos, por su "humildad y sencillez. Era el prototipo del político que uno extraña, austero, absolutamente accesible… atendía como abogado y en forma gratuita a muchísima gente en su propia casa".
Se dice, con irónica maldad, que todos los muertos son buenos. Muchos se van de este mundo marcados por malos recuerdos, por oscuras actuaciones o, lo que es peor, por acusaciones que finalmente resultan falsas.
Tras la partida de Jorge Santibáñez, no cabe esa maldad, sólo una reflexión sobre la calidad del servicio público. Y, a la vez, lamentar la pérdida de otro líder regional cuando, con cálculo electoral, se mueven, como en un tablero, figuras de aquí o allá para cubrir plazas que exigen compromiso, trayectoria y conocimiento local.