LA PLANIFICACIÓN DE LAS INVERSIONES PÚBLICAS REGIONALES
GESTIÓN. Herramientas como la Estrategia Regional de Desarrollo, el Plan Regional de Ordenamiento Territorial y el Anteproyecto Regional de Inversiones son claves.
En Chile, la administración superior de cada región del país está radicada en el Gobierno Regional, que tiene por objeto el desarrollo social, cultural y económico de ella. En el ejercicio de sus funciones, los gobiernos deben inspirarse en principios de equidad, eficiencia y eficacia en la asignación y utilización de recursos públicos y en la prestación de servicios.
Por su parte, el Consejo Regional "está investido de facultades normativas, resolutivas y fiscalizadoras". Dentro de sus funciones relacionadas con la planificación e inversión estipuladas en la Ley 21.074, tiene la de aprobar, modificar o sustituir el plan de desarrollo de la región y el proyecto de presupuesto regional, así como sus respectivas modificaciones, sobre la base de la proposición del Gobernador Regional.
Para el desarrollo de las tareas antes señaladas, los Gobiernos Regionales deben construir herramientas siendo algunas de ellas:
La Estrategia Regional de Desarrollo (ERD): es el instrumento rector de planificación en cada región en el largo plazo. Su principal objetivo es guiar la construcción y ejecución de planes, programas e iniciativas de inversión regional.
El PROT (Plan Regional de Ordenamiento Territorial): expresa las definiciones de la ERD a nivel de la distribución física en los territorios. Su función es establecer el destino y el uso del espacio físico en relación a los objetivos de desarrollo de la región.
Ambos, ERD y PROT, son complementarios y constituyen la planificación maestra a largo plazo de la región.
El ARI (Anteproyecto Regional de Inversiones) corresponde a una estimación de la inversión y de las actividades que el Gobierno Regional, los ministerios y servicios efectuarán en la región, donde se identifican los proyectos, estudios y programas, y la estimación de sus costos para cada año siguiente.
El PROPIR (Programa Público de Inversiones en la Región) corresponde a la sistematización de la información sobre la inversión pública regional sectorial y del Gore, a efectuarse en la región definida en una etapa posterior a la del ARI. En este nivel, la planificación debe "considerar la Ley de Presupuestos del Sector Público aprobada para el año correspondiente priorizadas en función de los objetivos de desarrollo de la región".
De esta manera es esperable que la ERD guíe la inversión pública año a año, que el ARI sea coherente con ella y que el PROPIR sea consistente con el ARI.
El análisis
Para validar lo antes señalado y así tener una visión sobre la coherencia de la planificación regional de las inversiones públicas, se tomó una muestra de cuatro regiones del país distribuidas a lo largo del territorio nacional. Para ellas se estudió su ERD y se extrajo los sectores presupuestarios que enfatizaban como necesarios para su desarrollo. Con la información contenida en la base www.chileindica.cl, se extrajo el listado de proyectos del ARI y del PROPIR. Luego se analizó la coherencia entre el ARI y la Estrategia, y entre el PROPIR y el ARI. Un breve resumen de los resultados obtenidos, mostrados como promedio de las cuatro regiones, son:
De su lectura se constata que existe una gran coherencia entre la ERD y la inversión planificada (ARI, 93%). Sin embargo, al hacer el análisis del porcentaje de sectores presupuestarios posibles de invertir que están priorizados en la ERD, vemos que estos superan el 80%. Esto implica que prácticamente cualquier proyecto que se realice resultará coherente con la estrategia.
En cuanto a la relación entre el PROPIR (proyectos que finalmente quedan incorporados en la Ley de Presupuesto) y el ARI, se constata que menos de uno de cada 5 proyectos (19%) que se ejecutan son consistentes con la planificación regional inicial (ARI).
Comentarios finales
La primera conclusión que puede extraerse de este análisis es que se requiere que las ERD focalicen los sectores presupuestarios de inversión en los cuales se considera que la región tiene déficits importantes y, por ende, debe invertir (por ejemplo, infraestructura de salud, transporte público, etc.) El no hacerlo permite que más que planes de inversión, se materialice un listado de proyectos en que no necesariamente hay sinergias que podrían generar un mayor desarrollo.
Por otra parte, el hecho de que la inversión que finalmente queda incluida en la ley de presupuestos no responda a lo originalmente planificado por la región, deja en evidencia la necesidad de contar con metodologías de priorización de proyectos objetivas y que apunten a contribuir en el desarrollo de la región, minimizando así la posibilidad de cambios de proyectos entre una instancia de planificación y otra.