Cartas
Lamentable desenlace
Tristeza, rabia, estupor, desconsuelo… son algunas de las palabras que resuenan en estas horas tras confirmarse el lamentable desenlace de la desaparición de Ámbar, una joven, como todas, que tenía el derecho de que nuestra sociedad y sistema de protección la cuidara y garantizara por sobre todo el derecho a la vida. No fue lo que ocurrió, transitó por un itinerario de descuidos y negligencias.
Duele el alma, porque su muerte es irreparable. Duele que se le haya arrebatado el futuro y sus oportunidades, así como duele pensar que hay más jóvenes que comparten su realidad, especialmente las que se enfrentan cotidianamente al riesgo de vivir experiencias similares. Esta situación impacta a toda nuestra sociedad, porque desgraciadamente la violencia hacia mujeres, adolescentes y niñas no son hechos puntuales ni excepcionales. Numerosas organizaciones de mujeres y feministas y cada vez innumerables personas anónimas levantan la voz para visibilizar y denunciar la violencia de género, protestando rápidamente con pancartas y haciendo velatones en la memoria de sus víctimas.
El significado de la palabra Ámbar, es el de una gema semipreciosa a la que debíamos proteger. No fuimos capaces. La deuda histórica que existe hacia las mujeres y niñas nos lleva a sostener cada vez más fuerte la necesidad de justicia plena, penas efectivas para quienes agreden y modificación de los sistemas de justicia y protección.
Como señaló Lorena Contreras, miembro de la Red de Universidades chilenas por la Infancia, el aislamiento de las víctimas, cuestión que se ha ampliado en tiempos de pandemia, constituye una situación contextual que facilita la emergencia, perpetuación y silenciamiento de la violencia. ¡Alerta morada!
Pamela Caro Directora del Centro CIELO Universidad Santo Tomás
Ley del Cáncer
Cuando hace dos meses fuimos a exponer a la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, los parlamentarios se comprometieron a que esta vez la Ley del Cáncer sería una realidad. Qué satisfacción ver que nuevamente el trabajo colaborativo da resultados positivos en beneficio de las miles de personas que a diario son diagnosticadas de cáncer en el país.
La alianza público-privada ha sido el principal motor de avance en las políticas públicas relacionadas con el cáncer desde fines de 1980 a la fecha. En Fundación Nuestros Hijos llevamos casi tres décadas otorgando apoyo médico y social a niñas, niños y adolescentes con cáncer infantil y sabemos el rol fundamental que tiene la colaboración para hacernos cargo de las múltiples dimensiones que causa el cáncer no sólo en quien lo padece, sino que en su familia y entorno social. Por ello, es fundamental que esta nueva normativa considere, entre otros, financiamiento permanente para la investigación, la prevención y el apoyo psicológico.
A propósito de la pandemia, ha quedado en evidencia el esfuerzo de cientos de familias en Chile que han extremado sus cuidados para que, pese al riesgo de contagio, sus tratamientos y rehabilitación no sean abandonados. Es a ellos a quienes esta ley les está dando una nueva esperanza.
Marcela Zubieta, Fernando de Solminihac, Cecilia Bolocco, Fernando Massú, Alejandra Méndez, José Molina y Sergio Vergara, directores Fundación Nuestros Hijos
Sharp
Las desafortunadas declaraciones del alcalde en la entrevista con Cristián Warnken, financiada por Icare, dan cuenta de una desconexión con la realidad, de una actitud altanera y sin autocrítica.
Mientras Sharp habla de una crisis del proyecto de centroizquierda, se olvida que su paso por diversas organizaciones políticas están marcadas por el quiebre que ha intentado producir, siempre sin éxito.
Valparaíso y Chile necesitan un nuevo proyecto de centroizquierda, pero también exige a quienes lo construyamos hacerlo en un ánimo de diálogo, respeto, altura de mira y madurez política, cualidades que hoy escasean en lo que en algún momento fuera (por muy poco tiempo) una alcaldía ciudadana.
En el caso específico de Valparaíso, urge un proyecto transversal y serio que permita hacer frente a la enorme destrucción de esta ciudad, de la cual este alcalde ha sido igual de responsable que su predecesor. Para materializar lo anterior necesitamos agrupar a las fuerzas de izquierda, centro y centroizquierda, que estén organizadas y sean representativas, requisito que tampoco cumple hoy el alcalde, cuyo domicilio político desconocemos.
Desde este espacio no estamos para apoyar caudillos que a la larga, y dado su historial de conductas políticas y mala gestión, se pueden transformar en un problema para la democracia.
Bastián Espinosa Presidente Comunal PR Valparaíso Fabián Mateluna Secretario Comunal PR Valparaíso
Hugo Gutiérrez I
Habiendo transcurrido algunos días y con la prudencia del paso del tiempo, pareciera que el diputado y abogado, señor Hugo Gutiérrez, habría olvidado u omitido lo establecido por nuestra Constitución de la República en su artículo sexto, especialmente en su segundo inciso, que a la letra reputa lo siguiente: "Los preceptos de esta Constitución obligan tanto a los titulares o integrantes de dichos órganos como a toda persona, institución o grupo".
Daniel de la Hoz Cerda
Hugo Gutiérrez II
No debiese sorprendernos tanto el prepotente e injustificado actuar del diputado Gutiérrez frente al control sanitario al cual fue sometido. Lo anterior, puesto que no es la primera ni será la última vez que parlamentarios "echen el cargo encima", en buen chileno.
Lo peor de todo es que no existen mecanismos ni facultades para que la misma Cámara a la que pertenece fiscalice de manera activa a los miembros que la componen. Como indica el reglamento de la misma corporación, debe ser cualquier parlamentario o miembro de la Comisión de Ética quien impulse el procedimiento investigativo en contra de quien cometa faltas y afecte la honra del cargo.
Por tanto, cabe mencionar dos cuestiones de fondo: en primer lugar, la arrogancia y desobediencia a las normas de un alto cargo republicano denota lo importante que es mantener bajo control las facultades entregadas a los funcionarios públicos, pues vimos claramente el resultado de mezclar poder y arrogancia. En segundo lugar, es menester impulsar reformas legales que creen algún organismo autónomo perteneciente al Congreso Nacional y que se encargue de investigar de oficio y, eventualmente, sancionar duramente a los parlamentarios que incurran en faltas a sus deberes y a las prohibiciones establecidas en la ley y sus respectivos reglamentos.
Agustín Soto Fundación para el Progreso