Respuesta

¿Las máximas autoridades, de los tres poderes del Estado, encabezarán una profunda investigación de todo el proceso que finalmente llevó a otorgarle la libertad condicional a quién terminó quitándole la vida a Ámbar?

Su familia, vecinos, las chilenas y chilenos deben tener de las autoridades mencionadas una contundente, clara y detallada respuesta que deje atrás, de una buena vez, la sensación de que en Chile quienes tienen cargos de alta responsabilidad no hacen en forma correcta sus labores.

Por el respeto que se merece Ámbar, a quien lamentablemente todo Chile conoció por ser una víctima fatal de la violencia, no antes, pese a tener serios problemas, se hace necesario tener una respuesta para saber de una vez, cómo y quiénes realizan estos procesos en Chile. Si existieran errores manifiestos durante el proceso en cuestión, deberán ser asumidos por quienes corresponda plenamente, en la forma y el fondo.

Luis Enrique Soler Milla

Libertad condicional

Con urgencia deben ser revisados los procedimientos y facultades que tiene la Comisión de Libertad Condicional, instancia que funciona en las distintas Cortes de Apelaciones del país durante los primeros quince días de los meses de abril y octubre de cada año. Se exige para ello un previo informe de Gendarmería de Chile para otorgar este beneficio a quienes están privados de libertad y que cumplan los requisitos que se establecen.

El asesino de Ámbar, Hugo Bustamante, llevaba 11 años en la cárcel cuando en 2016 se le otorgó la libertad condicional. No bastó el informe desfavorable de Gendarmería, tampoco el horrendo crimen que cometió contra una madre y su hijo de tan sólo 9 años, y por el cual se fue sentenciado a una pena de 27 años de prisión.

¿En Chile las instituciones funcionan? Sí, pero con criterios que escapan a nuestro entender.

Hernán López

Prestigio y honra

El horrendo crimen de la niña Ámbar ha dejado al descubierto a su autor, pero junto con él un clima social irracional, dispuesto a arrastrar al cadalso a todos quienes los modernos inquisidores (las redes sociales) hayan designado como responsables. Y en su empeño, algunos se han precipitado a designar a una mujer, doña Silvana Donoso, ministra de la Ilustrísima Corte de Apelaciones de Valparaíso, como la responsable del asesinato de Ámbar.

Parece innecesario e inútil consagrar tiempo a refutar la irracional conclusión (aunque sea a nivel de sugerencia) de que la ministra Donoso sería en alguna medida responsable de lo sucedido a la menor Ámbar. Innecesario para quienes tienen vocación por la verdad y una formación racional mínima; inútil en fin para quienes, por el contrario, desprecian la razón y la verdad.

Lo que sí merece un poco más de empeño es la condena absoluta del método que se ha empleado en contra de la ministra: lo que se ha dado en llamar funa.

¿De dónde nace este derecho a arruinar o enlodar el prestigio y la honra de una persona que no se conoce ni mucho menos las razones técnicas que la llevaron a adoptar una decisión? El crimen de Ámbar es terrible, pero tiene sus autores. Podremos ver las debilidades de nuestra legislación, o del sistema de libertades condicionales, pero la idea de algunos de autoasignarse el rol de juez, jurado y verdugo de los demás es propia de épocas bárbaras y sólo intoxica nuestra convivencia.

En este caso, se pretende dañar a una jueza que ha hecho, desde su cargo como ministra de Corte, un encomiable trabajo en favor de la defensa de los Derechos Humanos, especialmente aquellos de la mujer. Su rigor jurídico, su apego al derecho y su estudio permanente están detrás de muchos fallos señeros para la mujer en Chile.

Vivimos tiempos oscuros y este asunto nos lo recuerda. Juzguemos por la voz de la razón en lugar de la voz común.

Francisco Díaz Yubero

Pena máxima

La idea de la pena de muerte es tentadora, cada cierto tiempo vuelve a posicionarse como un clamor por justicia para casos desgarradores como el de Ámbar.

Sin embargo, recordemos que quienes deciden sobre la pena de muerte son seres humanos, tan propensos al error como el tribunal que decidió liberar antes de tiempo al "asesino del tambor".

Juan Pablo Caneo

Cuestionamientos

La trágica muerte de Ámbar devela, una vez más, la grave crisis que afecta hace años a este sistema de justicia excesivamente garantista, defendido con dientes y uñas por la izquierda, autora durante el gobierno de Eduardo Frei de la reforma que consolidó estos criterios protectores del criminal y que ha sido, a la vez, profundizada por las interpretaciones de los tribunales superiores de justicia.

Sabemos que el principal sospechoso de su asesinato fue liberado por una comisión de jueces sin siquiera cumplir la mitad de su pena, a pesar del informe contrario de Gendarmería, algo conforme a las leyes y a la interpretación de la Corte Suprema vigentes. Por otro lado, recibió dicho beneficio con cientos de otros delincuentes, en una decisión que ha sido explicada por entendidos como basada en el alto hacinamiento de las cárceles.

Tenemos, entonces, leyes excesivamente laxas con los criminales, bajo la excusa de una reinserción que creen surge por magia, además de jueces que no escuchan al organismo encargado de supervisar el comportamiento de los condenados y quienes además se creen desempeñando una función política, ajena por completo a sus atribuciones.

Luis Fernando Sánchez

Proceso constitucional

Repentinamente apareció como por arte de magia eso de la asamblea constituyente. Siempre me ha parecido que el término es algo como de Centroamérica, como algo que nació con la patria y que fue necesario porque antes no había nada de eso, pero en Chile tenemos Constitución, y bastante estructurada, pero ha subido el clamor por una nueva.

Y a este carro se han subido personas que uno ni pensaba que existían. Y lo más extraño es que este grupo pseudointelectual está atraído por un canto de sirena que proviene de las rocas y dice "¡vengan, tírense a las rocas", ¡y parece que eso pretenden hacer quienes respaldan esta iniciativa! Es decir, desean suicidarse en pos de un alucinógeno que propicia cambios radicales en nuestra estructura social para posibilitar la toma del poder. Cuidado, que esto es una trampa

Guillermo Díaz