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Telecomunicaciones en tiempos de pandemia

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Desde hace unos meses nuestro país se ha visto sumergido en una crisis sanitaria ante la aparición y propagación del coronavirus o covid-19. Esta situación ha provocado que la mayor parte de la población adopte medidas de resguardo, como lo ha sido la cuarentena progresiva que ha decretado la autoridad, y también los cuidados preventivos individuales que las diferentes instituciones del área de la salud han recomendado para evitar el contagio del virus.

Una gran parte de las empresas e instituciones del país, y a modo de precaución, han instaurado la modalidad de teletrabajo para seguir funcionando. Esto ha traído que muchas familias hayan hecho realidad el concepto de home office. Sin embargo, esta modalidad no ha sido adoptada sólo por uno o dos integrantes, sino que prácticamente por todo el grupo familiar, desde los más pequeños de la casa con sus tareas y clases online hasta los adultos con sus teletrabajos.

Este fenómeno de concentración de personas en los hogares ha modificado el patrón de tráfico de datos de las redes de telecomunicaciones, en donde usualmente se tenían peaks en las mañanas y tardes-noches a pasar a un tráfico uniforme en casi todas las horas del día. Algunos de los responsables de este nuevo patrón son el uso masivo y casi constante de plataformas de teleconferencias (como Zoom o Meet), servicio de streaming de video (como Netflix o Amazon Prime-Video) y videojuegos en línea, entre otros.

En el país, y de acuerdo a estadísticas de la Subsecretaría de Telecomunicaciones (SUBTEL), el aumento del tráfico de datos en las conexiones domiciliarias ha aumentado en un 40% en las últimos meses. Como dato, en países como España e Italia, en donde hace unas semanas se encontraban en cuarentenas generales, el aumento fue en torno al 50%, lo que indicaría que el tráfico nacional podría seguir incrementándose.

La infraestructura de las empresas proveedoras de servicios de telecomunicaciones se basan en redes fijas y móviles. La capacidad y el buen funcionamiento de éstas son de vital importancia hoy en día, ya que en ellas recae la responsabilidad de que el país pueda funcionar manteniendo a gran parte de la población trabajando desde sus hogares. Así como las telecomunicaciones han sido cruciales para la recuperación de un país ante eventos catastróficos (como terremotos), lo son nuevamente ahora en tiempos de pandemia.

Por parte de las empresas de telecomunicaciones, el correcto diseño, planificación y uso eficiente en la asignación de recursos en las redes permitirán que éstas no se saturen y mantengan un buen servicio, y así hacer frente de buena manera a este repentino escenario mundial. Por esto último, la "experiencia de usuario" de los clientes es y será un gran desafío para estas empresas, ya que si ésta no es positiva, el funcionamiento del país se resiente y además, el número de reclamos y acciones judiciales por baja calidad en el servicio prestado aumentaría.

Por parte de los usuarios o clientes residenciales, estos deben entender que la capacidad de los servicios de telecomunicaciones no es infinita. De esta forma, deben adaptar su comportamiento en relación a un uso de datos racional y mesurado, priorizando la conectividad para el desarrollo de teletrabajo, la educación (clases online) y el acceso a fuentes de información.

DESAFÍO ESTATAL

No obstante lo anterior, un importante número de los hogares de Chile no tiene las condiciones suficientes para enfrentar la nueva forma de operar que ha traído la pandemia: desde un número limitado o nulo de computadores, conexiones de baja capacidad, o simplemente integrantes del grupo familiar que no cuentan con los conocimientos o habilidades para poder desarrollar su nuevo quehacer de forma remota. Es por esto que el Estado de Chile tiene un gran desafío para producir que la población en general tenga las condiciones para enfrentar y poder desarrollarse aún en tiempo del covid-19. Interesantes iniciativas gubernamentales se están desarrollando y que apuntan en la dirección correcta. Ejemplos de éstas son el proyecto de fibra óptica nacional y el de fibra óptica austral, entre otros, que buscan dar conectividad a localidades alejadas de los grandes centros demográficos del país.

Para finalizar, y a modo de reflexión, es posible que esta pandemia cambie definitivamente la forma de interactuar entre las personas y sus formas de trabajar. Por ejemplo, se podría dar un aumento permanente de las reuniones virtuales en desmedro de las presenciales; un aumento de las funciones y horas de teletrabajo para algunas especialidades; un aumento y mejor calidad de la educación a distancia, entre otros. Todo esto requerirá que a futuro, sumado a la inminente llegada de la Industria 4.0 y el IoT ("Internet de las Cosas"), las redes de telecomunicaciones y sus usuarios tendrán el desafío de adaptarse a una nueva realidad, en donde la academia, la industria, la sociedad y el Estado deberán tomar esto como una oportunidad para co-construir un mejor Chile.

En el país, y de acuerdo a estadísticas de la Subsecretaría de Telecomunicaciones (SUBTEL), el aumento del tráfico de datos en las conexiones domiciliarias ha aumentado en un 40% en las últimos meses.